Con llegada del final de la temporada estival desde la Mancomunidad Comarca de la Sidra empiezan a hacer las primeras valoraciones sobre los resultados de este año turístico.

Así pues los datos que reflejan el número de visitantes atendidos, hasta agosto de 2016, en las oficinas y centros receptivos que la Comarca tiene emplazados en los municipios de Colunga, Nava y Villaviciosa, señalan este año como uno en los que se ha producido nuevamente un crecimiento en la actividad turística. Pasando de de atender en los centros receptivos a 49.641 personas en 2015, frente a las 59.937 de 2016, lo que supone un incremento por encima del 20 %. La distribución por oficinas refleja los siguientes datos, en Colunga 28.079 personas, Villaviciosa 27.643 y Nava 4.215. Siendo el mes agosto el de mayor afluencia de público con 13.777 visitantes los que pasaron por las oficinas de Colunga, 10.430 por Villaviciosa y 1.141 en Nava. Es necesario destacar el buen comportamiento que ha mostrado la temporada media y baja, entre enero y junio, con crecimientos interanuales por encima del 30 %, algo muy positivo por ser una muestra de desestacionalización.

En cuanto a los orígenes de los turistas el mercado nacional se sigue manteniendo como principal emisor de viajeros, representando un 91 % con unas 54.555 personas, mostrando un claro afianzamiento en la recuperación de este nicho de mercado. Si bien es especialmente reseñable la conducta de los visitantes extranjeros, que han aumentado un 14 % con respecto al año pasado, una tendencia que se viene observando desde hace varios ejercicios, pero que en 2016 ha alcanzado unas cotas muy interesantes. De entre todos los extranjeros el mercado francés es el que mejores datos ha arrojado, seguido del alemán y británico. Una de las explicaciones que se pueden dar a estos datos en el posicionamiento del turismo extranjero, puede ser el cada vez mayor flujo de peregrinos que transitan por el Camino de Santiago a su paso por la Comarca de la Sidra, hoy día patrimonio mundial de la Unesco. Otra de las razones podría venir generada por la inestabilidad que sufren determinados países de la cuenca mediterránea, que solían ser destinos elegidos por muchos europeos y que en estos momentos pueden estar optando por descubrir otros destinos de carácter cultural o natural más cercanos y con una mayor imagen de seguridad.