Emigración colunguesa (XI):Don Manuel García González

Homenaje a un joven colungués que llego al ultimo extremo del mundo para alcanzar el éxito: Don Manuel García González

Sus descendientes dicen: Nuestro padre, abuelo y bisabuelo, Don Manuel García González, vio la luz al nacer, en Libardón, el primero de Octubre de 1898. Segundo hijo de los seis que conformaban la familia de Don Isidro García Cueto y Doña Carolina González Villar.

Familia de Manuel
 Familia de Manuel García González

Entre sus recuerdos de la niñez, siempre mencionaba lo linda que era su tierra; sus campos y montañas; y las melodías del Gaitero de Libardón. Partió de su Libardón amado, en Octubre de 1914, rumbo a una lejana tierra llamada Chile, al puerto de Valparaíso, para dar rienda suelta a sus ganas de ser alguien en la vida, para conquistar el nuevo mundo y poder ayudar a su familia de esforzados, honrados y trabajadores campesinos, que ya habían hecho el esfuerzo de enviar a sus dos hijos adolescentes aun, a forjarse un porvenir en tierras americanas.

Su hermano, dos años mayor, Don José Ramón García González, había partido un poco antes con destino a Buenos Aires, Republica Argentina, en donde aprendió el oficio de sastre. Al llegar Manuel al puerto de Valparaíso, fue acogido por un compatriota español, dueño de un negocio de ventas de telas y otros artículos, quien le proporciono un trabajo de aprendiz de vendedor, y a la vez, le permitió usar por las noches, para dormir, la parte inferior del mesón de ventas.

Valparaiso 1914

Sus sacrificios y su espíritu de ahorro, le permitieron reunir un poco de capital que le hizo soñar, con emprender rumbo al norte chileno, donde se había iniciado la fiebre del salitre, ya que eran innumerables las oficinas que contrataban muchos obreros que iban conformando pueblos, en donde abundaba el dinero y los placeres que este proporciona. Este auge económico, lo impulso a llamar a su hermano José Ramón, y en cuanto éste llego a Chile, iniciaron viaje a la región de Antofagasta, anclando finalmente en la oficina salitrera “Pampa Unión”, en donde instalaron una sastrería que tuvo el éxito esperado, ya que los mineros de la época gustaban de vestir elegantemente. No obstante aquello, Manuel tuvo que recorrer a pie las cercanas, y otras no tanto, oficinas salitreras en busca de la clientela, a la que hacían elegir las hermosas telas inglesas para, posteriormente tomar las medidas, hacer las pruebas y finalmente, entregar los trajes que eran confeccionados en el taller por José Ramón.

Esta bonanza, finalmente termino cuando se invento el salitre sintético, lo que llevo al cierre de casi todas las salitreras, produciéndose una gran cesantía, que motivo, finalmente, a los hermanos García a emprender nuevamente un viaje, que los trajo al puerto de Coquimbo, vecina de la hermosa ciudad de La Serena y cercano a los minerales de Andacollo.

Este puerto de aguas tranquilas, y de un clima muy agradable, los acogió con mucho cariño y aquí fundaron un negocio de venta de géneros, ropa interior y sastrería, al que denominaron “Casa García Hermanos” .

Estos guapos jóvenes españoles, prendaron el corazón de muchas señoritas coquimbanas, para finalmente contraer matrimonio, Manuel, con la señorita, Maria Violeta Barrios Garviso, y José Ramón, con la dama Cristina Pozo Carmona.

El matrimonio García Barrios, tuvo un solo hijo, Manuel Sergio. En cambio, el de José Ramón y Cristina no tuvo descendencia.

Cada cierto tiempo recibíamos carta de Libardón, en las que nos informan de las novedades que se producían en esas tierras. Así, sufrimos de los fallecimientos de los abuelos Isidro y Carolina y del quehacer de las hermanas Josefa, Sofía y Maria, pues anteriormente había fallecido la menor, de nombre Maria Luisa.

Padre de Manuel
 Padres de Manuel García González

Con el transcurso del tiempo, el trabajo intenso y la vida austera, les permitieron lograr una buena situación económica, que los llevo a invertir en propiedades, y finalmente dar termino a 60 años de trabajo en común, para iniciar una actividad por separado, fundando Manuel, la gran tienda “La Asturiana” y José Ramón “La casa García”.

Manuel, falleció en el año 1959 y su esposa Maria en 1976, sobreviviendo su hijo Manuel Sergio, nacido en 1939 y casado con Maria Zunilda Aguilar Landaeta, con la que tuvo 3 hijos: Manuel Hernán, Médico Veterinario con 4 hijos; Maria Roxana, Profesora de Educación Básica, que tiene 2 hijos; y Lorena Del Pilar, Secretaria.

Manuel Sergio, transformo el negocio heredado, creando una hermosa galería de renta de pequeños locales comerciales y transformando la propiedad a la “Inmobiliaria Libardón Ltda.”, empresa familiar llamada así en recuerdo del pueblo natal de aquel joven asturiano, que llego a Chile cargado solo de ilusiones y ganas de salir adelante.

En cuanto a José Ramón, falleció al igual que su esposa. El resto de las hermanas, también dejaron de existir. Sobrevivieron solamente dos hijas: Maria Sofía Prado García (calle Perlora, 5-4 Izquierda, 33207, Gijón, Tel: 5345395); y Maria Carmen Villar García de quien ignoramos dirección, y a las que les agradecemos contactar, para saber de ellas y algún día poder recorrer juntos las comarcas que tanto amaron nuestros ancestros.


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