Todo sobre Caravia (I)

En el año 2001, dentro de un ambicioso proyecto de la Dirección General de Empleo del Principado de Asturias se realizó un profundo estudio y catalogación de los recursos históricos  y turísticos de los concejos de Caravia y Colunga, siendo la autora la historiadora de Luces (Colunga) Choni Busta, y el coordinador del proyecto JF Cima. Puntualmente se irán publicando los diversos contenidos de este proyecto, numerados correlativamente para facilitar su consulta. 

INDICE PARTE I:

GEOGRAFÍA E HISTORÍA

1. Geografía e Historia

Situación

Caravia concejo de la costa oriental de Asturias, integrado en la mancomunidad del oriente. Limita al Norte con el Mar Cantábrico, al sur con el concejo de Parres, al Este con Ribadesella y al Oeste con Colunga.

Con una superficie de unos 13,28 kilómetros cuadrados, es uno de los concejos de menor extensión del Principado; el tercero más pequeño de Asturias. Representando su extensión, el 0,12 % del territorio del Principado de Asturias.La capital del concejo, Prado dista de Oviedo 68 kilómetros y de Gijón 58 Kilómetros.

Caravia. Comunicaciones

Tres  son las vías principales que atraviesan el concejo, la Nacional-632 que cruza Caravia de Este a Oeste y hasta hace poco  eje básico de sus comunicaciones;  la AS-260 que une Colunga con Arriondas por el mirador de el Fitu, atravesando el sur del concejo. Ambas están unidas por otra menor que pasa por Duyos. 

La autovía del Cantábrico, que discurre paralela a la línea de costa; permite enlazar con la capital del Principado, hacía el interior, y con Ribadesella en su camino hacía el Oriente.

A partir de la N-632, que atraviesa el concejo prácticamente por el ecuador del mismo, salen multitud de caminos que comunican las diferentes localidades; el Visu, los Duesos, Duyos, Valle, La Cantiella o Cerracín. Al borde de la carretera N-632, quedan las poblaciones de  Carrales, Prado y Pumerín. 

Actualmente es el grupo Alsa, el encargado de realizar la mayor parte de los servicios de transporte de viajeros por carretera. Comunicando Caravia, con la capital del Principado, Gijón y Ribadesella. 

Geología y Relieve

Madóz enuncia así el perfil morfológico de Caravia. El terreno es llano en el centro, montuoso en el extremo meridional, y algo quebrado hacia la costa.

En este territorio encontramos dos unidades litológicas, perfectamente diferenciadas: la “rasa” o plataforma litoral  y la sierra litoral del Sueve.  

            

Bolu Melín

La franja costera o marina se divide en una parte de formas relictas, rasa o plataforma litoral, y otra de formas activas, acantilados, estuarios, playas.

La rasa litoral es el resultado de la invasión del mar sobre la margen continental durante el final de la era terciaria y principios de la cuaternaria. Posee Caravia una anchura de aproximadamente 2 kilómetros, desde la costa hasta las sierras litorales. En esta franja más o menos horizontal y ligeramente inclinada hacía el Norte, afloran materiales secundarios conglomerados, margas, calizas y dolomías.  

La sierra del Sueve está formada por un sustrato de edad paleozoica, producto de  enormes presiones que plegaron el relieve durante el carbonífero inferior. El movimiento Herciniano produjo una alternancia de bandas paralelas, de calizas, cuarcitas y pizarras.

Sierra del Sueve

Los actuales materiales de la Sierra, son fruto de la sedimentación que originó la lenta destrucción de los anteriores pliegues hercinianos. Las mayores altitudes se localizan en la vertiente meridional, sobre materiales cuarcíticos con dirección SO a NE.

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Clima

Caravia se localiza en el dominio climático oceánico. Siendo lo más destacado del mismo la uniformidad de las temperaturas y la buena distribución de las precipitaciones a lo largo de todo el año. Las temperaturas oscilan entre los 9,5º de media durante el invierno y los 19º durante el mes más caluroso, agosto. 

La pluviosidad supera los 1100 l/metro cuadrado, de media anual, causada por la influencia de la sierra litoral del Sueve. Las precipitaciones aumentan a medida que nos acercamos a las cumbres, llegando incluso a rondar los 2000 l/metro cuadrado.

Uno de los fenómenos atmosféricos más habituales es el de la niebla, que durante muchos días al año envuelve la parte alta de las cumbres, especialmente en primavera y verano.  

Poblamiento

Caravia con 13 kilómetros cuadrados de extensión y una población que ronda los 600 habitantes. Repartida en dos parroquias, Caravia la Alta, cuyo núcleo y sede del ayuntamiento es Prado y Caravia la Baja, cuyo núcleo es Duesos. 

La población de Caravia a lo largo de casi todo el s. XX se mantuvo en torno a los 1000 habitantes, a partir de la década de los 70 se inicia el retroceso económico mundial, que arrastró a la empresa extractiva de mineral, principal motor económico del concejo. Esto supuso una pérdida lenta pero continúa de población, llegando a contar en 1991, con la mitad de efectivos que tenía a principios de siglo.  

La crisis de la minería forzó de nuevo a la población hacía la emigración, en busca de un puesto de trabajo, pues la minería principal motor económico hasta ese momento, no podía absorber toda la población activa.

En estos momentos la población que abandona el concejo se establece dentro del Principado. Gijón, Oviedo y las vecinas villas de Colunga y Ribadesella, son los destinos preferidos.

Vandalisque

La principal característica de la población es el progresivo envejecimiento, causado por un  bajo índice de natalidad a lo que se une el importante peso de la población de más de 65 años, que supone el 22% del total. Circunstancias que ponen en grave peligro el reemplazo generacional.

Economía

El principal motor económico durante el siglo XX fue la minería, con la extracción de espato flúor. En torno a la década de los años 70, la economía mundial se ve inserta en una grave crisis, que produce un importante retroceso económico, provocando una disminución en la demanda de dicho mineral. La repercusión fue tan grave que casi la actividad extractiva ha llegado a desaparecer. Hoy tan sólo se conserva un pozo abierto en la zona de la Coria, que genera una veintena de puestos de trabajo.

   

El cierre de los principales pozos, provocó el crecimiento del sector primario y del sector servicios

Vaca lechera

El primario con la actividad ganadera a la cabeza, como principal ramo, vuelve a contar en la década de los 80 con un buen número de empleos. Orientada hacía la producción láctea. A medida que transcurrían los últimos años del siglo XX, el número de cabezas de ganado vacuno se mantenía en torno a las 600, pero se producía un cambio en dicha orientación; Pasando a ser una ganadería extensiva en régimen mixto de estabulación invernal y pastoreo extensivo en el puerto Sueve, durante la primavera, verano e incluso en otoño. Con un claro predominio de la raza asturiana de la montaña, raza muy bien adaptada al medio. La actual cabaña ganadera está orientada a la producción cárnica. Siendo escasas las ganaderías destinadas a la producción láctea.

El sector secundario, ha quedado reducido a unos 40 puestos de trabajo, repartidos entre la minería, que sigue extrayendo espato fluor, y la construcción.

Mientras que el sector terciario genera en la actualidad el mayor número de empleos. Por ramas de actividad destacamos la hostelería y los transportes. Siendo el comercio escaso, casi inexistente, debido al reducido volumen de población y  la cercanía a dos  importantes núcleos de población,  Colunga y Ribadesella.   

Historia

El territorio de Caravia participa de condiciones geográficas, semejantes a  los demás municipios costeros, de la zona oriental asturiana. Condiciones favorables para el asentamiento de grupos humanos.

Sabemos que el hombre del paleolítico inferior acampaba en las márgenes de los ríos o al pie de los escarpes rocosos. Aquí dos son los abrigos rocosos aprovechados por el hombre del paleolítico: “el abrigo de les vaques” y el de la “pongueta”; situados en las proximidades de la localidad de Duyos, cercanas a un curso de agua, bajo un escarpe rocoso en el que se cobijaban los hombres primitivos.


Abrigo de la pongueta

Prehistoria reciente

Esta etapa está representada por las estructuras tumulares de la Tuerba y de la Beciella. Asociada a esta última apareció un hacha de piedra pulimentada, con huellas de uso.

Interesante es la localización topográfica de estas estructuras tumulares, en la rasa litoral y flanqueando el “Camino Real” ó “Camino de la Costa”. Lo que parece sugerir la utilización de este lugar, como zona de paso ya en época neolítica. 

Castros y romanización

La edad de hierro proporciona a Caravia, su más famoso yacimiento, “El Picu’l Castru”. Situado en las cercanías de Prado, posee una importante posición estratégica, controla un amplio tramo del litoral Cantábrico y el importantísimo paso del Fitu.

El  castro de volumen troncocónico, presentaba su corona encintada por una potente muralla pétrea en cuyo interior se disponían las viviendas, con sus hogares.

El descubrimiento del mismo se debe al investigador caraviense Aurelio de Llano, que en el año 1917 llevó a cabo las primeras excavaciones. En el primer corte de terreno pudo comprobar la existencia de una fortificación, localizada a 380 metros de altitud y distante de la costa tan sólo 2 kilómetros. Tenía 225 metros de perímetro, de los cuales tan sólo 30 metros eran de formación natural. Sobre la roca se construyó una muralla vertical, formada por tierra y piedra. 

Fibula

Posteriormente al hallazgo Aurelio de Llano publica el libro de Caravia, donde relata sus hallazgos. Encontró junto a las herramientas de trabajo y utensilios de uso doméstico, los adornos femeninos: fíbulas de bronce y de hierro con las que prendían sus túnicas, los pendientes, cuentas de collares; y una de las piezas más importantes. La Fíbula de bronce que representa un caballito, decorada con líneas de puntos en bajo relieve. También aparecieron restos de cerámica con decoración geométrica.


  Cuentas de collar

Periodo de romanización

La única pieza de este periodo, aunque de cierta importancia, es el fragmento de estela funeraria anepigráfica descubierta en Duesos en el año 1985. Sólo se conserva la parte inferior de la misma, la decoración  ocupa las cuatro caras, la cabecera reproduce motivos astrales; siendo el más repetido la svástica múltiple, de radios curvos.

                

Estela funeraria

Algunos autores dicen que la estela es de tradición indígena, tanto en su factura como en su decoración, atribuida a un periodo prerromano; mientras que otros autores admiten las raíces indígenas de la pieza, pero incluida ya en un periodo claramente romanizado. 

Edad Media

Las primeras referencias escritas sobre Caravia, las encontramos en una donación hecha en el año 921, por Ordoño II a la Iglesia de Oviedo, en la que, situadas en el territorio de Colunga, se nombran las villas de Duesos (Duesos), Valle, Dulios (Duyos) y la tierra de sembradura de Prato (Prado), origen las cuatro del futuro término municipal de Caravia.

Aproximadamente en el primer tercio del siglo XI, un poderoso personaje de la aristocracia laica, el conde Munio Roderici, apodado el Can, había fundado el Monasterio de Santiago. En el año 1045, el conde incorpora el templo de Soto del Barco, por la fuerza, al Monasterio de Caravia. 

El Monasterio a finales del siglo XII está convertido en abadía de la orden benedictina. Será en el 1176 cuando Fernando II, lleva a cabo la donación del monasterio con todos sus bienes y derechos al Monasterio de San Pelayo. En esta donación todavía pertenecía Caravia a la circunscripción de Colunga.

La clara dominación de la Mitra se hace patente en 1215, cuando Alfonso IX da al Obispo Juan, todos los hombres y mujeres que tenía en el territorio de Caravia, a cambio de posesiones que tenía la entidad monástica en el alfoz de Leduas. En estos momentos Caravia ya contaba con los actuales límites, y se convierte en un coto jurisdiccional del señorío episcopal; ya totalmente segregado de Colunga.

  

El Monasterio de Santiago estará muy ligado a la ruta jacobea, que por la costa se dirigía a Compostela. Allí los peregrinos encontraron alojamiento, fruto tal vez de esto es el nombre que recibe el curso de agua que corre próximo al Cenobio, “arroyo de los romeros”. Aquí se alojarían los romeros, descansarían y venerarían las reliquias de San Vicente, San Miguel y Santa María Virgen.

Según Aurelio de Llano el Monasterio fue declarado en ruina a fines del XVI, decayendo su actividad, tal vez al mismo tiempo que la peregrinación jacobea.

Caravia en la época Moderna

Se considera el inicio de la Edad Moderna, el año 1517 cuando se produce el paso de Cardos I por Caravia, dos días después de su desembarco en Tazones.

Caravia  ya se había redimido, por concesión real, del señorío de la Iglesia de Oviedo. Ya en 1949 estaba formando parte de los municipios de jurisdicción ordinaria en las ordenanzas de la Junta General del Principado.

Las principales familias, Cutre, Ruiz de Junco, Cangas, etc. Pronto rivalizaron por el control de los cargos concejiles, y otros cargos públicos que llevaban asociados beneficios y prestigio social.

En el año 1615 el vecindario redimió los cargos públicos pagando a los compradores  el gasto realizado, 14.823 reales de vellón. Recuperando así la facultad de ser desempeñados libremente.

Posteriormente en el año 1633 por un total de 1.072.850 maravedíes de plata, que los habitantes de Caravia entregaron a su noble vecino. Cosme Díaz de cutre, se redimieron la alcabalas comprándolas a la corona.

Entre los años 1779 y 1783 se redactaron las ordenanzas municipales, que estarían vigentes hasta 1833, año en que la diputación provincial ordenó su anulación. 

Siglos XIX y XX

En 1839 a causa de las reformas provocadas por el afianzamiento de la legislación liberal, se integraron la mayoría de los cotos en los municipios en que estaban enclavados. Caravia vio peligrar su independencia; la diputación provincial pretendía incluir el municipio de Caravia,  en el concejo de Colunga.

El 26 de diciembre de 1839, según nos relata Aurelio de Llano en su libro de Caravia; Ayuntamiento y vecinos, remitieron a la Reina una carta, en la que se oponían al proyecto, en la que alegaban que venía en la defensa de su autonomía “el hábito y nuestras costumbres, bien afianzadas sus hondas raíces en la oscuridad de pasados siglos”. Al final consiguieron mantener su autonomía y ayuntamiento.

Siguiendo de cerca las noticias de Aurelio de Llano en su libro de Caravia, algunos vecinos de Caravia secundaron el levantamiento revolucionario, se formó un ayuntamiento republicano en setiembre de 1868, poco más adelante en noviembre entregaron el ayuntamiento a los monárquicos.

En 1868 nació Aurelio de Llano Roza de Ampudía, escritor, folklorista, arqueólogo, historiador, dialectólogo, viajero y autor de entre otros muchos, del libro de Caravia.

El episodio más importante de Caravia, en el primer tercio del siglo XX, lo protagoniza la emigración transatlántica, hasta el cese en 1929. A raíz de este fenómeno socioeconómico, se llevó a cabo una importante labor constructiva, que transformará el paisaje arquitectónico tradicional. También se construyeron edificios de carácter público, el casino, y la escuela de comercio de Prado. En la escuela se formarían los emigrantes en temas de contabilidad y matemáticas.