La Agencia de Sanidad Ambiental y Consumo informa a los consumidores de que la adquisición de bienes y servicios en el período de rebajas no conlleva limitaciones en los derechos ni merma de calidad en los productos.

El Principado advierte también de que los artículos adquiridos en rebajas deben cumplir los mismos requisitos que tendrían con su precio habitual, entre los que se incluye un etiquetado con el precio anterior y el rebajado y una garantía de dos años.

La legislación actual establece que se podrá vender con precios reducidos en los periodos estacionales de mayor interés, según el criterio de los establecimientos comerciales.

Las tiendas que anuncien rebajas deberán poner a la venta al menos la mitad de sus artículos con descuentos. Estos productos no pueden estar deteriorados o defectuosos, ni haber sido fabricados específicamente para rebajas.

Los productos rebajados han de estar claramente identificados y diferenciados, pues en un mismo establecimiento pueden coexistir con otros productos no rebajados o con otras ventas promocionales como ofertas, saldos, etcétera.

Para que las rebajas no salgan caras, es aconsejable afrontar este periodo con inteligencia y realizar una compra responsable, sin caer en compras compulsivas. Por este motivo, se recomienda elaborar una lista de compra con los productos que realmente se necesiten y ajustarse al presupuesto.

Es conveniente también fijarse en la rebaja aplicada, ya que algunos productos tienen descuentos poco significativos que se pueden encontrar también en otras promociones durante el año.

También es recomendable no hacer un uso abusivo de las tarjetas de crédito, para evitar sorpresas y poder hacer frente a los pagos los meses siguientes. Si el establecimiento admite el pago con tarjeta, no podrá aplicar ningún tipo recargo por su utilización durante las rebajas.

La etiqueta del producto debe mostrar con claridad el precio anterior y el rebajado o el porcentaje de descuento que se aplica. Una vez efectuada la compra, es importante exigir y guardar el tique o factura, imprescindibles para cualquier reclamación o para hacer efectiva la garantía del producto en caso de que presente algún defecto.

No existe obligación legal de devolver el dinero o cambiar el producto, salvo que sea defectuoso. Por esta razón, es conveniente consultar la política de devoluciones del establecimiento, plazos, condiciones y si se devuelve el dinero o se ofrece un vale canjeable.

En caso de que el producto presente algún defecto, la ley establece un plazo de garantía de dos años para los nuevos y de uno para los de segunda mano.

El comercio electrónico se ha consolidado entre los hábitos de consumo y experimenta un imparable crecimiento. Ante este hecho, cabe recordar que en estas compras el usuario resulta más vulnerable ante posibles engaños o estafas, por lo que se recomienda verificar la seguridad de la página, comprobando que la barra de direcciones empieza por https://, con la ‘s'de seguridad, o que tiene el símbolo del candado o llave a pie de página.

Es importante aplicar el sentido común, desconfiar de ofertas imposibles y consultar las opiniones de otros usuarios sobre los vendedores. Si se realiza una compra por internet, se dispone de 14 días para devolver el producto sin sufrir penalización alguna.

Ante cualquier problema, es recomendable tratar de solucionarlo amistosamente con el establecimiento. Si no se llega a un acuerdo satisfactorio, se puede solicitar una hoja de reclamaciones, que el establecimiento tiene la obligación de facilitar, y acudir a cualquier oficina de información al consumidor (OMIC) o al propio Servicio de Consumo de la Agencia de Sanidad Ambiental para recibir asesoramiento.

Comprar en los establecimientos adheridos al Sistema Arbitral de Consumo garantiza una solución amistosa, rápida y gratuita ante potenciales reclamaciones.