Energía eólica, biodiversidad y desarrollo rural

El evento organizado por Verdes EQUO Asturias tendrá lugar el próximo lunes 24 de may.

No cabe duda de que uno de los retos más importante para las próximas décadas es la adaptación a los cambios derivados del calentamiento global. Entre esos cambios se incluyen dos en concreto que tienen un enorme impacto sobre la economía, el bienestar y la salud de las personas: el cambio climático y la pérdida de biodiversidad más grande y acelerada de la historia de la tierra.

Para abordar el cambio climático se hace imprescindible llevar a cabo un cambio drástico en el modelo energético de nuestra sociedad, que se plasma en el Acuerdo de París con la obligación de disminuir el uso de combustibles fósiles como fuente de energía. Ese cambio de modelo energético implica por un lado la descarbonización del sistema energético de la UE y por otro lado la reducción del consumo y mejora de la eficiencia energética, porque las alternativas renovables y limpias no podrán aportar cantidades tan grandes de energía sin efectos ambientales inasumibles.

El Pacto Verde Europeo establece una reducción de las emisiones de CO2 en 2030 del 55%, respecto a las de 1990, pensando en la neutralidad en el año 2050. La producción y el uso de energía representan más del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. Por todo ello, es necesario el aumento de la producción de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, hasta el 74% en 2030, a partir de recursos naturales: agua, sol y viento. En ese mix energético es sin duda necesaria la presencia de la energía eólica.

Por otro lado, la comunidad científica lleva varias décadas advirtiendo de las catastróficas consecuencias de una pérdida de biodiversidad a una escala tan grande, que no se tienen datos de que haya podido suceder algo similar en la historia de nuestro planeta, por la desaparición acelerada de miles de especies y por una reducción muy grande también del número de individuos y de la variabilidad genética.

La comunidad científica advirtió en 2019 que un millón de especies están en peligro de extinción; muchas de ellas podrían extinguirse en pocas décadas, según un informe de la ONU. Para buena parte de los investigadores estamos en medio del sexto proceso de extinción masiva en la historia del planeta. Los ecosistemas tardan millones de años en recuperarse.

La estrategia de Biodiversidad 2020-2030 de la UE exige que se asegure que el 30% de su territorio sean áreas naturales protegidas y que se tenga en cuenta la protección de la biodiversidad en todas sus políticas. Los eurodiputados pidieron el 16 de enero de 2020 que en la conferencia que la ONU reúne a las partes de la Convención de Biodiversidad de la ONU de 1993, se acuerden objetivos legalmente vinculantes para detener la pérdida de biodiversidad .

Todo ello tiene además una importante vertiente socioeconómica, por el enorme impacto que la asunción de esos retos tiene sobre el desarrollo económico, los nichos de empleo, el modelo de producción, comercialización y consumo, sobre los usos y costumbres a los que están acostumbradas las sociedades más avanzadas. Debemos plantearnos entre otras cosas algo tan simple como: “¿realmente necesitamos consumir tanta energía?”.

Verdes Equo, dentro del Partido Verde Europeo, para dar respuesta a esta emergencia climática se ha posicionado a favor de una obligada transición acelerada del modelo energético, que por supuesto debe producirse de forma socialmente justa y respetando la biodiversidad.

Ante la avalancha de solicitudes de implantación de parques eólicos en Asturias y en otras zonas de España, con un planteamiento fundamentalmente de oportunidad económica, en muchos casos seguramente especulativa, ante la necesidad de aumento de la producción de energía eólica, se produce una reacción también muy importante en defensa de la biodiversidad y del paisaje.

Por esto motivos desde Verdes Equo Asturias queremos celebrar este debate, desde el planteamiento de que se debe abordar coordinadamente aspectos económicos, ambientales y sociales: el cambio de modelo energético, la necesidad de atajar la pérdida de biodiversidad y las necesidades de reactivación económica del entorno rural.