A vueltas con los actos vandálicos

Rara es la semana en la que los equipamientos públicos del ayuntamiento de Colunga no son presa de actos vandálicos.

Papeleras, farolas, bancos, juegos de parques suelen ser los objetivos habituales de quienes no valoran el coste que tienen los daños que originan.

Hay ayuntamientos que ya colocan etiquetas en el mobiliario público donde muestran el coste de dicho recurso, tratando de concienciar a quienes cometen este tipo de actos.

Muchos de estos actos se comenten, incluso, a plena luz del día, sin que quienes los ven se atrevan a llamarles la atención o a denunciar por miedo a represalias.

Existe una total falta de interés punitivo por parte de quienes ostentan la autoridad, llegándose al caso de que para actuar exigen denuncia, aún sabiendo quienes son los autores, lo cual hace echarse para atrás a muchas personas que observan atónitas estos actos de vandalismo.

Como botón de muestra, esta semana se procedió a pintar con eslurry la pista de patinaje del parque D. Hernán Péres Cubillas, muy demandada por jóvenes colungueses. Se finalizó el pintado a las 11 de la mañana y debía dejarse fraguar al menos ocho horas. Se valizó todo el perimetro para evitar que se accediese a la U. Sin embargo a las 5 de la tarde ya había varios jóvenes en el interior, habiendo pisoteado la pintura y teniendo que retirarse toda la zona pisada y esperando a pintar cuando venga un día soleado.

Hace unos meses se procedió a instalar los paneles transparentes de la marquesina de autobuses, sustituyendo a los anteriores de vidrio que habían sido golpeados hasta destrozarlos. Se sustituyeron por paneles de policarbonato. A los pocos días comenzaron a quemarlos con mecheros y, recientemente, han derribado uno a patadas y han desencajado otro lateral también a patadas.

Esto sucede a plena luz del día o a horas tempranas de la noche, sin que nadie se altere, ni tan siquiera quienes deberían alterarse de oficio.