La comisión interdepartamental de coordinación sociosanitaria ha dado hoy luz verde al texto inicial del Plan Sociosanitario del Principado de Asturias 2018-2021, que inicia ahora su tramitación administrativa con el objetivo de ofrecer a la ciudadanía una atención más eficaz y personalizada. Está previsto que el documento llegue a la Junta General en mayo para su debate, tras el periodo de información pública, y una vez cuente con todos lo informes preceptivos y haya recibido el visto bueno del Consejo de Gobierno.

La reunión celebrada hoy en Oviedo bajo la presidencia de los titulares de Sanidad y Servicios y Derechos Sociales, Francisco del Busto y Pilar Varela, respectivamente, ha servido para analizar el texto, que permitirá abordar de forma simultánea entre los servicios de ambas consejerías las demandas de prevención y atención de aquellas personas que lo precisen por sus especiales características o situación de vulnerabilidad.

El documento marca cinco líneas estratégicas y establece mecanismos que permitirán compartir recursos y facilitarán la coordinación entre profesionales, así como la colaboración interinstitucional. También se favorecerá la cualificación del personal y se creará un sistema de información compartido para el manejo y seguimiento de los usuarios en ambos sistemas. Para desarrollar cada uno de estos ejes, se plantean actuaciones concretas que se impulsarán durante el período de vigencia del plan.

Las cinco líneas estratégicas son las siguientes:

   - Actuaciones en colectivos diana: se da prioridad a la actuación sobre poblaciones con necesidad de protección y promoción de la salud, que requieran aumentar su autonomía e independencia, mejorar su calidad de vida y bienestar personal, y favorecer su participación social. Sin excluir a otros posibles colectivos, las intervenciones se centrarán en los siguientes:

      - Atención a personas mayores frágiles. Se crearán unidades de convalecencia, se potenciará el envejecimiento activo y se reforzará el cuidado en las situaciones de cronicidad.

      - Atención a personas en situación de dependencia o diversidad funcional. Se impulsarán, por ejemplo, programas de prevención y protocolos de derivación entre centros.

      - Atención a personas con trastorno mental grave o severo, para que accedan al lugar más adecuado para su cuidado. En este sentido, se crearán nuevas plazas psicogeriátricas, se buscará una gestión homogénea de los pisos de inserción social y se elaborarán protocolos sobre la continuidad de los cuidados.

      - Atención a personas en riesgo de exclusión, mediante la puesta en marcha de protocolos de seguimiento de los ciudadanos sin hogar que sufren patologías crónicas y necesitan supervisión médica. También se adoptarán medidas para prevenir la exclusión o la desigualdad de personas drogodependientes o alcohólicas, teniendo en cuenta la perspectiva de género y facilitando la incorporación a centros o pisos.

      - Atención a menores con alta vulnerabilidad. Se mejorará la comunicación entre las Unidades de Atención Infantil Temprana y los servicios de pediatría hospitalaria y de atención primaria; se implantarán programas de alimentación saludable y se consolidará el grupo que analiza la intervención en los casos de trastorno mental en adolescentes.

      - Atención a personas que sufren violencia o maltrato, a través de acciones para detectar, prevenir e intervenir en estas situaciones.

      - Atención a personas al final de la vida. Se incrementará la cobertura de cuidados paliativos y se fomentará el trabajo en red de los profesionales de este ámbito.

      - Atención a personas vulnerables con problemas de salud oral mediante acciones centradas en ofrecer cuidados odontológicos adaptados, que incluyen intervenciones específicas dirigidas a personas con discapacidad intelectual, personas mayores y aquellas en riesgo de exclusión social.

      - Atención a personas con enfermedades neurodegenerativas, neuromusculares, poco frecuentes y de difícil clasificación con alta dependencia. Se mejorará la continuidad de la atención social y sanitaria.

   - Sistema de información y comunicación sociosanitario. Se creará un registro compartido de información que supondrá la integración de la historia clínica electrónica con la historia social electrónica, una vez esta última esté completamente implantada.

  - Actuaciones de apoyo interinstitucional entre servicios sociales y sanitarios para para dar una respuesta efectiva a necesidades de atención cada vez más complejas. Se prevé instaurar un modelo de atención farmacéutica en centros residenciales públicos de personas mayores, desarrollar un sistema conjunto de aprovisionamiento de material sanitario y hostelería, y poner en marcha sistemas comunes de servicios analíticos.

   - Sensibilización profesional, formación y transferencia de conocimiento. Se difundirá el plan entre todos los sectores implicados: usuarios, profesionales y entidades del tercer sector. También se establecerá un plan de formación dirigido a empleados de ambos sistemas y se aprovecharán las sinergias generadas para fomentar la investigación sociosanitaria.

   - Las estructuras de apoyo al plan, que se crearon a través del Decreto 70/2016, de 23 de noviembre, y que son: el consejo interdepartamental, la comisión técnica y los equipos territoriales. Además, se propone impulsar la intervención conjunta de los servicios sociales y sanitarios con las entidades del tercer sector.

La atención sociosanitaria es una de las prioridades del Gobierno de Asturias para garantizar una atención equitativa, integral y de continuidad, y el plan es uno de los compromisos de esta legislatura, en la que se ha desarrollado un intenso trabajo que se materializó en noviembre de 2016 con la aprobación del decreto que establece los órganos de planificación y apoyo para la mejora de la atención y coordinación en este ámbito. Este decreto supuso un respaldo legal a la labor realizada entre los ámbitos social y sanitario y fue el punto de partida para la elaboración del documento que ahora se tramita.

Además, el año pasado se constituyeron los órganos de coordinación y planificación, así como los ocho equipos territoriales. También se desarrollaron jornadas formativas vinculadas a la gestión de casos sociosanitarios y se elaboró el pilotaje, ya en marcha, del protocolo destinado a favorecer el buen trato a las personas mayores. 

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