El gerente de Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), Tácito Suárez, y el director general de Salud Pública, Julio Bruno, han presentado hoy la estrategia Personas sanas, poblaciones sanas, el documento que guiará la atención a los enfermos crónicos y marcará el futuro de la asistencia sanitaria en Asturias durante los próximos años.

La estrategia se articula a través de cuatro grandes líneas políticas: Enfoque poblacional, Salud en todas las políticas, Participación y autonomía del paciente, Continuidad asistencial y Adaptación de las intervenciones, que se hacen operativas a través de los 21 proyectos estratégicos que se desarrollarán en todas las áreas sanitarias, con unos responsables, unos objetivos y unas líneas de acción concretos. Entre las iniciativas innovadoras figura el desarrollo de sistemas de gobernanza local, escuelas de pacientes, protocolos para pacientes crónicos complejos y promoción de los activos comunitarios.

La cronicidad es un problema creciente que, según los datos de la última Encuesta de Salud, afecta ya al 32% de la población asturiana, y que genera hasta el 70% del gasto sanitario. Las enfermedades crónicas, fundamentalmente las cardiovasculares, la diabetes, la artrosis, ciertos tipos de cáncer, los problemas respiratorios y determinados problemas de salud mental provocan el 80% de las consultas de primaria y el 60% de los ingresos hospitalarios. Por esta razón, la atención a la cronicidad ofrece también la oportunidad de conseguir una mayor eficiencia en el gasto sanitario, sin reducir presupuesto.

Los 21 proyectos estratégicos definidos para mejorar la salud de la población asturiana y sus determinantes persiguen desarrollar un nuevo modelo de asistencia sanitaria que permita afrontar con buenos resultados el aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas en Asturias. La elaboración del documento ha contado con la colaboración de más de 250 profesionales y la importante contribución del Consejo Asesor de Sanidad, en cuyo seno fueron aprobadas 16 directrices de interés para la atención de las enfermedades crónicas.

La estrategia implica beneficios para los pacientes, que verán cómo el Servicio de Salud se adapta de un modo más adecuado a las atenciones que precisa su enfermedad, y a los que se ayudará a tomar las riendas de su proceso. Además, mejorará las condiciones de trabajo de los profesionales, que podrán dedicar su tiempo a actividades con mayor valor añadido y evitar trámites burocráticos innecesarios.

El enfoque poblacional del proyecto servirá, además, de ayuda al conjunto de las administraciones públicas, sobre todo a las corporaciones locales, por su proximidad a los ciudadanos, y les permitirá reorientar sus recursos hacia la promoción de la salud y la vida saludable. Cabe destacar que, después del desempleo, la sanidad es el problema que más preocupa a los ciudadanos.

El gerente del Sespa, Tácito Suárez, ha asegurado que el desarrollo de la estrategia comenzará de manera inmediata. Por su parte, el director general de Salud Pública ha insistido en que se trata de un proyecto “sólido y bien articulado” destinado a mejorar la salud de los ciudadanos “actuando sobre sus determinantes y reorganizando las actuaciones sanitarias y comunitarias”.