La consejera de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, ha reivindicado hoy el papel de todos los ayuntamientos representados en el Consorcio para la Gestión de los Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa) y se ha comprometido a trabajar por que la pluralidad política sea el preludio de “un liderazgo compartido entre los 78 concejos asturianos y el Principado”. Fernández ha realizado estas declaraciones tras ser reelegida presidenta por la junta de gobierno del consorcio con el 77’31% de los votos y el apoyo de PP, IU y PSOE.

La titular de Medio Ambiente, que ha destacado la importancia de trabajar conjuntamente para que Asturias sea una “comunidad ejemplar en la gestión de residuos”, ha reiterado que “todos los ayuntamientos, cada uno en su ámbito de responsabilidad, han de ser protagonistas de este proceso”.

La junta de gobierno ha elegido también al director general de Calidad Ambiental, Manuel Gutiérrez, vicepresidente de la entidad, además de designar a tres de los seis integrantes de la comisión delegada del consorcio y del consejo de administración de la compañía instrumental Cogersa SAU, toda vez que los ayuntamientos de Oviedo, Gijón y Avilés son miembros de derecho de ambos órganos ejecutivos.

Ignacio García (PSOE), Ángel Manuel García (IU) y Salvador Méndez (PP), representantes de los ayuntamientos de Navia, Carreño y Coaña, respectivamente, han sido elegidos consejeros de la entidad supramunicipal y de Cogersa SAU. Junto a ellos estarán Ana Rivas (PSOE), por el Ayuntamiento de Oviedo; David Alonso (Xixón Sí Puede), por el de Gijón; y José Ramón Fernández (PSOE), por el de Avilés.

Belén Fernández ha realizado un llamamiento al “dialogo constructivo” para tratar de dar respuesta a los múltiples desafíos que la gestión de residuos en Asturias tiene por delante, dando “respuestas viables y realistas” a las necesidades de los ciudadanos. La titular de Infraestructuras se ha referido también a las previsiones para afrontar el tratamiento de la fracción resto de los residuos, es decir, aquellos que no van a ser separados para su reutilización y reciclaje. Tras destacar la urgencia de ampliar el vertedero y de contar con la necesaria seguridad jurídica para hacerlo, dado que en el año 2016 el vaso actual se agota, se ha referido también a las instalaciones de futuro. “Nos hemos comprometido a estudiar alternativas para identificar las viables desde el punto de vista técnico y económico y, a partir de ahí, elegir aquella o aquellas que tengan un menor impacto ambiental”, ha precisado.

La consejera ha apostado por la serenidad y por relegar los debates viscerales. “Ahora toca realizar los análisis técnicos y económicos pertinentes y, posteriormente, definir los posicionamientos políticos, y no al revés. Si no lo hacemos por ese orden, estaremos subvirtiendo la secuencia natural de las cosas y probablemente generando desconfianza en torno a las soluciones que estamos obligados a darles a los ciudadanos”, ha asegurado.