El consejero de Educación y Cultura, Genaro Alonso, ha presentado hoy los resultados del informe CiberAstur, que muestran que el 2,4% del alumnado de los centros de Secundaria del Principado sufre acoso escolar grave y un 3,25% padece ciberacoso severo.

El estudio, realizado en colaboración con la Universidad Internacional de La Rioja, analiza este tipo de situaciones, así como el uso problemático de internet, especialmente a través de dispositivos móviles; los comportamientos del alumnado y sus hábitos de vida. En la muestra han participado significativamente 115 centros (82 públicos y 33 concertados) y un total de 25.582 estudiantes de ESO, Bachillerato y de Centros de Educación Especial.

El análisis diferencia entre los roles de agresor, observador y víctima, y concluye que los acosadores no llegan al 1% del alumnado en casos de acoso tradicional, mientras que el porcentaje se eleva hasta el 2,3% en las situaciones de ciberacoso. Por edades, el mayor número de víctimas se concentra entre los 13 y los 14 años, mientras que la mayoría de los agresores se sitúa entre los 15 y los 16.

La parte del estudio que indaga en la utilización de internet a través de dispositivos móviles ofrece resultados muy reveladores. Por ejemplo, indica que se realiza un control insuficiente en cuanto al tiempo de uso y los contenidos a los que accede el alumnado. También muestra la preferencia por las interacciones sociales en línea en el 2% de la población escolar y la utilización de la red como mecanismo de regulación del ánimo en más de un 10%.

El estudio CiberAstur tiene como objetivo conocer la problemática real de convivencia en los centros educativos, de modo que se puedan reforzar aquellas actuaciones que resultan útiles para mejorar el entendimiento. Por su alcance y volumen de datos, ofrece unos resultados fiables y representativos.

El desarrollo del proyecto ha sido posible, en gran medida, gracias a una herramienta online y a la colaboración e implicación del profesorado y las direcciones de los centros participantes.

Las conclusiones del informe ratifican que:

   - Los problemas de convivencia pueden desembocar, si las conductas inadecuadas persisten y se reiteran, en situaciones de acoso y ciberacoso.

   - Tanto la lucha contra el acoso como la búsqueda de un uso adecuado de las nuevas tecnologías requieren de la implicación de toda la comunidad educativa: familias, profesorado, alumnado y autoridades responsables en este campo 

 

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