La consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez, ha destacado hoy que el Gobierno de Asturias exige una Política Agrícola Común (PAC) a partir de 2020 que “reconozca específicamente y discrimine positivamente los territorios de montaña eminentemente ganaderos, con un número muy importante de pequeñas explotaciones, respetuosas con el medio ambiente y que generan actividad y empleo”.

Álvarez, que ha inaugurado la jornada Política Agrícola Común: claves de futuro, ha subrayado que las zonas de montaña también “cohesionan el territorio y producen alimentos sanos y seguros”, por lo que han de contar con un mayor apoyo financiero, “superando los criterios actuales de derechos históricos que priman a quienes tienen la propiedad frente a los que de verdad generan actividad y empleo”.

La titular de Desarrollo Rural cree que el futuro del campo asturiano y europeo pasa por una PAC “bien dotada económicamente y orientada al empleo, a los profesionales, a los que producen alimentos y, por su puesto, a mantener las rentas de los ganaderos y agricultores”. En este sentido, ha mostrado su preocupación por el “triple escenario” financiero que maneja actualmente la Unión Europea: “El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, ha dicho que están barajando desde el mantenimiento de los fondos a una rebaja de entre el 15% y el 30%, dos opciones que serían muy duras para el campo”, ha aseverado.

Álvarez ha abogado por sostener en el futuro los fondos europeos actuales, porque la política agrícola “debe seguir dando respuestas a un sector primario que cada vez debe ser más competitivo, más profesional, más vinculado a la innovación y más sostenible ambientalmente”. Además, en su opinión, el campo precisa “una política clara de apoyo que defienda los productos europeos en el mercado internacional y disponga medidas de mercado cuando surjan crisis de precios”.

A su juicio, el planteamiento realizado por la Comisión Europea para que cada estado elabore su propio plan estratégico de la PAC después de 2020 puede ser, en principio, positivo “porque se tendrían más en cuenta las particularidades territoriales y geográficas de cada país y región”.

No obstante, ha advertido del peligro de esta propuesta, porque “el sector agrario y ganadero europeo tiene que ser uno, vinculado a políticas que faciliten la competencia en el mercado internacional y no entre estados”. Este riesgo, ha añadido, “conviene matizarlo dado que, aunque es cierto que el reconocimiento de singularidades de producción es interesante, la PAC ha de tener una coherencia que impida una brutal competencia entre estados y sectores productivos”.

En la jornada sobre el futuro de la PAC inaugurada hoy han participado como ponentes la vicepresidenta de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo, Clara Aguilera; el catedrático y profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Eduardo Moyano; la presidenta de la Asociación de Periodistas Agroalimentarios de España, Lourdes Zuriaga, y el director de Cooperativas Agroalimentarias de España, Agustín Herrero.