Artistas colungueses olvidados. (por poco tiempo, espero…)

Referencia a D. Laurentino Miyar, reconocido fabricante de gaitas.

Sin duda todos ustedes conocieron al personaje de la fotografía: D. Laurentino Miyar, más conocido popularmente por todos como “Tino, el relojeru” debido a su profesión.

Lo que sin duda desconocen la mayoría, es que fue en su día un finísimo fabricante de gaitas, uno de los mejores y bien reconocido dentro de ese mágico mundo de la gaita asturiana, por los más importantes gaiteros y especialistas, no así popularmente, pues se dedicó a ello con una edad ya avanzada, quizá porque el proceso de aculturaciónal que estamos sometidos por la propaganda, acorraló en cierto momento de desarrollismo quizá mal entendido a la cultura autóctona, sustituyendo a los chigres por sofisticadas  cafeterías y“boites” luego “pub´s” todo según la moda del momento relegando a la cultura autóctona  y a   los culinos de sidra con quesu picañón  por “cocacolas” y hamburguesas , lo que tuvo también por consecuencia la práctica eliminación de la gaita y  los cantares de chigre  pronto sustituidos por unos infernales antros a  la hortera moda “Texas” llamados“discotecas”  con bolas de metacrilato brillante en sus techos y melenudos rockeros farloperos como artistas en untris, bueno, el  “acabose” en definitiva.

Claro que todas las tonterías se pasan pronto y las aguas suelen volver a su cauce dándose ya en los ochenta con fuerza el fenómeno inverso. Quizá debido a eso al personaje que les menciono ya la cultura autóctona en genera les pilló una mala, malísima época… de no haber sido así Tino y sus artesanales gaitas personalizadas a gusto del cliente en finísima madera de boj,con ajustes de marfil impecables torneados a mano con una maestría difícil de igualar, ocuparían el lugar que les corresponde en la historia de la cultura astur.

Sin embargo, su arte pasó completamente desapercibido para el gran público,  – tampoco gustaba él de afán de protagonismo y grandes alardes, pues fue un hombre de carácter modesto  y pocos ruidos- no ya fuera, sino dentro de su propia localidad para una gran mayoría. No obstante aún estamos bastante a tiempo para un reconocimiento público, al menos en su propia casa, no sé, una placa, una calle, algo, porque personajes así no deben quedar en el olvido, porque de bien nacidos es ser agradecidos, pienso yo,  que a veces -pocas,eso sí-  lo hago.

Omar Pardo Cortina.