La Asociación A. U. P. A., Autónomos Unidos Para Actuar, remite una carta en defensa de los autónomos y sobre su experiencia como invitados en el programa "La Sexta Xplica"
El pasado sábado 3 de diciembre tuve la posibilidad de asistir como invitado y en representación de A.U.P.A. * (Autónomos Unidos Para Actuar) al programa de televisión “La Sexta Xplica” , acompañado de varios compañeros, autónomos, como yo, programa en el que, supuestamente, íbamos a poder hablar largo y tendido sobre la problemática actual de los autónomos españoles, la discriminación palmaria que sufrimos con respecto a los trabajadores del régimen general, el incremento de las cuotas y de la edad y los años necesarios para jubilarse, etc. La realidad fue muy distinta.
En primer lugar y para no faltar a la verdad debo decir que el trato humano del gaditano José Yélamo, presentador del programa, y sus compañeros de equipo, fue siempre cordial y más que correcto, eso en cuanto a la forma, si entramos a analizar el fondo ya la cosa cambia y lo hace de manera radical.
El orden del día que nos habían prometido varió sustancialmente, no se trataron muchos de los temas que nos habían asegurado que se iban a abordar y apenas tuvimos turnos de palabra, viéndonos imposibilitados a ejercer un turno de réplica a las tesis y argumentos, muchas veces demagógicos, de los denominados “explicadores”, verdaderas estrellas del programa, alineados prácticamente todos en una misma dirección, salvo honrosas excepciones como la del economista Javier Díaz-Giménez, profesor del IESE.
Para refrendar lo anterior recuerdo nítidamente dos intervenciones, una de la representante del sindicato subvencionado UGT, Afra Blanco, que planteó como alternativa al problema de la sostenibilidad del actual modelo de pensiones el que los robots comiencen a cotizar (por lo que se ve quiere poner a cotizar a la “Rumba” y la “Termomix”) y se quedó tan ancha o de Alejandro Inurrieta, economista de la Universidad Complutense, que defendió con vehemencia la sostenibilidad del actual sistema de pensiones cuando los hechos, que son mucho más relevantes que las palabras, demuestran justo lo contrario; el ministro socialista Escrivá, elevó hace dos años la edad de jubilación de 65 a 67 años y ahora está a punto de dar una nueva vuelta de tuerca incrementando los años cotizados necesarios para poder obtener una pensión de jubilación que pasarán de 25 a 30, y no será la última medida para intentar alargar la vida de un sistema que se pergeñó en los años 60 con una pirámide demográfica muy diferente a la actual y que, por consiguiente, resulta insostenible si no se acomete una verdadera reforma y se avanza hacia un sistema de capitalización, tipo mochila austriaca o similar, de forma paulatina.
Pero volviendo a los autónomos el colectivo probablemente más maltratado de este país, apenas se habló y visto ahora con algo de tranquilidad y distancia es lógico que así fuera, no interesamos. Un autónomo es un trabajador, me atrevería a afirmar que somos los que más trabajamos ya que no tenemos ni horarios, ni conciliación, ni vacaciones, ni salario mínimo, casi ni derecho a caer enfermos, pero, a su vez, somos empresarios, sí, “malvados” explotadores para los sindicatos subvencionados y su discurso frentista y simplista, aunque la realidad es que sólo nos explotamos a nosotros mismos ya que cualquier autónomo que cuenta con empleados adscritos al régimen general sabe que éstos gozan de más derechos, menos riegos y más prerrogativas que su empleador.
Los autónomos sufrimos discriminaciones palmarias, como por ejemplo en el cómputo de los años necesarios para calcular la pensión, las llamadas “lagunas de cotización”, ya que si un trabajador del régimen general le falta algún año por no haber podido trabajar por algún motivo ajeno a su voluntad se considera que ese periodo de tiempo cotizó por la base mínima en cambio, un autónomo en una situación similar, se considera que no ha cotizado nada y, por consiguiente, sale muy perjudicado en el cálculo de su pensión con respecto al trabajador del régimen general.
Los autónomos, más de 3 Millones en este país, aunque la cifra se reduce dramáticamente día a día, un grupo muy heterogéneo, no contamos con la ayuda ni la defensa de nadie, muchos menos de sindicatos y asociaciones domesticadas con las subvenciones que reciben, salvo que nosotros mismos seamos capaces de organizarnos de manera transversal y reivindicar nuestros derechos comunes y fundamentales.
No queremos ayudas, no queremos subvenciones, no queremos ser más que nadie, pero tampoco estamos dispuestos a continuar siendo los parias del sistema, cada vez con más obligaciones, más presión fiscal y menos derechos, ya que en un país como España donde el 80% del tejido empresarial está compuesto por autónomos y micropymes consideramos que somos la base de nuestro sistema económico.
*A.U.P.A. (Autónomos Unidos Para Actuar) es una asociación de autónomos libre, independiente, apartidista y libre de subvenciones.
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