García Poo: “Javier Fernández gestionó la cultura en Asturias con injustificables decisiones e intencionados olvidos”

“La realidad de nuestro patrimonio cultural sólo se explica por la carencia de un proyecto global y la falta de gestión adecuada”

“Hablan por sí solas la falta de señalización del Camino de Santiago, la nula actuación con los Fondos Documentales Asturianos, o el avance de la ruina de San Antolín de Bedón”

La diputada de FORO, María del Mar García Poo, ha manifestado hoy que “Javier Fernández gestionó la cultura en Asturias con injustificables decisiones e  intencionados olvidos. Su Gobierno comenzó la legislatura uniendo Cultura y Deportes con la Consejería de Educación, una de las más complejas del organigrama gubernamental, con lo que significó la pérdida de presencia y eficacia. Además, eliminó el 1% cultural durante toda la legislatura,  frenando la inversión en patrimonio que facilitan  los presupuestos de obras públicas superiores a 300.000 €”.

 

“La realidad de nuestro patrimonio cultural, que se encuentra absolutamente abandonado, sólo se explica por la carencia de un proyecto global y la  falta de gestión adecuada”, indicó.

 

Para la diputada “hablan por sí solas la falta de señalización y conservación del Camino de Santiago, demandada por la sociedad y aprobada por unanimidad en una proposición no de ley por el parlamento asturiana,  que como la mayoría de lo que se aprobó ha sido incumplida; la nula actuación del Gobierno en relación con los Fondos Documentales Asturianos del Archivo de la Memoria Histórica, trasladados ilegalmente a Cataluña; algunos de nuestros monumentos más importantes como el Monasterio de San Antolín de Bedón, en el que avanza su ruina mientras se trata de averiguar su propiedad, casi dos siglos después de su desamortización; Santa María la Real de Obona cuyo estado de conservación es impensable en cualquier otra comunidad española; el Monasterio de San Salvador de Cornellana, cuya iglesia por fin se va a restaurar, lo que no evitará, de seguir así las cosas, el hundimiento de su hermoso claustro; nada digamos de los grandes palacios barrocos asturianos abandonados a su suerte y devorados por la carcoma, a todo esto le sigue un gran etc.”

 

La diputada se preguntan “¿Pero qué pasa con nuestras principales instituciones culturales?, ¿están preparadas para cumplir su fundamental función para garantizar  la cultura asturiana?. Lamentablemente la red  de equipamientos, pretendidamente culturales, repartidos por toda la geografía asturiana y muchos de ellos abandonados, ha sido construida y mantenida,  en parte, detrayendo de ciertas instituciones los recursos económicos necesarios y humanos para cumplirla”.

 

“El Museo Arqueológico abre menos horas que antes de su ampliación y no cuenta con los técnicos necesarios para su desarrollo;  en el mismo sentido ha sido afectado  el Archivo Histórico de Asturias; nuestras bibliotecas, las instituciones culturales más demandadas por la sociedad, tienen un presupuesto mínimo para adquirir novedades y para su funcionamiento; el Museo de Bellas Artes de Asturias, troceado por la recortada ampliación, ha visto reducido su presupuesto en un 50% y las plazas de conservador, técnicos indispensables en estas instituciones, están vacantes, una de ellas desde el año 2003. Nada digamos de la falta de señalización adecuada en alguno de los monumentos o yacimientos prehistóricos más importantes de Asturias”, señaló.

 

“La Ley de Bibliotecas y la de Museos – añadió García Poo- siguen durmiendo el sueño de los justos, y en cuanto al Reglamento General  del Patrimonio Cultural, exigido por la Ley de 2001, es un  proyecto fallido y que debería ser retirado, aunque ahora lo hayan aprobado.”

 

“Respecto al patrimonio etnográfico, ni siquiera hay una adecuada atención al Museo del Pueblo de Asturias, cabecera de la Red de Museos Etnográficos de la Comunidad; los Teitos y los Hórreos se hunden, a falta no sólo de recursos económicos sino a la falta de una adecuada gestión de los mismos. En general todo el patrimonio etnográfico está abandonado a su suerte, y su difusión fundamental para su conservación es inexistente”, subrayó.

 

La primera mitad de la legislatura estuvo plagada de visitas a cuevas y yacimientos, en plan espeleológico, con el único objetivo de salir en la prensa; siguieron luego los viajes a Nueva York usando como pretexto la Ospa. Y al final de la misma, surge el culebrón de Grandas de Salime, que evidencia la falta de un proyecto al producirse un choque entre la Consejería de Cultura y un municipio del mismo signo político. Lo cual sería una comedia sino fuera por porque afecta gravísimamente al Museo Etnográfico de Grandas de Salime, uno de los más singulares de España y al Castro del Chao de Sanmartín, cuya riqueza arqueológica es única en Asturias”.

 

“Por último, no podemos olvidarnos de la utilización política del Pleno del Consejo de Patrimonio para aprobar la colocación de una pasarela en el Puerto de Llanes, rodeada de un singular Conjunto Histórico Artístico, y que ha resultado ser una vergüenza para toda la sociedad asturiana”, denunció.

 

“Todo este balance del Gobierno de Javier Fernández es a sabiendas de las difíciles circunstancias económicas por las que atravesamos, pero muchas de las actuaciones que exige el Patrimonio asturiano no son de orden económico sino de la carencia de una visión global sobre el mismo. Los mil días de Fernández han servido para que el Patrimonio Cultural asturiano se encuentre como un barco a la deriva”, concluyó.