Rumores

Capitulo II de la novela Villaviciosa Hermosa. 

Ahora todo el mundo pretende haberlo visto venir? al parecer, soy el único que no se enteró. Bueno, en parte es así, sólo en parte y al principio nada más. Lo cierto es que, pese a vivir en el número 7 de la calle de La Habana, justo frente al lugar de los hechos, no había captado signo alguno de movida.

Cuando salgo, mi perro Julen, toma el mando. Ahora está frenético: es época de celo. No tengo que disculparme, ¿por qué tendría que hacerlo? La cuestión es que no dejé escapar la ocasión de enterarme y lo hice, creo que bastante bien.

La terraza de la Zapica no es del gusto de Julen, no sé muy bien si porque no dan “tapinas” o porque no

le gusta el ambiente.

Aquel día tenía que solicitar una fe de vida y al salir del juzgado, Julen pareció cambiar de opinión. Nos instalamos en una mesa libre y nos metimos, sin sospecharlo, al menos en mi caso, en la “movida”.

Para que todo quede bien claro, lo cuento tal y como lo viví entonces:

Mis vecinos de terraza estaban muy alborotados y no tuve mérito alguno en escuchar lo que decían o en observar lo que hacían. Gritaban, gesticulaban y actuaban.

­Huele a Chanel de la viuda de Clicquot en la cuna del Gaitero. ¿Qué más puede pasar? ­Xandru pone ritmo y voz a su eterno personaje de marqués de Bradomín.

­Conservas el olfato, querido? yo huelo raro, pero no veo lo que pintan el Gaitero y la Viuda. ­Chunchi y Xandru siempre se muestran así, con éstas u otras palabras, pero con el mismo pique.

He oído algo sobre el Gaitero y los chistes fáciles sobre la Veuve. En Villaviciosa, todos los días se habla del Gaitero y el tema me aburre. Asisto al espectáculo desde una mesa cercana. Siempre me saludan, pero nunca me han invitado a unirme a ellos.

Chunchi tiene sobrepeso, pero está convencida de estar muy buena, como ella afirma que opina su médico. Yo creo que es un poco “vieja verde”? se tiñe las canas de azul Mahón, el de los antiguos buzos de trabajo. Proclama un alto poder adquisitivo y deja muy claro su papel de residente de temporada, aunque debe de tratarse de su vivienda preferida, a juzgar por la frecuencia con que la veo. Es muy intrigante y quiere saber todo lo que se cuece, especialmente si se trata de un lance entre el señor feudal y la viuda de Clicquot.

En realidad es Xandru quien carece de interés por los iconos. Menciona datos significativos: no hay aparcamientos libres en la calle de la Habana? todos están ocupados por la aparición repentina de vehículos de alta gama y ha visto que los ocupantes de los mismos se dirigen a las viviendas sociales de enfrente. Conociéndole, sé que ha visto algo y que tiene buen olfato.

¿Por qué se pone tan farruca la Chunchi? Se me ocurren muchas explicaciones, pero, en todo caso, no es algo de mi incumbencia. Las cosas habrían quedado así si no hubiera aparecido Max, otro de los que se pasa el día callejeando.

­¡La que se está montando! Una fiesta por todo lo alto de gente que vive en las viviendas que pagamos nosotros. Lo hacen a lo grande y se traen todo de Madrid. Sus pretenciosos cochazos desbordan las plazas de parking y apesta a Chanel.

­¿Veis como tenía razón? Apesta a Chanel ­Ataca Xandru como si de su autoestima se tratara. Ya tiene

un auditorio de 10 personas, incluyéndome a mí.