Para contemplar las nuevas obras de los artistas contemporáneos, un grupo de aficionados y pintores asturianos nos fuimos a la Feria de Arte de Madrid.Los medios de difusión ya nos habían informado del número de galerías, de las diferentes naciones, de los precios de algunas obras, etc. de una gran feria en el que el país invitado de honor es Korea del Sur, representado por catorce galerías y cuyo Presidente la había inaugurado con los reyes de España
(Me decidí a acudir, por primera vez, para conocer a los artistas surcoreanos y su obra, ya que estoy invitado a exponer en Seúl, cuando se inaugure la sala de exposiciones del Instituto Cervantes. El actual embajador de España en Korea del Sur, Exmo Sr, D. Delfín Colomé, era embajador en Manila cuando allí expuse. Me presentó la exposición entonces y me invita ahora.)
La creación artística es dinámica, cambiante, libre, se debe renovar continuamente. Lo que fue novedad en el Siglo XX ya no lo es en el Siglo XXI. En una Feria de arte Contemporáneo no deberían tener cabida los pintores muertos, como Picasso, Miró, Dalí, Gris, Etc... pero siguen las galerías exponiéndolos, como señuelo y haciendo sus millonarios negocios con sus ventas.
Mientras tanto, los verdaderos creadores contemporáneos, los que están haciendo la historia del arte de hoy, no tienen cabida en los stands de esta Feria: Unos, porque sus galerías no pueden concurrir, otros, porque no tienen galería y otros porque su galería prefiere presentar fotógrafos de otras naciones. Es cuestión la globalización del arte universal.
Los adelantos técnicos permiten crear obras que ni se podrían soñar en el pasado siglo. Los artistas del siglo XXI tenemos unas posibilidades que no tenían los que ya no viven.
Para expresar, hoy, lo que queremos transmitir, debemos servirnos de esos Medios, perocomo lenguaje y como instrumento; no como un fin. Unas herramientas que, manejadas por manos hábiles, superen todo lo producido anteriormente. Algo de eso hemos podido contemplar en esta Feria del Arte Contemporáneo, pero no mucho, por desgracia. Pues las galerías buscan su negocio, que no está en la promoción del Arte, sino en la venta. Consideran al artista como un instrumento, del que se sirven mientras les conviene. Los artistas, hoy, como personas humanas, no son muy valorados por los galeristas. En muchos casos, les coartan la libertad, sometiéndoles a las necesidades y exigencias del mercado.
Los artistas, en la Feria ¿Qué hacen? ¿Dónde están? ¿Qué caso se les hace? En muchos casos es difícil localizar su nombre. Las noticias hablan de ventas, de precios, de naciones, de galerías, de autoridades, de financiadores. Etc. Y todos debemos sentirnos satisfechos del éxito obtenido.
Para no caer en posibles omisiones o en agravios comparativos, no vamos ahora a mencionar nombres de artistas participantes, pero a uno de esos que exponen lo descubrimos, hace años, pintando en el suelo, en un concurso de pintura al aire libre. Organizamos sus primeras exposiciones. Salió adelante y es uno de los mejores pintores de España, hoy, pero sus obras no expresan lo que puede hacer. Aún está pendiente su manifestación como gran artista que es. Como él hay muchos, constreñidos por las salas comerciales o financiados por becas de organismo oficiales, que son incapaces de salir de su círculo, que emplean algunos de los adelantos técnicos, pero sin sacar de sí mismos todo el gran potencial que llevan dentro.
Pero muy pocos dicen lo que piensan, cuando contemplan algunas de las obras expuestas, que ni son novedad, ni aportan nada al Arte universal. No es “políticamente correcto” decir las verdades. Así va el Arte.
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