La Casa Natal de Jovellanos acogió ayer jueves la conferencia "Goya y Jovellanos: Un artista moderno para un hombre excepcional" impartida por Manuela Mena, conservadora de Dibujos y Estampas, subdirectora de las Áreas de Conservación, Investigación y Restauración del Museo del Prado entre 1981 y 1996, y jefe de Conservación de Pintura del Siglo XVIII y Goya del Museo del Prado hasta 2019.
Pese a que la tarde no se presentaba nada apacible, la Casa Natal de Jovellanos se llenó de público para asistir al arranque del ciclo de conferencias en torno a la figura de Jovellanos que tendrá lugar los jueves durante las próximas 4 semanas.
La conferencia inaugural se centraba en la figura de Jovellanos tal y como la plasmó Goya en sus retratos.
Jovellanos y Goya accedieron a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1780, apenas con un mes de diferencia. Fue en esta institución donde se cree que ambos se conocieron, y varios años después, concretamente en 1783 Goya realizó el primer retrato de Jovellanos. Lo plasmó en el lienzo con elegancia, posando en la zona de la Ría de Gijón (Arenal de San Lorenzo). Goya no acudió a la ciudad para realizar el retrato, por lo que se cree que se inspiró en las descripciones del propio Jovellanos para dibujar el entorno.
Varios años después, concretamente en 1798 pintó su segundo retrato de éste, cuando Jovellanos era ministro de Gracia y Justicia. La comparación entre ambas obras es reveladora de la personalidad del artista y de la evolución de su técnica y su capacidad de invención.
Tal y como apuntó Manuela Mena durante la conferencia, "el valor de este retrato de Jovellanos a manos de Goya tiene un valor incalculable por lo que supone tanto a nivel artístico, por la figura de Goya, como a nivel histórico, por ser Jovellanos quien fue retratado".
Manuela Mena aprovechó la conferencia para acercar la figura de Goya a los gijoneses, relatando cómo habían sido sus inicios, quiénes habían sido sus principales "clientes" y comentando anécdotas interesantes que al menos nosotros desconocíamos, como por ejemplo que era hijo de un maestro artesano de marcos y molduras y que ese aprendizaje que había obtenido en su niñez lo plasmó más tarde siendo él mismo quien realizó los marcos y molduras de algunas de sus principales obras, entre las que se encuentra este retrato de Jovellanos.
Comentar que este segundo retrato se encuentra cedido temporalmente por el Museo del Prado y puede ser visitado en la Casa Nata de Jovellanos hasta final de año. No dejéis de visitarlo.
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