La famila Granda, de Lastres a Cuba

Joaquín Granda y Cristina de la Torre, eran naturales de Luces, pueblo perteneciente a la parroquia de Lastres. Al contraer matrimonio se establecieron en Lastres, en el Barrio de el Fontanín. El matrimonio tuvo 10 hijos 6 varones: Manuel, Justo, Agustín, José, Juan, Victorio, y 4 hembras: Asunción, Elvira, Piedad y Maria.

Hermanos Granda
   Hermanos Granda, una fiel representación de la
   emigración lastrina a Sudamérica. Principios S XX.

Joaquín y Cristina eran labradores, y en algunas ocasiones "Xuacón" (como llamaban a Joaquín), hacía de transportista de pescado, especialmente de bonito, llevándolo desde el puerto a las fábricas de conserva. En aquellos tiempos no había medios de transporte: camionetas... además de esto la subida desde el muelle a San Antonio era un barrizal sobre todo si llovía, por eso cuando era temporada de bonito, las lanchas llamaban a "Xuacón" para que este con su pareja de vacas llevara la mercancía hasta las fábricas de conserva. Estos barcos boniteros eran generalmente vascos y "andaban al día", es deir salían por la mañana y entraban a la noche. Siempre lo hacían a vela o remo pues en aquellos tiempos no había motores y por esto debido al tiempo, unas veces entraban primero que otras, por lo que "Xuacón" podía estar con su pareja y el carro llevando el bonito hasta altas horas de la madrugada.

Remedios, Cuba
   Remedios, Cuba

Como ya se mencionó con anterioridad, el matrimonio tuvo 10 hijos, y todos los varones emigraron a Cuba, concretamente a Remedios. La madre, Cristina le pedía dinero al párroco Don Victorio, el cual estaba muy vinculado a la familia.

Primero marchó Manuel, luego Justo, Agustín, José, Juan y Victorio. La marcha se hacía de la siguiente manera. Manuel cuando ganara tenía que mandar el importe del pasaje para que el segundo pudiera viajar y así sucesivamente. A estos hijos la madre les decía que al que no mandase el dinero se lo descontaba de la herencia y de esta forma fueron llegando a Remedios, siendo Victorio, el más joven el último en hacerlo.

También fue Victorio el primero en regresar, pues habiendo enfermado su padre, la madre le llamó para que la ayudase con la hacienda. El tiempo que estuvo en Cuba trabajó en una panadería y tuvo una relación con una mulata de la que nació una niña llamada Emerlinda Granda Anerazti.

En su regresó a España invirtió todo el dinero ganado en en su aventura Americana en una Camioneta, pero el negoció tuvo los resultados esperados. La madre e hija se fueron de Remedios, no sabiendo unos de otros hasta que un dia pasado mucho tiempo la niña queriendo saber de su padre contactó con sus tios y le escribió.

Por aquel entonces Victorio estaba casado y con dos de los cuatro hijos que tuvo. Se siguieron carteando mucho tiempo y en una de las cartas le decía a su padre que se había casado y que su marido tenía una herrería. En otra le comentaba el nacimiento de su primer hijo y así otro y otro hasta el cuarto hijo barón dando por terminada la maternidad al no conseguir una niña. Victorio la animaba diciéndole que su matrimonio tuvo 5 hijos varones 3 vivos y 2 muertos y a la 6 vino la niña.

En una de sus cartas Emerlinda le decía que tenía mucho interés en conocerle o al menos a su hermano mayor pues ella pagaría pasaje y estancia ya que su economía estaba bien y vivía sin agobios pero ni padre ni hermano optaron por ir, olvidándose todo con el paso del tiempo. Victorio murió y los hijos nunca más supieron de la hermana cubana hasta que un buen dia en el que recaló por Lastres una hija de Juan, llamada Cristina a la que le preguntarón si conocía a su prima Emerlinda, diciéndoles esta que si y que la llamban la bella pero que desgraciadamente había muerto.

Así termina esta pequeña historia sobre la familia Granda de la Torre, Cristina, Xuacón y su hijo de su Victorio.