Oblanca: “Estos son los presupuestos del ensañamiento del Gobierno de Rajoy con Asturias porque afectan a todos los sectores económicos y sociales”

El senador de FORO defiende un veto al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2015

“Contrasta el paupérrimo balance inversor en Asturias con el gran esfuerzo realizado en otras Comunidades Autónomas lo que confirma, una vez más, el desinterés del gobierno por aplicar los mandatos constitucionales de equilibrio territorial”

El senador de FORO, Isidro Martínez Oblanca, intervino esta tarde ante el Pleno del Senado durante el debate de los vetos presentados por la oposición al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2015. En su intervención, Oblanca resaltó que “estos son los presupuestos del ensañamiento del Gobierno de Rajoy con Asturias porque afectan a todos los sectores económicos y sociales“.

Oblanca citó la situación que atraviesan sectores como minería, industria, agroganadería, pesca, así como los datos de empleo y de población activa, entre otros, para explicar “la deriva de este Gobierno que se plasma en una ley crucial en la que se refleja toda una pésima forma de proceder en el ejercicio de gobernar”.

El senador de FORO también se refirió al “retraso, cuando no parálisis, de obras de infraestructuras que en otras Comunidades Autónomas ya disfrutan desde hace muchos años”.

 

Intervención del senador de FORO (tomada del Diario de Sesiones).

“Muchas gracias, señor presidente.

            Buenos días, señor ministro de Hacienda y Administraciones Públicas.

            Me corresponde el turno final para defender el veto presentado al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2015. Este es el décimo de los vetos al último proyecto presupuestario del Gobierno de Rajoy en esta X Legislatura, pero es la primera vez que ante una ley presupuestaria presento una enmienda a la totalidad. Considero inaceptable y merecedora de rechazo absoluto la deriva de este Gobierno que se plasma en una ley crucial en la que se refleja toda una pésima forma de proceder en el ejercicio de gobernar. Apelo a la Constitución para señalar que estamos ante la certificación del afán discriminatorio cum laude hacia la Comunidad Autónoma de Asturias, gran ignorada en estos años de Gobierno del Partido Popular como prueban las cifras de los sucesivos ejercicios presupuestarios y como remata, finalmente, este proyecto de ley que incumple también el mandato de solidaridad y equilibrio entre los diferentes territorios y nos devuelve en términos de inversión al año 2000; nada menos que 15 años de retroceso.

            Tramitamos en las Cortes Generales un proyecto de ley sumamente lesivo y perjudicial para España, lo es más y específicamente para Asturias porque refleja la contumaz obstinación por una forma de hacer política caracterizada por el trato injusto, reiterándose el sistemático desdeño hacia las necesidades más acuciantes de los asturianos. En su decidida vocación no ya de menospreciar sino de despreciar las propuestas que se realizan desde los grupos de la oposición, el grupo de la mayoría que en el Senado apoya al Gobierno va a emular sin duda lo sucedido en el Congreso de los Diputados, en el que prácticamente no se aprobó ninguna de las 4000 enmiendas presentadas por la oposición.

            Llama la atención, por continuar refiriéndome a mi comunidad de origen, que iniciativas parlamentarias y enmiendas presupuestarias que el Partido Popular planteaba cuando estaba en los escaños de la oposición o incluso cuestiones que reclaman y aprueban ahora en el parlamento regional o en algunos ayuntamientos, aquí se rechazan o se ignoran. Para los asturianos tal menosprecio, semejante desconsideración está teniendo consecuencias demoledoras ya en el presente y también para el inmediato futuro en los órdenes económicos y social.

            Además, con este proyecto de ley de presupuestos generales del Estado para el año 2015, el actual Gobierno de Rajoy prolonga la deriva presupuestaria que hace ya diez años comenzara el anterior Gobierno Socialista de Zapatero, y que ha conducido a Asturias a la cola de los indicadores económicos oficiales, llevándola a una profunda recesión que se mide en la disminución generalizada de la actividad económica reflejada a través de la bajada en tasa anual del producto interior bruto.

            Asturias es la comunidad autónoma más empobrecida de España en los últimos seis años con datos negativos que no admiten contestación. Son miles los asturianos fundamentalmente jóvenes que abandonan la región ante la falta de presente y de futuro. Compárense también las cifras crecientes de los concursos de acreedores o las de morosidad de familias y empresas con trabajadores que tienen salarios que crecen por debajo de la media nacional.

            Sufrimos la tercera mayor caída nacional en exportaciones. Son cifras estas y otras que se añaden a los desequilibrios acumulados durante la larga crisis que ha arrastrado a Asturias a lo largo de esta legislatura a mantener la tasa de población activa más baja de España varios puntos por debajo de la media nacional.

            El aislamiento de Asturias continúa. Llevamos más de una década de retraso para disponer de infraestructuras de trasporte y comunicaciones que muchas otras comunidades ya disponen desde hace años. Véase, por ejemplo, la autovía del Cantábrico que está completada en toda su extensión de casi 600 kilómetros salvo el último tramo, entre Pendueles y Unquera de 4 kilómetros, que va a superar los 82 meses de récord de desidia y que el proyecto de ley de presupuesto presentado por el Gobierno recibirá 12 millones de euros, la misma cantidad que los 20 kilómetros paralizados de los tres tramos ante Doriga y Cornellana. Esto da una idea del insignificante entusiasmo por recuperar los años perdidos para completar otra autovía que este Gobierno paralizó, la autovía del suroccidente, a cuya construcción estos presupuestos dedican 12 millones de euros en un, ¡ejem!, alarde pirotécnico para tratar de hacer ver que se hace algo donde no se ha hecho otra cosa en esta legislatura que perder el tiempo. No está de más recordar que ya en el año 2012 se anunció para esta misma infraestructura una inversión de 14 millones de euros que quedó en el olvido, sin ejecutar.

            En materia de transporte ferroviario, Asturias da marcha atrás. La alta velocidad va a ser convertida a peor. De lo que fue un extraordinario proyecto concebido para comunicar Madrid, la capital de España, con la capital del Principado en un tiempo acorde al siglo XXI, no va a quedar ni las raspas con el cambiazo del ancho de vía internacional UIC por el ancho ibérico de Renfe a lo largo de la variante de Pajares.

            El Gobierno nos lleva de pretexto en pretexto, de engaño en engaño. Ahora, ya nos están publicitando como un logro prodigioso, que no se sabe cuándo, la distancia entre Madrid y Oviedo se recorrerá en tres horas y cuarto, ocultando la justificación política que amparó el acuerdo del Consejo de Ministros que puso en marcha en el año 2000 el Plan de Infraestructuras de Transporte por el que se justificó la monumental inversión realizada por los españoles en la variante de Pajares, realizar este recorrido en dos horas y cuarto. Una inversión cuya rentabilidad social ha postergado este Gobierno con artimañas propagandísticas que han tratado de justificar ante la opinión pública la merma de inversiones en las obras de los túneles asturianos, mientras la ministra de Fomento se volcaba en infraestructuras ferroviarias en otras comunidades vecinas, y no precisamente en León, donde al anacronismo de la nueva estación en fondo de saco inaugurada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero se va a sumar el Gobierno del PP con un intercambiador de ancho de vía que complementa la prostitución del trayecto entre León y Asturias urdida por este Gobierno en un atropello histórico a los asturianos.

            Las inversiones para Asturias en este proyecto de ley de presupuestos ascienden a 333,4 millones de euros, lo que significa un incremento respecto del año anterior del 12%; este incremento no supone ningún consuelo porque en el actual ejercicio 2014 había disminuido un 31,6% y el año anterior, un 19%. La asignación presupuestaria para Asturias ha retrocedido a niveles de principios de siglo, sin contar con la ejecución de las diferentes partidas que lamentablemente no han coincidido en estos dos años con lo planteado en la correspondiente ley presupuestaria; contrasta el paupérrimo balance inversor realizado por el Estado en Asturias con el gran esfuerzo realizado en otras comunidades autónomas, lo que confirma, una vez más, el desinterés del Gobierno por aplicar criterios de equilibrio territorial.

            Una Asturias cuya minería del carbón galopa hacia el cierre. Estos presupuestos camuflan el cierre traumático de la minería pública y privada. En el actual ejercicio, el régimen de ayudas a la exportación se recortó un 51% y en este proyecto de ley se perpetra un nuevo recorte, esta vez del 21%. Las ayudas empresariales están paradas desde 2011 y también se recorta otro 18% sobre la consignación del actual ejercicio. Después me referiré a los fondos mineros y a la desobediencia civil que practica el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, hoy en búsqueda y captura en el Principado de Asturias, con las sentencias que les condenan por las decisiones ilegales que el primer consejo de ministros de Rajoy llevó a efecto a finales de 2011. Pero hay que resaltar que el Gobierno ha abandonado a las comunidades autónomas y ayuntamientos mineros a su suerte, sin firmar un solo convenio con cargo al Plan de la minería, lo que significa desertización en las cuencas mineras.

            Asimismo, el sector agroganadero ha resultado escandalosamente marginado en el último reparto de la política agraria común, la PAC; marginado también todo el sector pesquero, al que lejos de proteger y preservar este Gobierno trata como malhechores y se les pretende aplicar una política de sanciones severas, de palo y tentetieso, mediante una reforma legislativa en ciernes que tiene todos los visos recaudatorios, como ha sucedido con otras reformas aprobadas en el actual mandato a instancias del Gobierno y con el exclusivo apoyo de su mayoría parlamentaria.

            Este proyecto de ley supondrá la continuidad de una década de engaños basados en partidas ficticias que naturalmente han penalizado, y de qué forma, a los asturianos. Permítanme que les ofrezca unos datos actualizados en materia de empleo que, como es conocido, fue la principal promesa del Partido Popular en su campaña electoral de hace tres años. Lo primero, el empleo, rezaban los carteles. En el conjunto de España y con los datos conocidos muy recientemente, el año 2013 se cerró con 5 896 300 personas en paro, 69100 menos que a finales de 2012, lo que supone la primera reducción interanual desde mediados de 2007, justo antes de que estallase la crisis financiera. Sin embargo, la bajada del número de personas desempleadas no se debe a la creación de puestos de trabajo sino a la pérdida de población activa formada por los ciudadanos que tienen empleo o que lo buscan.

            España tiene una de las tasas de actividad más bajas de Europa y se sitúa en el 59,5%, cuando en el centro de Europa ronda entre el 70 y el 80%. El paro baja pero también la ocupación, cada vez hay menos trabajadores en España. En el cuarto trimestre hubo 16 758 200 ocupados en España, 199 000 menos que a finales del año 2012. Repito, en materia de empleo se constata desgraciadamente otro fracaso del Gobierno que en este proyecto de ley de presupuestos generales tampoco modifica un ápice su política respecto a Asturias. Según los últimos datos publicados este noviembre, el número de parados registrados se ha incrementado en 2119 personas en octubre, acumulando con ello tres meses seguidos de subida del paro, lo que demuestra que Asturias sigue en su imparable decadencia, con un incremento del paro del 6,44%, el triple que la media de España, en los 3 últimos meses, lo que demuestra el proceso de divergencia que caracteriza la situación económica de la región.

            En estos tres últimos meses, la evolución del paro en Asturias presenta la tercera peor cifra de todas las comunidades autónomas, solamente superada por Cantabria y Baleares, aunque en ésta el factor de estacionalidad de la temporada turística no tiene nada que ver con las comunidades autónomas del Cantábrico. El número de desempleados inscritos en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo de Asturias el último día del mes de octubre asciende a 99 337 personas, lo que ha supuesto un incremento de 2119 personas respecto al mes anterior. En términos porcentuales, equivale a una subida mensual del 2,2%, es decir, casi medio punto por encima de la que alberga la media de España, el 1,78%. Para el conjunto del país, el crecimiento en el número de desempleados el pasado mes de octubre ha sido de 79 154 personas, alcanzado una cifra total de 4 526 804 desempleados. En términos interanuales, la caída de la cifra del paro en Asturias, que ha sido del 4,8%, equivalente a casi 5000 personas y por debajo de la media de España, el 5,91%, supone la cuarta peor evolución detrás de Andalucía, País Vasco y Extremadura, lo que refleja la incapacidad del Gobierno hacia una recuperación económica, máxime cuando la creación de empleo, como dije anteriormente, es la prioridad de su política a lo largo del mandato.

            Respecto a las afiliaciones a la Seguridad Social, les diré que es preocupante que en Asturias el número de afiliados se haya reducido a un 0,35% respecto al mes de septiembre, frente a la subida del 0,17% que refleja la media española. Asimismo, mientras la evolución del conjunto del país, en términos interanuales, ha sido positiva, con una subida del 2,02%, en Asturias ha sido negativa, manteniendo la divergencia con la evolución de la media de España, con una caída del 0,04%, siendo la comunidad autónoma que presenta la segunda peor cifra del conjunto del país.

            Cierro el capítulo del empleo y la escasa traslación de este proyecto presupuestario y de los anteriores en políticas eficaces para la creación de empleo en España y en Asturias para pasar a otra cuestión de enorme interés para nosotros, relativa a las importantes cantidades que el Estado tiene pendiente desde hace años con las cuencas mineras asturianas en materia de los denominados fondos mineros; es más, la total ausencia de partidas adecuadas y de cifras específicas confirma la táctica dilatoria del Gobierno de Rajoy para incumplir la sentencia firme que obliga al Estado a pagar 213 millones de euros, que son imprescindibles para Asturias y, especialmente, para las cuencas mineras que están azotadas por el paro y amenazadas con la desertización. Cabe insistir en que los fondos mineros no son un regalo o una concesión gratuita, son el resultado de los acuerdos alcanzados por la minería del carbón en un periodo de crisis económica, por lo que nuestras cuencas perdieron miles de puestos de trabajo, cerraron muchos pozos y exportaciones, y renunciaron a la producción de varios millones de toneladas de carbón anual. La prueba de la legalidad de los compromisos de inversión con cargo a los fondos mineros es que los tribunales de justicia dieron amparo y firmeza hace ya ocho meses a la reclamación iniciada por el Gobierno autonómico, tras la flagrante vulneración de los compromisos perpetrada por el primer Consejo de Ministros presidido por Rajoy a finales del año 2011.

            A la hora de elaborar el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno también ignora uno de sus grandes y principales compromisos electorales: la reforma del modelo de financiación autonómica. Es decir, para afrontar su cuarto y último ejercicio presupuestario, el Gobierno declina finalmente la reforma de un sistema que es lesivo para algunas comunidades autónomas ?Asturias, desde luego?, a las que se continúa aplicando un modelo de financiación que el actual ministro de Hacienda y Administraciones Públicas votó en contra cuando estaba en la oposición, tras rechazarlo contundentemente con expresiones y descalificaciones muy duras. ¿Cómo se explica que un sistema, que fue calificado por el diputado Montoro como injusto, insolidario y ejercicio de prepotencia, rayano en el delirio, no haya sido modificado por el ministro Montoro en esta legislatura. ¿Cómo se explica que el Partido Popular se desdiga de lo que dejó plasmado en su programa electoral, bajo el título de “Lo que España necesita”? Pues lo de Montoro y su programa se explica porque se han burlado de los españoles. Este proyecto es otra pieza más del colosal artificio del Gobierno de Rajoy en que se ha convertido esta X Legislatura.

             Una parte sustancial de los ingresos contemplados en el proyecto de ley se basa en la reforma fiscal que completó su trámite en las Cortes Generales durante el último Pleno de esta Cámara Alta hace dos semanas, y que refleja la incapacidad del Gobierno para aplicar las medidas para disminuir las cargas impositivas de los contribuyentes españoles. No obstante, existe una gran falta de realismo al confiar un aumento de los ingresos de 3800 millones de euros al crecimiento teórico de consumo que tanto mermó, o la sucesión de subidas y más subidas impositivas a lo largo de los últimos tres años.

            De no menor importancia para rechazar de plano este proyecto de ley es la subida teórica de las pensiones, que en la práctica afecta mucho más al número de perceptores de estas que a lo que cobrarán todos y cada uno de los pensionistas españoles. Cabe señalar que, en esta legislatura, el Gobierno excusó una mayor inversión en Asturias por la cuantía total de las pensiones recibidas por los asturianos, ignorando que este es un derecho adquirido por los trabajadores una vez cumplida su etapa laboral y como consecuencia de las contribuciones retraídas de sus salarios.

            En modo alguno pueden calificarse, como ha proclamado campanudamente este Gobierno, que los presupuestos de 2015 van a ser los presupuestos de la recuperación y del empleo; eslogan que, por otra parte, ha sido prolijamente repetido por el propio Gobierno y sus apoyos parlamentarios en cada uno de los trámites anuales de las leyes presupuestarias. La realidad de la calle es muy distinta, y las familias sufren más que nunca la incertidumbre y la falta de futuro, como prueban las cifras de españoles sumidos en el umbral de la pobreza, la merma de la capacidad adquisitiva, la pérdida del poder adquisitivo de los pensionistas y la proliferación de los contratos basura para aquellos trabajadores que tienen la suerte de incorporarse al mercado laboral. Hace unos días resultó espeluznante conocer que la caída generalizada de los salarios ha arrastrado al 34% de los trabajadores españoles a ganar menos de 645 euros mensuales; hoy llegar a ser mileurista es una quimera para muchísimos trabajadores.

            Con este proyecto de ley estamos ante la culminación de una sucesión de incumplimientos que contradicen de manera flagrante las prioridades y compromisos electorales señalados enfáticamente a finales de 2011 tanto por el Gobierno como por el Partido que le da apoyo parlamentario. Esta ley presupuestaria y las 3 anteriores rematan algo insólito en estas diez legislaturas democráticas: un partido que gobierna con mayoría absoluta en las dos Cámaras pero que no puede exhibir el cumplimiento de algunos de sus principales compromisos electorales. Ha sido el Gobierno de Rajoy una máquina de triturar los compromisos pactados hace 3 años con los ciudadanos, y hace 3 años, 1 mes y un día con las obligaciones adquiridas en el discurso de investidura del candidato a la presidencia ante los representantes democráticos de los españoles.

            Estos son los presupuestos del ensañamiento del Gobierno de Rajoy con Asturias, porque afecta indistintamente a todos los sectores económicos y sociales de mi tierra; un ensañamiento que tiene en la minería, en las autovías, en los ferrocarriles, en los puertos o en el aeropuerto muestras visibles de sus efectos negativos, pero que también afecta al sector de la minería, a los ganaderos masacrados por el reparto de la política agraria común, a los pescadores castigados sin cuota y perseguidos con sanciones; una Asturias sacrificada con el déficit a la carta, que nos ha empobrecido más que a nadie en España.

            También la industria tiene su propia espada de Damocles sobre su inmediato futuro, mientras que el Gobierno se inhibe ante la falta de competitividad de nuestras empresas en la metalurgia, el acero, el zinc y el aluminio, que se ven acosadas por los efectos de una política energética irresponsable, que pone en peligro miles de puestos de trabajo y de la que el Gobierno hoy se desentiende.

            Así las cosas, este Proyecto de Ley de presupuestos generales del Estado para el año 2015 presentado por el Gobierno resulta absolutamente inadecuado para España y peor aún para Asturias. Se agradece y se reconoce la presencia del señor Montoro en este debate. Es una muestra de respeto al Parlamento, y especialmente a esta Cámara Alta, tan olvidada por sus colegas del banco azul a la hora de tramitar las leyes aquí en el Senado. No habrá sido fácil para usted aguantar 5 horas y media desde las nueve de la mañana la sucesión de reproches parlamentarios; pero yo soy de los que creen que donde las dan, las toman, y estoy seguro de que eso enriquece la actividad del Senado, algo que, desde luego, le honra, porque tal y como señalaban otros portavoces, su presencia ha sido una constante en esta legislatura, y esto se agradece.

            Decía el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas durante la presentación de este asunto, que en 3 años se había desarrollado una política económica pensada en los más vulnerables, con reformas para competir en el mundo y crear empleo. Nosotros discrepamos profundamente de esta visión festiva, que consideramos falsa, ajena a la realidad social y económica de la calle, dañina y funesta para el conjunto de la sociedad, pero muy especialmente para su clase media; una visión insolidaria, sin crédito, desalentadora para las familias, para jóvenes y mayores, producto de un Gobierno dormilón, que ha desatendido, comenzando por su presidente, sus obligaciones de liderazgo, provocando un clima social de honda preocupación por el inmediato futuro de España, que va en aumento día tras día. Sin salir de Asturias, sin salir de una tierra maltratada por el Gobierno, hay motivos sobrados para vetar este proyecto. Y por eso, al igual que otros grupos parlamentarios y senadores, creemos merecedora de devolución esta ley, que rubrica, desde el punto de vista presupuestario, un proceder artero y una conducta política de impostura, que, con un año 2015, en el que habrá diferentes convocatorias municipales, autonómicas y generales a las urnas, ni siquiera merece el calificativo despectivo de electoralista.

            Muchas gracias, señora presidenta”.