Os agradezco también que hayáis elegido Avilés, una ciudad ejemplar por tantas razones, incluidas las deportivas.

Y os agradezco especialmente que me hayáis reservado la entrega del premio a la Mejor Deportista Promesa a Ángela Salvadores. Me hubiera hecho ilusión cualquier otro, para qué negarlo, pero creo que ella representa muy bien cuál es el futuro de nuestro deporte. Un horizonte competitivo, internacional, de una juventud que resulta casi ofensiva para algunos como el que os habla y, muy importante, femenino. A vosotros esto puede sonaros a cosa sabida porque convivís a diario con esta realidad, pero resulta muy revelador de nuestra evolución: el porvenir del deporte asturiano lo simboliza hoy una ovetense baloncestista de 17 años que dentro de unos meses cruzará el Atlántico para jugar en la Universidad de Duke, en Estados Unidos. Los que tenéis unas cuantas décadas a la espalda, pensad si esto era imaginable hace unos años.

Ángela, debes estar muy orgullosa de lo que ya has conseguido. Nosotros también nos lo podemos permitir: estamos muy orgullosos de ti y de tu valía. Si tú representas hoy nuestras mejores promesas deportivas es que algo estamos haciendo bien como sociedad.

Como andamos por vísperas electorales, tengo más razones para reiteraros algo que ya es una constante en mis intervenciones en esta gala: el protagonismo es exclusivamente vuestro. Los trofeos, las distinciones, los méritos los habéis ganado a pulso, con las horas de esfuerzo que acumuláis a diario. Por lo tanto, los focos deben buscaros a vosotros. Debe quedar muy claro: aquí los protagonistas tienen nombre y apellidos, y se llaman Ángela Salvadores, Jorge Egocheaga, Raúl Entrerríos, Santiago López Cid, Abelardo Fernández, María Schlegel, Raquel Espinosa, Sara Rodríguez, José Alberto Álvarez, José Luis Quirós, Javier Elósegui, Jesús Castañón, la federación de Baloncesto y el club Unión Financiera Oviedo Baloncesto. El presidente está aquí para aplaudir públicamente en el nombre del Gobierno de Asturias vuestros éxitos, vuestro tesón, vuestra trayectoria, la entrega individual y colectiva. Hoy soy un aficionado al deporte –también un humilde practicante, dicho sea de paso— que disfruta con vuestra cercanía.

Sé, además, que en esta legislatura ha habido pocos recursos económicos para el deporte, muchos menos que en épocas anteriores, pero incluso con esas dificultades presupuestarias hemos procurado atender vuestras necesidades. Espero que la recuperación, si se consolida, permita corregir adecuadamente estas carencias. Os los merecéis.

Termino. Dije que las cámaras y los flashes deben perseguiros a vosotros y vuestras palabras porque sois los verdaderos protagonistas. Pero hay alguien al que no encontrarán por más que le busquen. Es otro protagonista indiscutible de esta noche, alguien que está presente, que nos acompaña en esta gala y que dio el mayor salto adelante del atletismo asturiano en su historia. Porque creo que hoy, aquí, en el teatro Palacio Valdés, todos queremos rendir un homenaje a Yago Lamela. Dediquemos este acto a la memoria de quien nos permitió volar tan lejos.

 

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