Sobre olvidos imperdonables

Auribus tenere lupum

SOBRE OLVIDOS IMPERDONABLES

Más de una vez he indicado con pesar, que no es nuestro solar muy proclive a reconocer como se deben los méritos de sus más preclaros hijos y también que tal proceder aparte de ser poco edificante para nada es provechoso para su desarrollo, puesto que con tal actitud lo que se ha hecho secularmente es frenar las provechosas aportaciones de quienes por su valía y predisposición más habrían entregado.

En la actualidad, lejos de mudar de actitud, el encumbramiento del plebeyismo imperante en detrimento de la meritocracia hace que la situación lejos de reconducirse a bien, empeore aún más, si cabe, no se entiende sino la persistente negativa a no incluir en la nómina "oficial" de personajes relevantes de nuestra localidad a muchos que tienen más que sobrados méritos para ello.

Claro que el caso de algunos tiene explicación - sucia explicación - pero bueno, en cierta manera lógica si se quiere dada la coyuntura, como los casos de D. Jorge Vigón o de la vituperada familia Isla por las razones que todos conocemos ya, no obstante lo peor del caso es que sea por desconocimiento e indiferencia tal como es el caso que aquí nos ocupa hoy y que es el siguiente: ¿Hay algún motivo por el cual en la nómina oficial de escritores colungueses ilustres no figure este personaje?

Que yo sepa el caso no es el mismo que el de los Isla o el General Vigón, por ejemplo, así que no sé, claro que quizá alguno de ustedes si lo sepa...

Ahí lo tienen.