“Rebus in adversis periodus adesto patronus El Coeli pate a sumus aula Petre”

¡Cuidadín, que al final todo se sabe...!

De sobra saben ustedes ya que los buenos van al Cielo y los malos van al Infierno. Este, aunque hay por ahí más de un listillo que se lo toma a broma, es un asunto de vital importancia, ya que como también saben todos ustedes, en el Cielo se está de dulce, magníficamente, o sea a cuerpo de rey y por el contrario en el Infierno ocurre todo lo contrario y se pasan más putas que Caín, hablando en plata.

De todas maneras ya saben aquello de que el comunista es comunista hasta que le toca la lotería, la feminista es feminista hasta que se casa, y el ateo es ateo hasta que el avión se está cayendo en picado y a última hora empiezan los problemas. 

Lo que no se yo es hasta que punto se puede arreglar todo con un arrepentimiento de última hora, pero en fin, ustedes verán, yo como buen cristiano lo único de lo que les trato de advertir es de que tengan ustedes cuidado y sean buenos, no vaya a ser que luego deban cruzar la laguna Estigia, hacer la visita al Can Cerbero y todo eso, que más vale ver a Pedro que eso aunque alguna reprimenda pueda caerte.
Y viene esto a cuento porque de antiguo esto que yo les estoy contando ahora se les viene advirtiendo por activa y por pasiva - y sino vean ustedes este escrito que figura en la entrada principal de una de nuestras Iglesias parroquiales - desde tiempos inmemoriales:

“Rebus in adversis periodus adesto patronus El Coeli pate a sumus aula Petre”

Que viene a decir poco más o menos que los efectos adversos que ocurren en determinado periodo de tiempo (O sea, las fechorías de todo tipo que ustedes cometen por ahí) todas cantan a la última a la entrada de La Casa de Pedro, así que no es que se lo diga yo, ahí lo pone bien clarito, así que tomen ustedes nota si les parece, luego no me vayan a andar llorando cuando estén allí que nadie se lo habían advertido, porque Pedro bueno sí que es, pero todo tiene un límite.

Ahí les dejo la “semeya” dónde se les advierte de tal circunstancia, claro que la Iglesia en la que está no se lo voy a decir, eso deben adivinarlo ustedes, tampoco se lo vamos a dar todo hecho ¿No?

¡Pues eso…!