Fecha de nacimiento: 18 de Junio de 1.938 (por la tarde)

Lugar de nacimiento: Degaña (Asturias)

Con estos datos es muy difícil identificar a nuestro personaje, pero si les decimos que es concocido en todo el concejo de Colunga como "El Invasor", sobrenombre que le molesta o no, dependiendo del tono en qué se le diga y de la persona que lo haga.

Gabriel es uno de los comerciantes más veteranos del concejo, y aunque ya está jubilado, alterna su pasión ,que es la huerta ,con el acompañamiento de su esposa Mandi mientras atiende su "Hiper Colunga" como antaño lo bautizara, aunque su nombre real es Comercial Mandi. “Tengo que estar aquí porque hay mucho Malandrín y nunca se sabe…

No hay pieza, objeto, material de ferretería, pintura ni botella de buen vino - de lo que entiende mucho- que no se encuentre en su establecimiento, aunque haya que estar una hora buscándolo, pero lo tiene. El horario también es de chinos.

Detrás de Gabriel hay toda una historia, todo un perfil humano y una filosofía de vida. Gabriel le da poca importancia a lo superfluo y se adapta al medio como nadie, solo hay que verle con su peto impertérrito en verano y en invierno. No se ha hecho rico con el trabajo, pero casi, aunque nadie duda de que se lo merezca.

Invasor
 Gabriel Meléndez Menéndez

Gabriel, por favor, haznos un pequeño Currículum vitae.

Nací en Degaña, concejo de la Asturias profunda próximo a León y Galicia, en donde el médico y el maestro tenían que venir a caballo.

MI abuelo descendía de los ingleses asentados en Babia, de ahí el Meléndez. MI padre con 5 años se trasladó con su familia a la Argentina. Allí, siendo un niño aún, trabajaba como recadista en un famoso café-teatro de Buenos Aires donde conoció a personajes muy famosos como el Gaiteru de Libardón. Con un poco de dinero y mucha cultura regresó a su tierra natal en donde llegó a Secretario Municipal, aunque el sueldo era muy pequeño y las presiones de los caciques muy grande.

Yo tuve que ponerme a cuidar ganado en el monte para aportar algo de dinero a la casa. Desde los 9 años hasta los 13 los pasé en los montes con el ganado, asistiendo a clase privada con los "Maestros Babianos", descendientes de ingleses, que venían hasta el pueblo. En muchas ocasiones tuve que enfrentarme a los lobos a pedradas para que no atacasen el rebaño. Como ves, nadie me ha regalado nada.

Desde los 14 hasta los 18 años trabajé como peón en la construcción. Seguí asistiendo a clases particulares para finalizar los estudios primarios. Luego, con la ayuda de otro profesor particular, preparé el acceso a la Escuela de Capataces. Nos presentamos 65 aspirantes para 25 plazas. Había muchos bachilleres, pero yo saque el puesto 15 con el que ingresé en la Escuela de Capataces Mecánicos Agrícolas "Granja Florencia" de Zamora. Por mi constancia y aprovechamiento conseguí finalizar los estudios de Capataz Agrícola como segundo de la promoción.

De los 18 a los 22 años tuve que volver a la construcción trabajando como albañil e, incluso, como Encargado de gente de mi edad y mayor que yo. Luego me trasladé a Cangas de Onís en donde estuve como Encargado de unas fincas propiedad de la Central Eléctrica La Estrada.

A los 28 años me trasladé ya a Colunga, junto con uno de mis hermanos. Éramos siete pero uno se murio , aunque ya sabes que en aquella época no había televisión……..¿Me entiendes, no?. En Colunga comencé a trabajar en el Lavadero de Cerdos de las Riera y fue como un bombazo para los habitantes de esa localidad ya que veían en mí a alguien que venía a usurparles su trabajo, ahí fue donde me pusieron el sobrenombre de "El Invasor". Después atendí un vivero consorciado con La Pomológica. Las cosas no nos iban mal y puse un explotación con 2.000 gallinas ponedoras. A los 35 años me casé con una hermosa chica de Infiesto, Mandi, Armandina Estrada, con la que sigo casado, afortunadamente, por que tal y como están los tiempos..... (se ríe guasón mientras Mandi le observa con gesto de enfado). Para poder atender debidamente a la carga familiar (vuelve a reírse con guasa) me puse a trabajar en venta ambulante de patatas y artículos de alimentación ganándome la simpatía de la gente, ya que les daba consejos sobre plantaciones y agricultura en general.

Hace 25 años, creo, puse la primera tienda en donde hoy está el Estanco, luego me trasladé a la calle de las Palmeras en donde establecí el "Hiper Colunga". Hace doce años le compré a Juan Llamas este maravilloso bajo y establecí mi último negocio, este que conocéis. Ya estoy jubilado pero hasta que no vendamos el negocio, o sea el bajo y la mercancía, seguiré viniendo a acompañar a Mandi, ya sabes, por si acaso...

¿Pides mucho? Lo mismo que piden por los bajos próximos, y casi regalo 30 millones de las antiguas pesetas en mercancía.

Eso son muchos euros para un matrimonio sin hijos ¿Qué sabes tú cuánto vamos a vivir todavía?

¿Cómo ves el comercio en el Concejo? Fatal. A nosotros nos abrasan a impuestos, a multas por cualquier tontería, y llegan los grandes supermercados y abren sin licencia. Interés público dicen. Yo lo he oído en la calle y leído en la prensa.

¿Cómo ves la política actual? Prefiero no opinar. Solo te diré que en España hay un 90 % de gente honrada, trabajadora y decente, que levantamos esta nación, pero hay un 10 % de Malandrines, quinquis y políticos que están empeñados en lo contrario. Esto es como la moda femenina, un negocio. Este año se lleva la minifalda, el que viene por los tobillos, el siguiente se lleva un cinturón ancho, el caso es “mover”, que es dónde está el negocio. Esto se ha estancado y el capital tiene que mover el cotarro. Mucho me temo que la quisieron armar en el 34 unos, la armaron en el 36 los otros, y ahora la historia se quiere repetir. Ojala me equivoque .

Siempre te quejas de los jóvenes de hoy. ¿por qué?. Pero si la culpa no la tienen ellos, la tienen los padres. Hoy no hay un respeto. Cuando paso por Loreto en bicicleta tengo que soportar insultos y de todo, solo temo que un día hasta me agredan.

¡No será para tanto! ¡Hombre que no!. Hace dos años, por las Fiestas de Loreto, un grupo de chavales de Lastres trataron de robar una botella de Ponche, como Mandi les vió la empujaron al suelo. En ese momento llegué yo, y no hubo una desgracia por que Dios no quiso ya que estuve tentado a meterle a uno con una maza en la cabeza. Seguro que el sinvergüenza luego sería yo. Y es que no hay respeto, ni justicia ni nada. Mira, precisamente estoy leyendo un libro que habla de la decadencia de la Sociedad actual, de la corrupción de la policía, la justicia, los periodistas. Este libro es muy bueno. Debería estar en todas las bibliotecas públicas, pero estoy seguro que lo esconderían……

Y el Ayuntamiento ¿qué? Ni palabra. Como sigan subiendo los impuestos no sé que va a pasar…. ¡paso!

Gracias, Gabriel A vosotros