Comunicado de la Corriente Sindical d'Izquierda, denunciando las prácticas fraudulentas de la empresa Glovo.

La clase trabajadora se enfrenta a una creciente precariedad, con tasas de paro altísimas,trabajos inestables, flexibilidad de horarios en beneficio de la empresa que hacen incompatible la conciliación, salarios de miseria, despido libre y prácticamente gratis.

La pérdida de derechos se traduce en inestabilidad, hoy trabajas en un sitio y mañana en otro. Y en un descenso en la calidad de vida, muchas veces no llegando a fin de mes aunque trabajes. Además, la precariedad golpea con más fuerza a las mujeres ya que somos nosotras las que mayoritariamente tenemos los contratos parciales, la tasa de paro es mayor y también una mayor la temporalidad.

En este contexto aparece la figura del falso autónomo, como última estafa de la patronal, en la que ésta obtiene todos los beneficios, al no tener trabajadores en plantilla, y todas las ventajas de que lo sean en la práctica.

Sin convenio que marque el salario mínimo o cualquier otro derecho cvonquistado, ni bajas por enfermedad, ni vacaciones pagadas, ni bajas por maternidad, entre otras cosas.

Todas estas condiciones hacen que sea cada vez más dificil para las trabajadoras organizarse para exigir sus derechos y constituir secciones sindicales.

La campaña Valió de falses autónomes, de la CSI, surgió para dar respuesta a esta nueva forma de explotación y ya lleva varias victorias a sus espaldas.
En CSI Uviéu creemos que el sindicalismo debe dar un paso más allá y adelantarse a los acontecimientos, no sólo responder a los ataques cuando ya hay un conflicto en una empresa, si no haciendo frente, en el caso de Glovo, en cuanto esta empresa -símbolo de la más absoluta precariedad- pone un pie en nuestra ciudad. Es por ello que hemos iniciado esta campaña contra las prácticas fraudulentas de Glovo, interponiendo una denuncia en Inspección de Trabajo de la que esperamos tener resultados pronto. Así
mismo, hemos pedido una reunión con Adelia García, Inspectora Jefe, con el fin de conocer su postura ante las denuncias que se están presentado y la misma campaña.

La empresa Glovo, imitadora española de Deliveroo, creada en Cataluña en 2015, instalada en Xixón desde finales de 2017 y recién aterrizada en Uviéu, facturó diecisiete millones de euros durante el año pasado.

Glovo tiene cuatrocientas personas empleadas en plantilla y más de siete mil repartidoras, que en bici, moto o coche entregan los productos de tiendas, restaurantes e incluso farmacias, a domicilio. Las glovers no son trabajadoras de la empresa son, según sudefinición, ‘socias’ o ‘colaboradoras’.

En realidad la definición que mejor se ajusta a su modelo empresarial es la de falsas autónomas, ya que ofrecen un servicio de reparto a domicilio, pero no tienen repartidores en plantilla. Obligan a las trabajadoras a darse de alta como autónomas, siendo así estas quienes tienen que pagar con lo que cobren cada mes su Seguridad Social, recibiendo además unas prestaciones en cuanto a bases y cotizaciones peores que las de cualquier otra trabajadora en el Régimen General.

Una trabajadora es falsa autónoma si cotiza como autónoma pero trabaja para una empresa, sometida a su poder organizativo y disciplinario.

Además de la voluntariedad (que se presupone) y que sea a cambio de pago (ya sea sueldo fijo, por horas o por comisión variable), los conceptos clave para demostrar la relación laboral son la dependencia, es decir, la realización del trabajo bajo la dirección y control de la empresa, o la inclusión de la persona trabajadora en el ámbito organizativo de la empresa, o simplemente la subordinación de la trabajadora al empresario. Y la ajenidad, o sea, que realmente se es ajena a los riesgos de la empresa y sus beneficios.

En el caso de Glovo, es la empresa quien organiza horarios y distribuye, según una evaluación personal, las franjas en las que las personas trabajadoras podrá recibir pedidos. Les facilita la infraestructura necesaria para poder hacer el trabajo (mochilas distintivas etc…) e imparte formación previa. Y son despedidas, desconectadas, sin indemnización si incumplen los criterios de puntuación de la empresa.

Este modelo de negocio funciona gracias a la precariedad a la que son sometidas las personas trabajadoras. La empresa puede competir con márgenes de ganancia por pedído muy bajos ya que no paga sueldos fijos ni Seguridad Social.

Utilizando falsas autónomas, Glovo explota y precariza a todas las trabajadoras, comete un fraude contra la Seguridad Social y practica competencia desleal para con otras empresas de reparto. Así es como consigue sus beneficios millonarios.

Pedir que nos lleven comida, o cualquier otro objeto de consumo, a casa parece ser una de las ventajas que facilita la tecnología. Cada vez hay más aplicaciones que ofrecen este tipo de servicios que, aparentemente, nos facilita la vida cuando llegamos cansadas, tras una dura jornada de trabajo o durante el fin de semana. Pero esa comodidad, como ya hemos explicado, esconde la precariedad de otras trabajadoras que se ven obligadas a
aceptar condiciones laborales fraudulentas, y benefician a las empresas que las explotan.

No seamos cómplices de su precariedad, no utilicemos aplicaciones como Glovo.

No queremos cerrar este comunicado sin recordar que somos las trabajadoras precarias las que sufrimos las consecuencias de esta nueva 'economía colaborativa', que implicatodos los beneficios para la empresa y una mayor explotación para las trabajadoras.

Por tanto, exigimos a Glovo que regularice la situación de sus glovers antes de llegar a juicios como el que acaba de perder la empresa Deliveroo.


CSI Uviéu