Emigración colunguesa (V):La emigración lastrina a América. Por Manolo Granda Estrada

Este artículo de Manolo Granda  se centra en la emigración lastrina a América a lo largo de la historia. La huella de los que emigraron a América es visible aún en Lastres en edificios singulares y  hermosas casonas.

Sin embargo, el recuerdo de aquellos que se fueron, los protagonistas de esta historia de trabajo, soledad y aventura que fue la emigración asturiana a América, está mucho más borroso.

Eran, en su mayor parte, hombres jóvenes; casi niños, algunos. Se marchaban pronto para no tener que hacer un servicio militar largo y duro, y para mejorar la situación económica de sus familias, normalmente muy numerosas.

No eran los más pobres; para pagar el pasaje se necesitaba algún recurso o, al menos, un poco de crédito. La mayor parte tenía un cierto nivel de escolarización. Eran eso sí, hijos obedientes que aceptaron una decisión que sus padres solían tomar por ellos. Se marchaban solos, a aquellos lugares donde ya había un pariente, o un conocido que pudiera servirles de introductor. Viajaban lejos, trabajaban mucho. Algunos hacían fortuna, otros no tanto. Desde América  servían ellos de puente para sus hermanos, parientes y vecinos. Algunos no volvieron; otros, regresaron y dejaron en su pueblo de origen pruebas de su nueva fortuna.

Uno de ellos era mi padre. Pero hay muchos más y quiero, en la medida de lo posible, recordarlos aquí:  emigrantes de Lastres y Luces que fueron a América, en la primera mitad del siglo pasado. Veremos sus destinos y lo que hicieron a su regreso

Comenzaremos  por CHILE.

Al Chile Central, de Santiago y Valparaíso, arribó  Maximino Braña que, hasta donde yo sé, se dedicó a los tejidos y las confecciones.  Años más tarde (efecto llamada), fue su sobrino Julián Forascepi y, bastantes años después, otros hermanos,   Jesús y Luis, siguieron el mismo camino para dedicarse a negocios varios.

También a esta zona y con el comienzo del siglo  emigra Alfonso Lucio y algún tiempo después Avelino Busta . Ignoro  cuál fue la ocupación de estos señores, pero lo cierto es que, por las apariencias, hicieron sus dineros y relativamente se “retiraron” pronto....

Más   recientemente, hacia los años cincuenta y tantos, un sobrino de éste, Emilio Fernández Busta se va también a Santiago desarrollando su actividad en las importantes ferreterías Vega Noriega, oriundas de Peñamellera Baja como sucede con la mayor parte de las ferreterías de aquel  país y ubicada  en la calle Puentes 701..

En el Chile Norte, en la árida región de Antofagasta y Atacama, en la zona de las salitreras, donde no llueve nunca, vivió y trabajó un personaje singular: Ramón Rivero Ramonón.  Uraño para algunos; para mi, en cambio siempre abierto al diálogo, a la anécdota y la confidencia. Primero fue porteador de sacos de Nitrato de Chile, capataz después,  pero siempre  trabajando duro. Un gran hombre siempre.

Familiares de Cornelio Joglar, cuyos nombres siento no recordar, están también  en esa  amplia relación de emigrantes al lejano Chile.
ARGENTINA.

Los hermanos  Juan y Emeterio Llera Braña  (Colón y El Mirlo) fueron a la Argentina, aunque no por mucho tiempo. Algunos en cambio no retornaron jamás. Valga el ejemplo de mi tío Víctor Estrada   que huyendo, como tantos otros, del servicio militar  y las guerras de Africa, se marchó a Buenos Aires donde creemos tuvo negocios de tintorerías ... y no volvió más.

Allí fue también Juan de la Torre Alvarez (hermano de Mariano, de Balbina...) que trabajó en el Ferrocarril Central Oeste, en plena Pampa Central.
Y de Luces,  Luis García Rivero y algún otro que se me escapa. Luis, que falleció hace poco, con más de cien  años, llegó a ser el socio número uno del Centro Asturiano de Buenos Aires. Y por allá sigue su esposa, Concepción del Gallego Braña, actualmente DECANA DE TODOS LOS EMIGRANTES DE LASTRES y que sigue llevando a su pueblo en el corazón y la nostalgia hasta el extremo –como curiosidad lo cito- de llamar los domingos de San Roque, coincidiendo cuando  sube el Santo en procesión, para que el ruido de los voladores en el teléfono la revitalicen para un año más de vida y de nostalgia.

MÁS AL NORTE, COSTA RICA.

Un emigrante singular nos lleva a Costa Rica. Hasta  allí llegó y allí se casó Popo. Ignoro su nombre real pero sé que era tío de Pedro  (Pedro Busta, amigo siempre en el recuerdo)  lo que nos permite, con esta referencia, situarlo en el entorno familiar. Popo era portador y exportador de ideas revolucionarias y quizás anarquistas,  lo que nos muestra que nuestra emigración es amplia y plural.

PANAMÁ
Otro de los hermanos Llera Braña, José... Joselón , buscando medrar y hacer dineros se nos va hasta Panamá a trabajar en la construcción del Canal del mismo nombre. Era una gozada oírle hablar del lago de Gatún o de la Sierra de la Culebra. Estuvo a punto de morir del mal endémico de la zona :el paludismo... Pero sobrevivió y a España retornó  escarmentado de sus juveniles andanzas panameñas.

MÉXICO
A México emigra hacia el año 1918 ó 1919 Vicente Granda,  a quien le tocaría vivir una endiablada odisea : la gran gripe que asola a Europa hace que las fronteras de México estén cerradas; el barco entonces suelta  todo el pasaje, como apestados, en Cuba.  Sólo al cabo de meses pudo llegar a México y dirigirse a  Guanajuato, su destino de trabajo. Lo conocí, muchos años después, en el Cuco, último sitio adonde llegaba, mortecinamente, la luz del transformador de Lastres. (Paradójicamente, Luces tardaría varios años en  tener corriente)....  Vicente era un hombre afable , exquisito en el trato y servicial como pocos.

Confieso que con México me hago un lío. Emigran miembros de cuatro familias, de alguna manera entroncadas entre si , que forman verdaderos clanes, pero que todos, aun cuando se ayudan, hacen las américas por su cuenta.-  Residen y trabajan en México DC., en Veracruz, en Puebla... Sus actividades son diversas. Cito a Manuel Suerpérez Alvarez por un lado, a los Lucio Suerpérez, por otro, a los hermanos Victorero Lucio y ,en época relativamente más reciente, los hermanos Rafael y Manuel Lucio Tapia..
Los hermanos Victorero Lucio (Agustín, Angel, Antonio y Francisco) establecieron su  residencia en Torreón y Puebla y  no siempre formaron  un equipo homogéneo; así diversificaban  riesgos y actividades. Tenían tienda de abarrotes, papelerías, distribución de loterías y plantaciones de algodón. Estas plantaciones, coincidiendo con un año  de lluvias providenciales para  la floración y una extraordinaria demanda de dicha fibra textil motivada por la  Guerra Europea de l914, habrían de ser la base de su fortuna.

EMIGRACION DE IDA Y VUELTA.
Por su curiosidad no quiero dejar de citar a Pío Conlledo. Este singular emigrante decidió un día irse a América, pero conociendo que el nuevo trasatlántico Príncipe de Asturias en su viaje inaugural ofrecía plazas  de tripulación, solicitó y obtuvo plaza de camarero. Al fin, era una manera de ahorrarse el importe del pasaje ; pero sucedió que a la arribada a Buenos Aires pensó que, en realidad, el trabajo en el barco le gustaba y no había motivo para desembarcar en la Argentina. De este modo, fue y vino durante dos años y medio durante cuatro viajes completos.. .La misma empresa, satisfecha con su trabajo,  lo ascendió en sueldo y categoría laboral con la condición de enrolarse en el trasatlántico gemelo: el Infanta Isabel.
Fue su salvación. En el quinto viaje,  el Príncipe se hundió al llegar a Brasil, en las proximidades de Santos, dejando un balance de 440 desaparecidos.

POR ULTIMO,  CUBA.
Permitidme  que aquí me extienda un  poco más.
La emigración de Lastres hacia Cuba la ocupa por completo la saga de los Granda. Hasta ocho miembros de la misma familia irán a la Isla  escalonadamente, siguiendo la hábil maniobra de  su madre, Cristina de la Torre, cerebro lúcido y pensante. Los hermanos Manuel, José, Agustín, Justo, Juan y Victorio, un sobrino: Ramón y un primo: Mariano.

En 1897 para librarlo de los cupos de reclutamiento mandan apresuradamente al mayor, a Manuel, para Cuba. El mayor estaba a punto de cumplir 15 años. Va con una carta de presentación en el bolsillo y al llegar se encuentra con que a quien va dirigida la carta acaba de morir..... Manuel –mi padre- siempre agradeció que en aquellos momentos de soledad y de angustia la familia Pando, de Caravia, le hubiera prestado apoyo , cobijo y trabajo.

Durmió tres años en un coy en la trastienda y poco a poco fue haciéndose con el control de la tienda primero y con su propiedad después por el procedimiento clásico de retirada a España de sus dueños. Vive las grandes turbulencias producidas por la independencia de la Colonia pero, a trancas y barrancas cumple con las condiciones impuestas por su madre: es el primogénito, debe pagar el doble. Primero hay que retornar el importe de su pasaje, cuatrocientas pesetas (hoy serían 95.000) prestadas por D. Victorio, párroco de Lastres.Y después, intentar mandar dinero para el viaje de un segundo hermano, que a su vez mandará para un tercero, etc......  es la ley de la familia.

Manuel aceptó esa primogenitura. En Remedios, provincia de Santa Clara, recibió a sus hermanos que ya no encontraron la soledad que él tuvo. Les dio residencia y trabajo. Después, el que quiso regresar lo hizo; el que quiso volar más alto, voló; el que quiso seguir con él,  con él siguió....
La tienda  mixta inicial  se amplió con una panadería, con una pequeña fábrica de tabacos y con lo que más dinero habría de darles: la distribución, en exclusiva, de  La Polar , una afamada cerveza conocida en todo el Caribe. Posteriormente, en sociedad con Juan Cano forman la firma Granda y Cano para la elaboración de un habano que alcanzaría  renombre internacional: La Flor de Cano.

En 1921 una aguda crisis  de alergia al polvo, a la harina ( aún no existían los antihistamínicos) le obliga a volver  a España. No era su  deseo  una retirada definitiva pero nunca más pudo retornar a Cuba. La enfermedad no se lo permitió.

EPÍLOGO.

Muchos indianos volvieron. Al regresar a Lastres invirtieron en edificios, tierras y negocios. Como curiosidad quiero señalar algunas de estas inversiones, muchas de las cuales todavía hoy nos dan testimonio del carácter de estos emigrantes.

Manuel Granda compró, contra su voluntad, la finca de San Pedro. Él  siempre quiso invertir en Gijón y en Somió tenía terrenos apalabrados, pero su madre (matriarcado puro y duro) tenía su punto de mira en la referida finca  de San Pedro en  la que habían sido caseros y  en la que ponía sus ilusiones y su ego.

Por  necesidades de testamentaría fue vendida hace unos años a los señores Félix Yndurain y Ana María Llopis.

Construyó también la conocida casa o fábrica de Colón, hoy propiedad de Fernando Marcilla.

Luis Lucio edificó una hermosa residencia al final del Piqueru vendida luego a Pío Conlledo, y más recientemente  a algún componente de la familia Garrido. Es un edificio de proporciones muy armónicas, dentro de una huerta, en un sitio privilegiado con vistas al Sueve y a la mar .
Maximino Braña edificó una vivienda  en La Fontana, adquirida en los años  cuarenta por D. Pedro Villarta.

Avelino Busta hacia 1933-1934 construyó un edificio de audaces características para entones: el Miramar.

Alfonso Lucio , en lo mas alto de San Pedro construyó el conocido como chalet de D. Alfonso, residencia luego de la familia Barredo y actualmente de los Fernández Miranda.

Ramón Rivero adquiere la hermosa finca de  La Raxada, se dedica a la ganadería y  monta en El Rápido un lagar de sidra.

Los hermanos Llera Braña, cada cual por su lado, emprenden negocios de salazones y conservas de pescado.

Los tres hermanos Victorero que retornaron, (Agustín, Angel y Antonio) modernizan el original enclave de su vivienda, invierten en repoblaciones forestales y en eléctricas, explotan durante años sus máquinas para hacer cigarrillos Victoria. Al final de sus días donan  tan extraordinaria mansión,  a  las madres Dominicas en hermosa y singular chapuza..- Por cierto que en la fachada de lo que fue taller, hoy colegio, residencia o lo que sea,   había un rótulo que  ponía FUNDACION VICTORERO LUCIO, pero un buen día vinieron unos obreros, pintaron fachadas y ventanas y de aquella inscripción jamás se supo.-... Gratitud se llama esto.

Por último Pío Conlledo, cansado de navegar y con algunos ahorros y mejores ideas se establece en  Gijón con el Bar Pío, en la calle Santa Lucía. Fue el primer establecimiento de Asturias en servir cañas de cerveza para lo que firmó contrato con El Aguila de Madrid que le suministraban los barriles por ferrocarril.

Años más tarde en edificio de nueva construcción, prácticamente en la calle Corrida, instala la primera cafetería de Gijón El Molinero que fue punto de negocios y reunión de empresarios en los tiempos de cupos y limitaciones.- Sus coctails Molinero y Astuera fueron famosos.- Para redondear, en época de expansión bancaria, una entidad (creo fue el Banco Exterior de España) se le antoja el sitio y el local. El traspaso fue todo un record.

... Por entonces compra la casa en Lastres de Luis Lucio de la que ya hemos hablado.

FINAL.-

Que me disculpen los familiares de los que emigraron en su día y no estén incluidos en esta reseña.

Que me perdonen si hay ligeras equivocaciones. Estoy jugando con mi memoria y mis recuerdos.

Apenas hay datos de bibliografía.  Leed estas líneas, por favor, con la misma buena voluntad con que yo las escribí.

Manolo Granda Estrada