La consejera de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, se ha reunido hoy con el alcalde de Oviedo, Wenceslao López, para avanzar en la definición urbanística de los terrenos ocupados por el antiguo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en el barrio de El Cristo Buenavista, tras el traslado del centro sanitario a La Cadellada. Los responsables de ambas administraciones han coincidido en la urgencia de dar vitalidad a la zona mediante un proyecto útil y perdurable, alejado de propuestas megalómanas, poco realistas o que disten de los intereses y necesidades de la ciudad.

Por el momento, Fernández ha anunciado que su departamento ya ha redactado un proyecto para realizar, previa autorización municipal y antes de que finalice el año, obras de acondicionamiento en el ámbito de El Cristo-Buenavista para mejorar la accesibilidad de los espacios entre la calle de Julián Clavería y la avenida de El Cristo, así como su señalización, iluminación y pavimento, lo que permitirá a los vecinos transitarlos y disfrutarlos, en tanto se adopta una ordenación definitiva.

Tras la reunión, a la que han asistido también el director general de Ordenación del Territorio y Urbanismo, Juan Fernández Pereiro, y la teniente de alcalde de Oviedo, Ana Taboada, la titular de Infraestructuras ha señalado que se trata de un suelo insertado en la trama urbana de la capital, de importancia estratégica para la ciudad y la región, por lo que ha abogado por alcanzar soluciones consensuadas.

Bajo esta premisa, la consejera ha recordado que el Gobierno de Asturias, a través de la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, organizó recientemente una iniciativa de participación abierta para conocer las inquietudes de ciudadanos y profesionales sobre el futuro de un ámbito de más de 23 hectáreas de superficie. El proceso culminó con la publicación del Dossier ciudadano y con la redacción de un estudio de viabilidad como paso previo a la posible convocatoria de un concurso de ideas, del que podrían salir propuestas de usos y ordenación para esta área.

Dicho estudio incluye algunas premisas, como un convenio con la Tesorería General de la Seguridad Social que obliga a reservar 20.000 metros cuadrados edificables para usos terciarios o de oficina, así como otros 18.000 para el emplazamiento del cuartel de la Policía Nacional. Además, propone, desde un punto de vista técnico y de manera no vinculante, qué edificios interesa demoler, cuáles podrían ser rehabilitados y qué espacios son susceptibles de acoger nuevas propuestas constructivas.

Con estos trabajos como base, las dos administraciones se reunirán nuevamente a principios de noviembre para cerrar las bases del concurso internacional de ideas, así como para arbitrar la fórmula que permita seguir dando participación a los ciudadanos, tras la consulta promovida por el Principado el pasado otoño, y de la que se extraen conclusiones como la necesidad de crear nueva actividad sin sustraer la de otros barrios, proporcionar servicios para mayores y jóvenes, reciclar los actuales edificios cuando sea técnicamente posible y económicamente viable, apostar por el equilibrio entre usos residenciales, servicios, dotaciones y equipamientos públicos; mejorar la permeabilidad del ámbito con el entorno urbano inmediato e incluir zonas verdes.

La consejera ha defendido que, de acuerdo con la voluntad ciudadana, la solución a adoptar debería contemplar una mezcla ponderada de usos, huyendo de la configuración de un espacio monofuncional, en favor de otro que invite a una actividad habitacional y económica innovadora, atractiva y dinámica.