Capilla del Santo Cristo o de Los Dolores, situada en el cementerio de Lastres

Recuperamos varias publicaciones que hicimos al respecto de esta Capilla, que resultó ser una joya, en 2016,2017 y 2018. Una joya también informativa, como la mayoría de nuestros humildes trabajos que recogen la auténtica memoria pasada y presente, también diaria, de esta villa de Lastres y del concejo de Colunga desde 2003, lo que nos ha supuesto el reconocimiento como 2º mejor medio electrónico de interés público en los I Premios de la Sociedad de la Información en Asturias, convocado por el Gobierno delo Principado y el Urogallo Especial del Centro Asturiano de Madrid.

Pero empecemos por el principio: Esta obra tiene su origen en la donación condicionada de las Hermanas Villarta.

El Testamento de las Hermanas Villarta.

Todo el mundo las conocía en Lastres. Cultas, amables, calladas, humildes..umas auténticas señoras. Mª de las Mercedes, conocida como Maruja (q.e.p.d.), Mª del Pilar Villarta Tuñón (q.e.d.), y Mª de los Ángeles Villarta Tuñón,(q.e.p.d.) famosa escritora, popularmente conocidas como las hermanas Villarta , son las protagonistas de una herencia interminable...
La realidad es que de una u otra manera estas buenas señoras le han hecho una donación importante al pueblo de Lastres y que nadie, nadie en este pueblo, por desconocimiento o por desagradecimiento les ha dado las gracias.

Para que la herencia se lleve al efecto pusieron una serie de condiciones, alguna de las cuales, eran:

1) Restaurar la Capilla del Cementerio de Lastres .
2) Cuidar las sepulturas familiares de la testadora.
3) Decir una Misa todos los años el día 3 de Octubre por las almas del médico D.Pedro Villarta y familia.

De no aceptar estas condiciones el Ayuntamiento de Colunga, nombrarían heredero universal a la Cofradía de Pescadores Santa María de Sábada.

Su padre, el famoso Doctor D. Pedro VIllarta, ya da nombre a una de las calles de Lastres.

Sería de agredecer se organizase organice un acto homenaje en agradecimiento a estas personas que siempre han llevado Lastres en su corazón.

La restauración se llevó a cabo pero la ausencia de reparación de las tumbas colindantes, en estado ruinoso, ha propiciado que año a año se vaya filtrando la humedad y echándose a perder el trabajo reealizado  y el dinero invertido.

INFORME HISTÓRICO:

Informe histórico de la capilla funeraria del cementerio lastrín, realizado por el historiador D. Miguel Cimadevilla Rodríguez en Julio de 2007, que se publica íntegro con autorización del autor.

CAPILLA DEL SANTO CRISTO O DE LOS DOLORES SITUADA EN EL CEMENTERIO DE LASTRES (COLUNGA). Miguel Cimadevilla Rodríguez

La iglesia de Santa María de Sábada se encuentra situada en la población de Lastres, conformando una de las trece parroquias del concejo de Colunga, municipio de la costa oriental asturiana, localizado entre los paralelos 43º 24´ 24´´, 43º 32´ 05´´, latitud norte y los meridianos 1º 30´ 48´´, 1º 39´ 25´´ longitud oeste. Limita con los municipios de Parres y Piloña al Sur, Caravia al Este, Villaviciosa al Oeste y el mar Cantábrico al Norte y su extensión es de 97,04 Km2 aproximadamente. Las entidades de población pertenecientes a esta parroquia son Astuera, Lastres, Luces y Vista Alegre .

Se trata de una de las trece iglesias parroquiales que conforman la división eclesiástica del concejo incluyendo las de Colunga, Carrandi, Gobiendes, Lastres, Libardón, Lué, Pernús, Pivierda, Riera, San Juan de Duz, La Isla, Sales, y La Llera.

El primitivo templo parroquial se hallaba ubicado en la población de Astuera y aparece ya documentado en el Libro Becerro de la Catedral de Oviedo (1384- 1385), siendo posteriormente trasladado en la primera mitad del siglo XVIII a su actual ubicación. La historiadora Paloma García Muñoz, quien ha iniciado un estudio sobre la iglesia, nos informa de la existencia de un expediente custodiado en el Archivo Histórico Nacional sobre el puerto y çellero de Lastres, en la que se hace referencia a un pleito por la disputa de la ubicación de la iglesia entre las poblaciones de Lastres y Luces, incluyendo entre dicha documentación un Apeo del siglo XV.

Las anotaciones recogidas en el Libro de Fábrica con fecha de 1726 denuncian el mal estado de conservación de la fábrica de la iglesia con numerosas grietas en sus muros ...y el presbiterio de la capilla mayor se halla en notorio peligro de ruina... Continúa diciendo que los mayordomos y más personas que estaban de guarda haciendo mal tiempo comían y vevían(sic) en la sacristía alta por la distancia de la dicha iglesia, medio cuarto de legua a dicho puerto, donde ni de lo más lugares de esta feligresía no se oían sus campanas ni aprobechar (sic) para convocar a Misa y más oficios...

Otro documento fechado el 15 de marzo de 1754 alude al pleito civil entre los vecinos de Lastres y Luces, comprendidos ambos en el la parroquia de Sta. María de Sábada, sobre la traslación de la nueva fábrica de la iglesia parroquial a un lugar llamado el Fontanín con la aportación económica de treinta mil reales donados por disposición testamentaria de Dª Teresa Rita Robledo y la aportación de los vecinos de Lastres y Luces. Se especifica que ha de presentarse el nuevo proyecto para su aprobación y que el viejo solar de la parroquial quede marcado por una cruz de piedra con su pedestal. Las obras de derribo de la vieja iglesia comenzaron el 6 de octubre de 1753 siendo su presbítero Lorenzo Robledo, hermano de Teresa Rita y José, sus benefactores.

 

Tres años mas tarde parece que las obras mantienen buen ritmo dado que en la portada del edificio aparece como fecha de erección del templo el año 1757 y en su interior, a la altura del presbiterio en el lado del Evangelio, se recoge la siguiente inscripción: IGLESIA CONSTRUIDAD A ESPENSAS DEL CORONEL JOSÉ ROBLEDO NATURAL DE ESTE PUEBLO 1762 . Las labores de construcción se prolongaron durante varios años ya que en 1767 los vecinos piden ayuda al consejo de Castilla para finalizar las obras. En 1773 la fábrica del nuevo templo está prácticamente finalizada a excepción de la espadaña y su retablo mayor que aparece fechado en 1794 .

La iglesia está dispuesta con la planta invertida, pues su imafronte esta situado al este en lugar de hacerlo al oeste, como habitualmente se orientan las plantas de las iglesias, quizás forzado por la acusada inclinación del terreno y el limitado espacio existente para su emplazamiento. Tiene diversas fases constructivas y presenta planta de cruz latina con nave única dividida en tres tramos, delimitados por arcos fajones y capillas laterales. Se cubre con de bóveda de cañón y cúpula sobre pechinas en el crucero. Su traza está atribuida a Manuel Reguera González maestro arquitecto, discípulo de Pedro Antonio Menéndez , como una de sus obras tempranas. La torre campanario situada a los pies de la nave es obra anónima atribuida igualmente a Reguera erigida entre los años 1791-94.

Además de la iglesia parroquial existían en la población al menos siete ermitas como recoge P. Madoz en su Diccionario Geográfico en 1845 - 52 dedicadas a San Antonio, El Buen Suceso (siglo XVI) , San Blas, San Roque (año de 1683), San Pedro, San José (siglo XVI), y al Cristo de la Agonía. Mencionando ya la existencia del cementerio municipal en esas fechas. La capilla de San Blas aparece numerosas veces referenciada en los libros de Fábrica de la parroquia ejerciendo como ayudantía de la parroquial durante el momento de su traslado.

La creación de los cementerios públicos en los espacios fuera de las iglesias se lleva a cabo a partir del siglo XIX dentro de la nueva corriente que impulsará la creación de normas de higiene y condiciones de salubridad, si bien las autoridades civiles habían instado a la Iglesia a la instauración de los sacramentales a finales del siglo XVIII. Según los datos existentes en el Ayuntamiento de Colunga aportados por José Ramón Hevia el cementerio de Lastres es el de mayor antigüedad del concejo datando su construcción de enero de 1810 , seguido de los de la Riera, San Juan, La Isla, Sales y La Llera inaugurados en 1821, completándose la creación de los restantes camposantos con la apertura del de Colunga en 1836. Su extensión en origen medía 10 mts. por 2 mts de ancho recogidos en el referenciado informe del Ayuntamiento que aporta datos específicos del quinquenio 1878 – 1883 y en el que se confirma la existencia de una capilla en el cementerio.

Situada en el extremo noreste del cementerio, muy próxima al testero de la parroquial se levanta la capilla de planta única con planta cuadrada. Sus medidas en planta son 3,1 m. de ancho x 4,1 m. de largo con un altura desde el suelo hasta la clave de la bóveda de 3,97 m..

Se trata de una sencilla construcción levantada en mampostería enlucida y pintada, utilizando sillares bien trabajados únicamente en su frontis. El testero orientado hacia el norte se levanta en un extremo del camposanto y por el exterior junto a su muro discurre un camino de acusada pendiente. La parte superior del muro se eleva por encima de las caídas del tejado presentando dos vertientes perpendiculares a la fachada.

Los tabiques laterales, de menor altura, son ciegos y aparecen revocados y encalados alcanzando un grosor de unos 60 cm. aproximadamente. Al exterior se cubre con tejado a dos aguas empleando teja árabe dispuesta a canal y cobija.

El frontis, ligeramente resaltado en arimez con respecto al muro, presenta una sencilla composición abriéndose en el centro con un amplio arco de medio punto, flaqueado por dos pilastras que se elevan por encima del arco y descansan sobre plinto moldurado, empleando en la parte superior sencillos capiteles tocanos. La parte alta del frontis utiliza elementos clasicistas y se articula por medio de arquitrabe y friso desornamentados, rematados en cornisa con cimacio moldurado. El friso recoge en su parte central una cartela rectangular en la que aparece la fecha de construcción muy desgastada y de la que únicamente logramos ver AÑO DE 177(?). Coronando la composición se encuentra un frontón triangular rematado en forma de cruz con dos pináculos laterales en forma de pirámides. La cruz parece obra posterior, probablemente de la reforma efectuada en la capilla en 1883, es del tipo griego, con los cuatro brazos iguales y anicónica.

El arco de acceso realizado en buena sillería descansa sobre capiteles imposta que se apoyan sobre jambas en forma de pilares con basas idénticas a las externas.

El interior de la capilla presenta muros laterales ciegos con un nicho recercado en sillería en el lado este y otro practicado posteriormente en el muro opuesto (oeste) empleado como enterramiento. En la parte alta de estos muros laterales una imposta de sillería los recorre de lado a lado y sobre ella se apoya la bóveda de medio cañón que conforma la cubierta interior. El testero presenta un muro escalonado destacando en el centro el frente del altar o antipendium realizado en mampostería enlucida y precedido de una plataforma elevada. Sobre el altar se dispone una hornacina enmarcada por dos columnas y un frontis a modo de retablo. El suelo aparece enlosado con sillares de piedra arenisca, de iguales características a la que se utiliza en el resto de la obra.

El frente del altar aparece decorado con una cruz griega bordeada por un marco circular en forma de tondo, situada en el centro, y dos tornapuntas pintadas con hojas de vid guardando simetría, de gusto historicista.

En el centro de la bóveda se dispone igualmente otro marco circular compuesto por pequeñas hojas a modo de corona laureada enmarcando una cruz de tosca factura de cuyo centro se halla una argolla para colgar el lampadario igualmente realizado en “cocciopesto”, contemporáneo del altar.

La cruz del exterior localizada en lo alto de la fachada así como los elementos internos (antipedium o frontal del altar, vano de la hornacina, y la pintura decorativa de estos elementos (serafín en el interior del frontón) son posteriores, probablemente añadidos en 1883 ,

El retablo de gran sencillez compositiva, se estructura en un cuerpo único con una sola calle ocupada por un vano en forma de hornacina cuya parte superior se cierra en forma arco de medio punto, flanqueado por dos semicolumnas adosadas, con ligero éntasis, de estilo toscano que soportan un frontón triangular sobre entablamento. La carga decorativa es estrictamente arquitectónica resaltando la pureza estructural, remarcada por molduras lisas, en sintonía con los postulados neoclásicos academicistas. El interior del frontón aparece decorado con la figura de un serafín que sin duda se pintó posteriormente, en la intervención realizada a finales del siglo XIX.

El material empleado aquí es una variedad de estuco realizada con polvo de ladrillo de tono rojizo denominado “cocciopesto”, técnica empleada ya desde época romana frecuentemente utilizada en algunas áreas de Italia especialmente en aquellas zonas donde la humedad ambiental es alta. La utilización de este material supone un conocimiento de técnicas alejadas de las soluciones tradicionales empleadas en nuestra región, lo que pone de relieve nuevamente el carácter exclusivo y la vinculación formal de esta obra, siendo uno de los escasos ejemplos existentes en Asturias y que según Ramallo se encuentra representado con escasísimos ejemplos como los existentes en la capilla de Báscones en Grado, realizado en estuco, el de terracota policromada de Ntra. Sra. del Valle en Pravia (1568) o el pétreo situado en la parroquia de Villamrín - Rodiles (Grado), fechado en 1659.

El interior de la hornacina exhibe la imagen de la cabeza de Cristo colocada sobre una peana de piedra. La cabeza está realizada en piedra arenisca siguiendo modelos románicos, similar a la que aparece en relieve de piedra en el hastial del muro de entrada de la Cámara Santa de Oviedo. En este caso se trata de una escultura realizada en la segunda mitad del siglo XX.

En el suelo de la capilla se encontraban cuatro sepulcros de pavimento que acogían los cuerpos de Luis Martínez Braña fusilado en Gijón en 1936. el presbítero D. José Villarrica Hevia fallecido en 1940, D. Hipólito Lucio Rebollar coadjutor de Lastres fallecido en 1941 y en un nicho de la pared occidental el subdiácono D. Ángel Cuartas Cristóbal fusilado en 1934, cuyos restos han sido trasladados recientemente, tras la realización de las obras de restauración.

La total ausencia de elementos decorativos, su proporcionada y equilibrada configuración, en cuyo proyecto se emplean estudiadas medidas, así como la técnica utilizada , nos inducen a pensar que la obra fue trazada por algún adiestrado arquitecto y dado que en esas fechas aún se realizaban obras en la inmediata iglesia parroquial, nos hace creer que ésta al igual que el templo parroquial, se deba también a Manuel Reguera González conocedor de la corriente académica clasicista tras su paso por la Academia de San Fernando, siguiendo las nuevas tendencias en contraposición a la complejidad del ya pasado de moda estilo barroco o quizás a uno de sus próximos colaboradores . Si bien las estrechas semejanzas formales de los elementos arquitectónicos del altar, con respecto al frontis de la fuente de Manzaneda, realizada por Reguera en 1775 , nos inclinan a pensar en que esta capilla fue diseñada por el propio arquitecto.

El hecho de que haya sido construida cuando aún no existía el cementerio municipal, nos inclina a pensar que en su origen debió desempeñar las tareas de simple capilla privada, al igual que otras muchas documentadas en la población y que en este caso fue posteriormente englobada en el camposanto en el momento de la construcción de este en 1810. La ausencia de una inscripción dedicatoria o de elementos identificativos como blasones o símbolos religiosos, dificulta aún más el esclarecimiento de su función originaria. El único dato que nos pueda dar una pista es su doble advocación dedicada al Santo Cristo y a los Dolores. De la primera tenemos datos que la relacionan con los miembros de la familia Riega quienes fundaron una capellanía de idéntica denominación existente al menos desde inicios del siglo XVIII y cuyo edificio se encontraba cerca del puerto pero del que no se han conservado restos. Es probable que la capilla original hubiese sido traslada al nuevo espacio junto a la iglesia y debemos de tener en cuenta que en esas fechas era titular de los derechos de dicha capellanía la madre del que fue obispo de Buenos Aires don Benito de Lué y Riega. Parece más difícil vincularla a otra de las familias destacadas de la población, los Robledo ya que éstos habían financiado la fábrica de la iglesia parroquial y tenemos constancia de otro tipo de obras promocionadas por esta familia que aparecen hasta fechas más tardías sin que aparezcan referencias de la intervención en esta.

En los Libros de fábrica de la parroquia de Santa María de Sábada conservados en el Archivo Histórico Diocesano de Asturias cuyas referencias son 15-8-19, 15-8-20, 15-8-21, no aparece documentación específica sobre la construcción de la capilla, únicamente existe la mención aludida en la nota nº 10, fechada el 16 de Agosto de 1856.

Durante los últimos años la situación en la que se encontraba la capilla era de abandono, con el tejado en muy mal estado, donde nacía abundante vegetación, y con problemas de grave deterioro de los sillares de la fachada, desprendimientos del revoco, filtraciones de agua, etc. La restauración ha sido impulsada por la disposición testamentaria una de las hermanas Villarta Tuñón, María de las Mercedes, hija del que fuera médico de la localidad D. Pedro Villarta, cuyo legado al Ayuntamiento de Colunga ha sido condicionado entre otras mandas a la restauración de la capilla del cementerio de Lastres. En la actualidad a finales del mes de julio del año 2007 las obras dirigidas por el arquitecto José Ramón Hevia y el equipo de restauradores regidos por Natalia Díaz-Ordóñez ya han sido finalizadas, recuperándose de manera ejemplar su aspecto originario.

Bibliografía

-BELLMUNT, O., Y CANELLA, F., Asturias, tomo III, Oviedo, 1900, p. 485.

-BURGOS GONZÁLEZ, C., “Colunga”, Arte en Gran Atlas del Principado de Asturias, Gijón, 1990, tomo III, p. 484-485.

-GIL LÓPEZ, Mª. J., LIÑO, revista del Departamento de Arte, Universidad de Oviedo, Oviedo, 1983, nº 4, p. 804-805.

-MADOZ, P., Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Madrid 1945-52.

-MADRID de la ALVAREZ, V., La arquitectura de la Ilustración en Asturias, Manuel Reguera (1731-1798), RIDEA, Oviedo, 1995, p. 185-287.

-RAMALLO ASENSIO, G., Escultura Barroca en Asturias, Consejería de Educación y Cultura del Principado, C. S. I. C., Oviedo, 1985.

-VV. AA., Asturias concejo a concejo: Ribadesella, Colunga, Caravia, Oviedo, 1995, p. 249.

-VV. AA. Gran Enciclopedia Asturiana (G. E. A.), Silverio Cañada, Gijón, 1970, tomo V, p. 61-73.

-VV. AA., Guía básica de Monumentos Asturianos, Principado de Asturias, Oviedo, 1990, p. 91-92.

Documentación

-Ficha del I. P. A. A. (Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias) de la Consejería de Educación Cultura y Deportes del Principado de Asturias.

-Archivo Histórico Diocesano de Asturias (A. H. D.), Libro de Fábrica Ref.: 15-8-20 y 15-8-57.

-Archivo Histórico Nacional (A. H. N.), Secc. Clero, leg. 5.177, s/fol.

-Archivo Histórico de Asturias (A. H. A.) Protocolos, Oviedo, caja 900, fol. 30-32. y caja 760.

-Archivo de D. Agustín Hevia Ballina.

 

GALERÍA DE IMÁGENES DEL ESTADO ANTERIOR Y DE LA RESTAURACIÓN

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