- El consejero de Presidencia destaca en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo el compromiso del Ejecutivo con estas actuaciones, cuya dotación ha crecido este año en 30.000 euros a pesar de la prórroga presupuestaria en la convocatoria de proyectos de cooperación a ONG

- El Principado ha sido pionero en la creación de planes directores y de un código ético de conducta de obligado cumplimiento

- La comunidad también ha incorporado la estrategia de género a los proyectos subvencionados

El consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, ha destacado hoy en Cantabria el compromiso del Gobierno de Asturias con las políticas de cooperación al desarrollo desde que comenzaron a aplicarse hace 26 años. “En la última década hemos destinado a esta materia un total de 94 millones y este año, a pesar de la prórroga presupuestaria, incrementamos en 30.000 euros la cifra de 2015, con una partida de 4,5 millones”, ha precisado.

Martínez, que ha participado en una mesa redonda sobre la cooperación al desarrollo celebrada en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de  Santander, ha recordado que con la puesta en marcha del primer plan cuatrienal 2000-2003, que definía las grandes líneas de actuación del Principado en esta materia y aportaba los recursos humanos para su ejecución, Asturias fue pionera en el contexto nacional. “No sólo nos anticipamos al Gobierno de España, que no aprobó su primer plan director hasta un año después, sino también al resto de los gobiernos autonómicos, por lo que fuimos la primera comunidad en aprobar un plan estratégico sobre esta materia”, ha valorado.

Desde entonces, el Principado ha liderado la puesta en marcha de medidas como la creación del Consejo Asturiano de Cooperación al Desarrollo, un registro específico para ONGD, la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo y un código ético de conducta que es el único del país de obligado cumplimiento para todos los actores del sector y no sólo para las organizaciones vinculadas.

Asturias también ha sido la primera comunidad en aprobar la estrategia de género en cooperación al desarrollo e incorporarla como requisito para la aprobación del proyecto en la convocatoria de subvenciones.

La comunidad cuenta, además, con estrategias específicas dirigidas a los pueblos indígenas o a la educación para el desarrollo y sensibilización, y mantiene un firme compromiso con el pueblo saharaui, al que se destina 400.000 euros anuales.

La cooperación al desarrollo es uno de los ejes de trabajo de la Comisión de Ciudadanía, Gobernanza y Asuntos Institucionales y Exteriores CIVEX, en la que Asturias tiene una presencia relevante. Según ha indicado Guillermo Martínez, sus miembros trabajan desde el mes de abril en el diseño de una jornada sobre cooperación descentralizada que se celebrará el próximo año y han definido ya las cinco áreas de trabajo: objetivos de desarrollo sostenible, migración, crisis humanitaria, cooperación y desarrollo territorial y seguridad alimentaria.

Atención a las personas refugiadas

En el marco de las políticas de cooperación, el Principado está siendo especialmente activo en su respuesta a la crisis humanitaria provocada por la guerra de Siria. Asturias es, junto con Cantabria, la única comunidad que dispone de un plan de acogida de personas refugiadas. El protocolo, en el que participan cuatro consejerías del Ejecutivo autonómico, incluye un conjunto de actuaciones para que las personas realojadas gocen de los mismos derechos que cualquier ciudadano y, en el caso de los menores, se les garantice, en condiciones de igualdad y equidad, servicios básicos como el transporte escolar, el comedor, recursos materiales y la disponibilidad de profesores de inmersión lingüística.

El consejero de Presidencia ha señalado en Santander que, a pesar de que las competencias sobre asilo dependen del Estado, el Principado se siempre se ha mostrado dispuesto a colaborar en la búsqueda de soluciones al drama de los refugiados sirios e iraquíes. “Pese a que el Gobierno central nos ha mantenido al margen, desde el Ejecutivo asturiano hemos trabajado en la elaboración de un plan de acogida de personas refugiadas que hemos concretado en un protocolo de coordinación y actuación que recoge los recursos habitacionales, servicios disponibles y mecanismos de integración”, ha subrayado.

Se trata de medio centenar de actuaciones que se basan en las pautas desarrolladas por las organizaciones especializadas en la atención a personas con protección internacional, que establecen dos períodos diferenciados en el proceso de acogida; en el primero, de unos seis meses, los refugiados reciben formación sobre la lengua y legislación del país que les recibe y, generalmente, residen en centros de las ONG. En la segunda fase, las administraciones autonómica y local, además de la ciudadanía, tienen una función fundamental en su adecuada integración social.

Asturias dispone de un mínimo de 401 plazas para la acogida de refugiados: 187 del Gobierno del Principado, 94 de ayuntamientos, 116 de ACCEM y Cruz Roja y 4 ofrecidas por particulares.

En total, el Principado ha acogido este año a 30 personas, de los que 11 proceden de Eritrea; 8 de Siria; diez de Irak, y uno de la República Centroafricana. La mitad se encuentra en pisos de ACCEM y la otra mitad en minipisos en Roces (Gijón). Nueve de ellos son menores.