Hace muy pocos días leí una noticia sobre la posibilidad de que el Principado de Asturias concediese subvenciones a su flota pesquera, al objeto de potenciar la presencia de turistas en sus embarcaciones, durante sus faenas pesqueras, pero, que previamente, es necesario sortear algunas trabas técnicas y jurídicas

Hace  también poco tiempo, ya se celebró aquí en Asturias un encuentro, al cual asistieron, la fundación AZTI, el Ayuntamiento de Lequeitio y un colectivo denominado Itsasmendikoi (del mar y de la montaña) en donde se analizó la manera de optimizar los recursos existentes en torno al sector pesquero.

En esos momentos Lequeitio, estaba estudiando el poner en marcha una iniciativa pionera para revitalizar el turismo en dicha localidad, a la vez que dinamizar el sector pesquero de dicha villa, por eso, el Ayuntamiento y la Cofradía de Pescadores “San Pedro”, analizaban la manera de embarcar turistas en barcos de bajura, de manera similar a como desde hace años se realiza en países como Italia.

Según se manifestó en dicho encuentro, esta experiencia de pesca-turismo formaba parte de un programa más amplio, que recibió el nombre de “Sagital”, el cual, se encontraba enmarcado en el Fondo Social Europeo para diversificar el sector de la pesca y buscar oportunidades de negocio relacionadas con dicho sector.

Este Ayuntamiento, tiene mucho interés en el plan por dos razones muy especiales. Por una parte, considera que la futura actividad constituirá una alternativa que compensará la disminución de los ingresos económicos sufridos por los marineros. Por otro lado, porque acercará la realidad de la vida de los “arrantzales” (pescadores) a los turistas, y les dará la oportunidad de conocer la vida de a bordo, las técnicas y tradiciones de los pescadores, el ambiente pesquero, y la gastronomía entre otros aspectos.

Hay que tener en cuenta que este puerto pesquero tenía desde hace años en marcha un proyecto que aunaba ambos sectores. Se trataba de visitas guiadas al pesquero “Playa de Ondarzabal” que se encontraba amarrado en el puerto, a la Cofradía de Pescadores y a alguna conservera familiar.

En estos momentos el barco museo “Playa de Ondarzabal”, ya se encuentra desguazado, pues en el mes de Julio de 2014, abandonó el puerto de Lequeitio en el que permanecía anclado en dirección a un carro varadero en Ondarroa. En esa dársena, ha permanecido hasta que a mediados de Diciembre del mencionado año comenzaron las labores de desguace de una embarcación que en tres décadas de historia ha ejercido de buque pesquero, pero que en los últimos tiempos ejerció de atractivo turístico lequeitiarra, pese a que desde el pasado año se suspendieron las visitas, habida cuenta de su mal estado de conservación. 

Si en vez de enfocar este interés en buscar subvenciones para un proyecto con más sombras que luces, y se dedicase por parte de nuestros político todos sus esfuerzos a solucionar el verdadero problema que tienen planteado nuestro pescadores, como es la escasez de cuotas de pescado, posiblemente, otro gallo nos cantara, pues, según datos de Eurostat, Irlanda ha pasado de disponer de una flota de 1.580 buques de pesca, a una flota de 2.239 en el 2012, y Gran Bretaña, en ese mismo período, ha saltado de 7.554 embarcaciones a 6.406, cifras sin duda de envidia para el sector pesquero español.

Es decir,  unos incrementan flota, y otros, apenas reducen, manteniendo pues el potencial pesquero de ambos países en una salud encomiable, eso si, con las cuotas pesqueras que hacen que sus pesquerías sean rentables.

España ha recortado entre el 2001 y el 2012 un 37 % su flota pesquera. De casi 16.000 buques, ha pasado a tener apenas 10.000 en el 2012. Sólo Grecia ha sufrido en la Unión Europea una reducción de flota en parangón con el Estado español.

España no ha pedido el rescate para su sector pesquero, pero tal vez la flota también necesite disponer con urgencia de liquidez, y no precisamente de euros, sino de cuotas de pesca, que hagan que este “corralito” en el que llevamos metidos desde el año 1986, llamado criterio de estabilidad relativa en el reparto de cuotas de pesca en la Unión Europea, deje por fin a las empresas armadoras desarrollar su actividad con perspectivas de rentabilidad y sostenibilidad.

Lo que nuestro Principado, conjuntamente con el Gobierno de nuestra nación debe de realizar con prioridad, son iniciativas para el Cantábrico-Noroeste, que puedan suponer un incremento de cuotas de pesca para la flota de todas las modalidades, las cuales, deberán ser la base para que España deje de estar a la cabeza de los”Terminator” de buques pesqueros junto con Grecia, y empiece a parecerse a esas Islas del Norte de Europa.

La ”troika pesquera de la Unión Europea” no puede seguir asfixiando a la flota de España, y el sector español tiene la responsabilidad de impedir que, por inacción de unos y otros, al final, pasemos de ser líderes en pesca, a lideres en “turismo marinero”.