Álvarez-Cascos: “El ministro de Industria, Soria, conoció de primera mano y desde el primer día la exigencia del Principado de Asturias de reformar estructuralmente, con urgencia, los costes energéticos que castigan la competitividad de la industria española”

“Como decimos en Asturias ‘en la Rula no preguntan, apuntan’ lo que quiere decir que ya está bien de tanta palabrería y tan pocas soluciones porque los riesgos de deslocalizaciones y de desempleo ya se están convirtiendo en dramas reales en Asturias”

“En dos cartas sobre los problemas de ALCOA y de ARCELOR le advertí que los grandes centros de producción de alta tecnología asturianos están discriminadas respecto a sus competidores internacionales al soportar costes energéticos superiores en España, y del riesgo de deslocalizaciones”

“Soria reconoció que ‘debemos trabajar para lograr que la industria básica española cuente con un coste energético competitivo y un suministro de calidad dentro de un marco de racionalidad acorde con la normativa comunitaria’  pero no ha hecho nada por conseguirlo”

El presidente de FORO, Francisco Álvarez-Cascos, hizo público hoy el texto de las cartas cruzadas en enero, febrero y marzo de 2012 con el ministro de Industria, José Manuel Soria, cuyo contenido fue tratado en la reunión mantenida con el ministro el día 1 de marzo en su despacho de Madrid, y manifestó que “queda acreditado que el ministro de Industria, Soria, conoció de primera mano y desde el primer día la exigencia del Principado de Asturias de reformar estructuralmente, con urgencia, los costes energéticos que castigan la competitividad de la industria española. En dos cartas sobre los problemas de ALCOA y de ARCELOR le advertí que los grandes centros de producción de alta tecnología asturianos están discriminadas respecto a sus competidores internacionales al soportar costes energéticos superiores en España, y del riesgo de deslocalizaciones”. 

 

Álvarez-Cascos precisó que en la primera de ellas, enviada el 10 de enero de 2012, cuando José Manuel Soria no llevaba ni un mes en al cargo, y después de no haber sido recibido por su antecesor socialista Miguel Sebastián, le planteé que ‘Tras el anuncio en el día de ayer del plan de cierres parciales y temporales por parte de ALCOA en sus factorías de Galicia y Asturias, considero necesaria la inclusión de este asunto en la reunión que te solicité la pasada semana. La industria es un sector básico de la economía española, y en el actual escenario de crisis nos encontramos con una situación cada día más preocupante en la  que grandes empresas multinacionales del sector metalúrgico como ARCELOR, ALCOA o AZSA, con grandes centros de producción de alta tecnología en el Principado de Asturias, están discriminadas respecto a sus competidores internacionales al tener que soportar costes energéticos superiores en España. ……………………………Por tanto, considero fundamental llamar tu atención sobre la urgencia de la reforma estructural del sistema de costes energéticos y del sistema de incentivos a la construcción naval para garantizar la competitividad  de nuestra industria metalúrgica y de nuestra industria de construcción naval, pilares clave de la economía española, y evitar nuevas decisiones de deslocalización de empresas, con la consiguiente pérdida de empleos en nuestro país’”. 

 

Álvarez-Cascos añadió que “un mes más tarde, el 10 de febrero de 2012, le reiteré que ‘tras el anuncio en el pasado mes de enero del plan de reducción de producción y los consiguientes expedientes de regulación de empleo por parte de ALCOA en sus factorías de Coruña y Asturias, te escribí una carta para que por favor incluyeses los asuntos de los costes energéticos y las ayudas al sector naval entre los temas a tratar en la reunión que te había solicitado con anterioridad y cuya petición te reitero por medio de esta carta. En aquella carta te decía que la industria es un sector básico de la economía española, y que en el actual escenario de crisis, las grandes empresas multinacionales del sector metalúrgico instaladas en Asturias -ARCELOR, ALCOA,  AZSA-, así como el resto de multinacionales con sede en España intensivas en consumo de energía sufren el agravante de tener que soportar costes energéticos superiores a los del resto de Europa. 

Ahora es ARCELOR la que anuncia la pérdida de 75 puestos de trabajo por  el cierre de su línea de pintura en Avilés, unos días después de eliminar 200 puestos de trabajo en Gijón. La falta de competitividad que provoca el superior coste energético de nuestro sistema de tarifas eléctricas conlleva un riesgo cierto de deslocalización de estas empresas tractoras hacia emplazamientos en los que la regulación sea más favorable a sus intereses. Hay que tener en cuenta además que el acero, el aluminio o el zinc son productos fundamentales para la industria, y que las multinacionales citadas en el párrafo anterior son sus únicos productores en España, por lo que su permanencia en nuestro país adquiere carácter estratégico. 

Por otro lado, la ausencia de contratos de energía estables a medio/largo plazo genera incertidumbre a estas multinacionales, lo que acaba redundando en que retraen sus inversiones o las derivan a otros países. Este factor afecta en este momento a decisiones de inversión muy concreta e importante de estas empresas, cuyos contratos con sus respectivas comercializadoras de electricidad caducan el 31 de diciembre de 2012. Considero por ello fundamental que el Ministerio que diriges dedique desde ya sus esfuerzos a conseguir que las empresas  comercializadoras sean capaces de ofrecer contratos estables a medio/largo plazo a precios similares a los  que  se  podrían  conseguir  en  otros  países  europeos.   Para  ello    sería importante que la estructura de precios no siguiese el modelo marginal, que se utilizase como base alguna tecnología de producción de coste bajo, preferentemente   de    instalaciones   ya   amortizadas  y,   por   último,  que se consiguiese de la Unión Europea el reconocimiento de que este sector industrial está entre los considerados “con riesgo de fuga de carbono”, y que por tanto no debe estar sujeto a la imputación de costes de CO2 a partir del próximo año 2013.…………………………Por tanto, considero fundamental insistir en tu atención sobre la urgencia de la reforma estructural del sistema de costes energéticos y del sistema de incentivos a la construcción naval para garantizar la competitividad de nuestra industria metalúrgica y de nuestra industria de construcción naval, pilares de la economía española y asturiana, y evitar nuevas decisiones de deslocalización de empresas, con la consiguiente pérdida de empleos en nuestro país’”.

 

Finalmente, Álvarez-Cascos explicó que “tanto en la reunión que mantuvimos en su despacho el 1 de marzo de 2012, como en su carta de 8 de marzo de 2012, José Manuel Soria  reconoció que ‘en cuanto a la incidencia de los costes de la electricidad en la industria metalúrgica, coincido contigo en que la solución debe pasar necesariamente por la consecución de acuerdos entre empresas y proveedores que permitan seguir garantizando un precio razonable que salvaguarde la competitividad de este sector. Debemos trabajar para lograr que la industria básica española cuente con un coste energético competitivo y un suministro de calidad dentro de un marco de racionalidad acorde con la normativa comunitaria.……………………………………En definitiva, como ya te transmití en nuestra reunión del pasado 1 de marzo, conozco la difícil situación que está atravesando la industria asturiana y te traslado nuevamente la voluntad del Gobierno de buscar soluciones para promover la competitividad del conjunto del tejido’, pero salta a la vista que no ha hecho nada por conseguirlo. 

 

En conclusión, Álvarez-Cascos afirmó que “como decimos en Asturias ‘en la Rula no preguntan, apuntan’ lo que quiere decir que ya está bien de tanta palabrería del ministro de Industria y tan pocas soluciones que no resuelven el problema de competitividad de la industria española y asturiana. Solo tienen cabida en las preocupaciones del Gobierno de Rajoy el sector financiero y el sector del automóvil. Los demás están abandonados a su suerte y castigados con los costes de la energía que son un 30 % superiores a los de los competidores internacionales, y los riesgos de deslocalizaciones y de pérdidas de empleo ya se están convirtiendo en dramas reales en Asturias”.