EL GUERNICA, EL BOMBARDEO DE COLUNGA Y EL CARRU DE LA BASURA DEL BOLERO...

La Memoria Histérica ataca de nuevo...

 

EL GUERNICA

EL BOMBARDEO DE COLUNGA,

Y EL CARRO DE LA BASURA DEL BOLERO…

Sobre La Memoria Histérica esa…

Bien es sabido que cuando no se sabe como empezar un ensayo, un artículo, un libro, o una diatriba cualquiera de esas que te está calentando el melón y no te deja en paz, un recurso literario muy socorrido es poner un título rimbombante, espectacular o fuera de tono para que llame la atención y así tenemos la excusa para empezar hablando de él, que una vez iniciada la cosa que es lo más dificultoso de todos es sabido también que el asunto suele ir sobre ruedas ya...

No es este el caso, no, nada de eso. Este título no pretende ser espectacular ni rimbombante ni nada por el estilo y ni mucho menos es un recurso literario de esos al uso para dar comienzo a un texto, no, no…

Este título es muy pero que muy apropiado para lo que aquí vamos a tratar de relatarles con meridiana claridad, algo muy necesario, imprescindible diría yo, porque la versión que tienen ustedes del cuento no es la correcta, no, para nada es la correcta, es más, es la versión más puerca, tendenciosa, manipulada y mentirosa, que pueden contarles, nada nuevo por otra parte para los artistas “progres” de la propaganda que apoyados por sus sucios mentores aquí también suelen ganar todas las guerras.

Viene todo este cantar a cuento por el enésimo aniversario del Guernica, con todas las celebraciones, parafernalias, actos y mentiruscos que año tras año rodean tan conocido evento, a pesar de que todo el mundo que tiene que saberlo - excepto usted querido lector probablemente – sabe perfectamente ya que el Guernica es un monumental fraude que nada tiene que ver con el bombardeo a la población aludida y ni mucho menos con la parafernalia que la propaganda de los vencidos montó en torno a él; y no vamos a volver a insistir aquí en el ya manido asunto de la Minitauromaquia, de la Feria de Cuernicabra, de Manuel Navarro, del plagio en definitiva, y eso no lo dice el que suscribe, lo dijo en su momento ya y sin tapujos D. José María Sánchez Roda ni más ni menos que responsable del Tesoro artístico de la República, ni de las 300.000 pesetas aportadas por Stalin a través del Komintern para la Exposición Mundial de París del 37 – Que bien se las cobraría después - por no aludir a los más de tres mil muertos iniciales que luego se quedaron “oficialmente” en los 1.654 que aún constan en muchos estudios y registros, para pasar luego acosados por lo evidente a los trescientos hasta el exhaustivo y documentado trabajo del General y prestigioso Historiador Salas Larrazabal que rebaja los tres mil iniciales a los 126 reales que nadie fue capaz de rebatir, aunque en la mayoría de las fuentes y “estudios” por llamarlos de alguna manera no hay forma de “remozar” la aún escandalosa cifra oficial de 1.654. La historia de siempre.

El mismo Picasso lo reconoce meridianamente, admitiendo haber mutado de niño prodigio al que comparaban con el mismísimo Miguel Ángel en entretenedor público que comprendiendo su tiempo se ha hecho rico aprovechando lo mejor que ha podido la imbecilidad, vanidad y avidez de sus contemporáneos, pues sabía perfectamente que sus mercachifles marchantes venderían su fraudulento producto en organizadas subastas bien controladas por Fundaciones o Bancos poseedores de obras suyas que pujarían al alza para defender su propio Patrimonio. Nada nuevo tampoco.

Picasso se reiría hoy a carcajadas si presenciase los debates en torno a su obra, si viese los libros que se vienen publicando sobre su pintura y su vida, copiados y dictados directamente por los mismos que poseen sus obras.

Se reiría de su biografía, de su obra y de quienes la difunden como se rió en su momento con sus amigos del monumental fraude del en teoría “mayor tesoro artístico del Arte Contemporáneo Nacional” , algo que los españoles nos vemos obligados a tragar como bueno o sí, o también, so pena de expulsión eterna del paraíso progresista de la Kultura de afirmar que el Picasso del cubismo para acá fue un cantamañanas de libro.

Pero nada va a cambiar mientras el montaje del Güiñol siga estando en manos de los mismos titiriteros, para eso está entre otras cosas la Ley de Memoria histérica que ellos llaman Histórica.

En lo que a nuestro solar se refiere el cuento no difiere gran cosa, pues a la multitud de libros, artículos, ensayos y demás propagandas en formatos de todo tipo, se acaba de unir ahora a estos “Iluminados” de la progresía una “brillante” mente, supongo que del periodismo o algo así que responde al nombre de Pablo Batalla Cueto, que afirma – con dos cojones – eso sí, que también en Colunga tuvimos nuestro propio Guernica, puesto que nuestra Villa – según él claro – fue totalmente arrasada por la Aviación Nacional “tan sólo quedó en pie una fábrica de sidra “, afirma, y eso no me lo invento yo, no, no, eso pueden ustedes acudir a la Hemeroteca de La Voz de Asturias donde expresa “demokkráticamente” , eso sí, sus saberes semejante rascanalgas, digo yo que con el objeto de justificar el Monolito de los represaliados de Fontecha de los que nadie sabe nada o el “furacu” del carru de la basura del Bolero q.e.p.d. bajo la subida al Cuetín, convertido tal que el otro por la Ley de Memoria Histérica esa en Refugio antiaéreo – también con dos cojones – de la noche a la mañana, ya lo ven.

¡Pues, eso…!