La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies ha reclamado  al Ayuntamiento de Villaviciosa  que proceda sin mas dilaciones  la ejecución subsidiaria de  la retirada de la cubierta de uralita de una nave ruinosa ubicada en Villaviciosa entre las calles Doctor Pando y la  Oliva, una vez que el Ayuntamiento ya inicio su declaración de ruina, tal como nos trasladaron a raíz de nuestras denuncias del pasado octubre, llevamos esperando 7 meses para su derribo.

Una vez que el Ayuntamiento traslado la  declaración de ruina y la solicitud de retirada de las uralitas  a las empresas propietarias en vista del riesgo que supone a los vecinos dicha cubierta de acuerdo a la resolución municipal del 16-1-2015 como respuesta a nuestra denunciada del pasado octubre, porque lo que se requiere a las empresas a la retirada de las uralitas en 7 días por una empresa autorizada. Una vez concluido este plazo, debe ser el Ayuntamiento el que de acuerdo al marco legal, proceda a ejecutar las obras de forma subsidiaria y reclamar a la propiedad el coste de estas. Llevamos esperando mas de 7 meses para que se ejecute esta demolición por parte de alguien, ni la empresa ni el Ayuntamiento han tomado medida alguna  a pesar del riesgo que supone para los colindantes.

 La nave esta en proceso de ruina, tiene la cubierta toda ella de uralita (fibrocemento) la mayoría de las placas están rotas con el riesgo que esto supone para los colindantes. Hay que recordar que el fibrocemento en cubiertas conocido como uralitas, tiene entre sus componentes amianto, que es una sustancia altamente peligrosa para la salud, estamos hablando de una nave que esta al lado y a la altura de las viviendas. 

El riesgo para los vecinos de esta nave es que presenta la techumbre numerosas  uralitas  rotas en varias partes, lo que si supone un riesgo porque la descomposición de la uralita si que permite que las fibrillas de amianto se dispersen por el aire con el riesgo que supone esto para ellos al ventilar su vivienda.

 El amianto es una sustancia muy peligrosa, que produce asbestosis (fibrosis pulmonar que puede resultar letal), mesotieloma (tumor en la pleura) y diversos tipos de cáncer, sobre todo de pulmón. El mal se introduce en el cuerpo humano por inhalación de partículas en suspensión, de briznas, de este mineral. Por lo tanto, el peligro es más claro cuanto más finas sean las fibras y menos inmovilizadas estén.

En España se prohibió todo uso del amianto en 2001 por una orden del Ministerio de la Presidencia de 7 de diciembre. En ella se prohíbe el uso del amianto y sobre el instalado se dice que “seguirá estando permitido hasta su eliminación o el fin de su vida útil”. Esta vida útil debe entenderse hasta que no pueda perjudicar a la salud por su estado de deterioro o peligro de roturas.

En esto caso es evidente que supone un riesgo para los vecinos de Villaviciosa por la rotura de parte de las placas de fibrocemento.

El peligro principal, depende del estado de los productos con amianto. Si éste está deteriorado y roto como es el caso de techumbre de la nave es más peligroso. Los efectos sobre la salud, dependen de la cantidad de fibras inhalada, del tipo de amianto, y del tiempo de exposición, pero dado que a veces se producen las enfermedades descritas por exposiciones de muy poco tiempo, sobre todo por lo que respecta al mesotelioma, se considera que no hay dosis mínima segura. No hay amianto seguro, ni exposición sin riesgo. 

Hay que recordar que no es aceptable tener al lado de casa un riesgo, cuando las Administraciones sanitarias advierto que  lo primero que hay que recomendar es no tocarlo, no cortarlo, no hacer orificios con taladros de ningún tipo, no tratar de quitarlo por sí mismo y menos depositarlo en un vertedero no controlado, pues puede constituir hasta un delito. Tiene que ser un gestor autorizado el que retire esta cubierta y se lleve a un centro homologado para su encapsulamiento.

  La Coordinadora Ecoloxista lleva año reclamando al Gobierno de Asturias un inventario de lugares de riesgo o sensibles con amianto, un proceso continuo de su retirada y gestión como residuo peligroso sin demora, para evitar un riesgo para la salud una vez se deteriore el estado de los productos que lo contienen.