Una violencia que va en aumento en todas las naciones, en todos los idiomas, en todos los continentes

En varios países de habla hispánica, que hablan un estupendo idioma castellano, no admiten destrozar el lenguaje con el estúpido ”invento semántico” del legislador español: “ Violencia de género”

Lo están llamando, naturalmente, “Violencia intrafamiliar”, aunque esa palabra aún no figure en el diccionario de la RAE.;una violencia que va en aumento en todas las naciones, en todos los idiomas, en todos los continentes. Un incremento que es lógico y natural, como consecuencia directa del desprecio de la vida, en muchas naciones, desde el instante en que se despenaliza el asesinato de niños indefensos en el vientre de la madre.

Se ha levantado la veda de los inocentes. Si a ese crimen; abominable; se le llama “interrupción voluntaria del embarazo” y a quienes hacen de apologetas del delito se les homenajea en vez de condenarles.

Si la Seguridad Social financia esas “operaciones” con el dinero de todos, no se puede pedir al violento/a; que respete la vida de su pareja.

La vida humana ya no está protegida por la Ley. Aquí, en nuestra querida España, los geniales legisladores lo llaman “violencia de género”, a pesar de la oposición de los Académicos de la Lengua.

En otras naciones lo llaman “Violencia intrafamiliar”.

De cualquier forma, sea del género femenino, masculino o neutro, es un atentado a los derechos fundamentales de la persona humana

Si se hace dentro de la familia, se puede considerar “intrafamiliar”, tanto si asesina o maltrata al hijo, a la hija, a la esposa, al marido o a la pareja sentimental de turno.

No hay que lamentarse del incremento de los delitos intrafamiliares, se deben descubrir las causas, evidentes, y suprimirlas, con leyes protectoras de la vida humana desde el momento de la pro-creación hasta el instante de muerte natural.