ERUDITOS COLUNGUESES: Don Víctor Cobián y Junco. (II)

Puntualizaciones sobre Victor Cobián y Junco tras la consulta realizada por Manolo Granda.

¿Su apellido era Covián o Cobian?

Lo de Covián y Cobián, pues bueno, sí en efecto puede considerarse anecdótico, pero tiene su explicación. Es evolución del castellano, es lo mismo. No obstante en toda la documentación en mi poder hasta el siglo XIX de los Alonso de Cobián en ningún documento aparece con “v” y por eso yo lo respeto. No obstante a partir de ahí en efecto toda la documentación prácticamente se hallará con “v”.

No obstante, Da. Ursula de Cobián, ya casada con D. José Joaquín de Isla y Mones, arremete contra quien así utiliza su apellido por considerarlo vulgar...

Es como los Ballina y Vallina, si os fijais los “del Gaitero” lo ponen con B. No como los demás cristianos Vallina que por norma general lo ponen con V.

Pero bueno, sí, se puede considerar anecdótico.

Don Victor, residió en los veranos y durante muchos años, en Lastres, en su casona blasonada de San Pedro. Esta casa fue adquirida por Manuel Granda de la Torre, en 1922 y actualmente es propiedad de los señores Yndurain-Llopis.

Bien, respecto al segundo aspecto, no voy a extenderme pues sería un tanto largo, pero sí, que residíó muchos veranos en Lastres lo sabía, sí.

Se refiere a don Victor como principal impulsor en la creación del Centro Asturiano de Madrid... Yo siempre creí que tal actitud le correspondía al llanisco Posada Herrera, que fue, además su primer presidente.

Respecto a este tema, no me refiero a él como principal impulsor, aunque sí lo fue, indico que: “Como guinda, también podemos indicar que debido a sus inquietudes y posición social, D. Víctor de Cobián y Junco, fue alma mater del primigenio Centro Asturiano de Madrid, del que fue Presidente”.

Y así fue en efecto. Vamos a ver... Llanes y su propaganda ya sabemos todos lo que es y lo que se mueve. Bien, D. José Posada Herrera era un figurón de cuidado.

Si observamos la trayectoria de Posada Herrera, un intrigante político, y rascamos un poquillo vemos que previamente a Presidente del Consejo de Ministros y para ir haciendo méritos e incluso con posterioridad por costumbre ya, supongo, fue presidente de todo lo que hay prácticamente, el Ateneo de Madrid, la Academia de Jurisprudencia, la directiva de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, y el Centro Asturiano, como un paso más en su carrera...

Además Posada Herrera no tenía fortuna (con mayúsculas, me refiero, claro) así pues el alma mater del Centro Asturiano de Madrid en realidad, o sea el que tenía las perras a esgaya era el segundo Barón de Covadonga, D. Francisco Valdés y Mon, y lo demás fuegos de artificio y mucho aristocrata arruinado de mucho Don y poco Din...

En lo que se refiere a la Presidencia del centro observa el Sr. Granda, y claro con la documentación que le han facilitado tiene razón cuando dice:

“En cuanto a la presidencia de dicho Centro y en relación que me envían de secretaría del mismo, advierto no figura don Victor Covían y Junco como Presidente”

Es bastante posible que así sea, pues A Campoamor sucedieron en el cargo el Conde de Agüera (31 de julio de 1888), el mismo Barón de Covadonga (19 de enero de 1889), Acisclo F. Vallín (enero 1890), a quien reemplazan sucesivamente durante su mandato Víctor Covián Junco, Eugenio Ruidíaz y Antonio Balbín de Unquera. El 23 de enero de 1891 accede a la presidencia Apolinar de Rato, conocido bablista y fiscal de La Habana, reelegido al año siguiente. O sea que realmente no está equivocado el Sr. Granda, según sus fuentes.

Ya que a Campoamor le sucedieron en el cargo el Conde de Aguera 1888 el Barón de Covadonga, enero de 1889 y D.Acisclo Vallín 1.890 a quien reemplazan sucesivamente durante su mandato D. Victor Cobián, D. Eugenio Ruidíaz escritor de Gobiendes y el maliayo de adopción D. Antonio Balbín que sustituyen interinamente a D. Acisclo durante su mandato aquejado de una pesada enfermedad, pero todos ellos con nombramiento... el de D. Victor en concreto, lo encontré en un arcón en el desván de casa de mi mujer el verano del 88 entre otros documentos muy interesantes.

Fijénse que los otros dos que desempeñaron el cargo interinamente con él en ese periodo, eran uno de Gobiendes y otro de Villaviciosa amigos entre sí, que se turnaron entre ellos para hacer más llevadera la cosa, pues sus obligaciones eran muchísimas. D. Victor lo aceptó concretamente por compromiso con el Barón de Covadonga que era en realidad el que cortaba el bacalao por detrás. – correspondencia personal - D. Victor además digo que fue “alma mater” porque además – por correspondencia personal lo sé – era amigo del Barón de Covadonga y su asesor jurídico de confianza además y sé que tuvo amplia influencia en todo lo referente al centro asturiano, debido a que asesoraba al marqués que como digo era el que tenía el “parné” y claro por tanto disponía y ordenaba mucho y hacía directamente poco, aunque eso sí, el caprichito de hacer grande el centro Asturiano, le hizo alguna pupita a su saca... aunque bueno, era muy cuantiosa, así que...