Trabajo enviado por nuestro colaborador marginadosocial donde se habla de los diferentes poetas de nuestro Concejo.

Sí , señores, sí, y tantos como tan poco conocidos. No es dado nuestro solar a reconocer tales lindezas, desapercibidos pasaron antes y desapercibidos pasan ahora, pero... ahí quedan sus obras, ¿calidad?, de todo hay y cuando digo de todo, es que también hay cosas muy buenas, aunque la intención al fin y a la postre es lo que cuenta; pues que Dios repartió el talento muy desigualmente entre sus criaturas de todos es sabido.

Sirvan como ejemplo estos versos del Poeta del Peñeu.¡Ah, que no saben de quien se trata... pues pregunten hombre , pregunten a alguien de Libardón , por ejemplo a Ramonín Cortés al que hace mucho que no veo pero que por ahí andará supongo… él seguro que lo sabe… y también alguno más… Ahí van:

Plaza de Chile
 Plaza de Chile de Libardón

CANTO A LIBARDÓN:

Villa de audaces y preclaros hijos;
Inmenso pabellón del suelo astur;
Vigilante de honor en recio albur;
Asiento de armonía y de cobijos.

Lealtad de una Patria que amanece
Inmortal, en un sol de allende el mar.
Beso lleno de mil en el vibrar
Ardiente de un crisol que se estremece.
Radiante escudo leal que resplandece
Despierto en un magnífico sitial,
Orlado con la enfática genial:
Nacido en Libardón, honra merece.




A SAN ROQUE (Santo Patrono del Pueblo de Libardón).

Aquí estoy, Roque bendito,
en el mar de mis maizales,
a tus pies pongo mis ansias
para saber imitarte
y porque tus ojos vean
la luz de mis soledades
los suspiros de mi pecho
que se pierden en la tarde….

Desde los picos del Sueve
donde son reinas las aves;
desde Fano a Degollada
donde la garganta se abre:
desde la Llama a Zorea
donde se cierran los cauces,

Libardón prende sus ojos
para poder alumbrarte,
para rendirse a tus plantas
y ofrecerte sus afanes.

Yo te saludo San Roque,
sembrador de caridades;
médico que te recreas
en curar pestes y males;
mediador de esta Parroquia
ante divinas piedades;
peña roquera de fé
y de tradiciones grandes.

Este pueblo que te aclama
pone su fé inquebrantable
en tus manos generosas;
derrama en él tus bondades.

Y ya que desde pequeño
vi de hinojos a mis padres
ante tu imagen bendita
para rezar y cantarte,
aquí me tienes postrado,
sembrador de eternidades,
para ofrecerte mis votos
y pedirte que me ampares.

Destierra de Libardón
las miserias y ruindades,
para que todos unidos
podamos cantarte un día
con el coro de los ángeles.

¿Qué me decís, impresiona , a que sí?.............

Violeta del Valle nos envía desde Puerto Rico estos versos que su padre dedicó a Colunga y a Asturias

Asturias, porque te llevo
dentro del alma escondida
cual la imagen de una novia
que en sueños se le acaricia;
porque tus montes y prados
aún están en mi retina
y aun cuando los ojos cierre,
los recorro con la vista;
porque hay en ti corazones
que me quieren y suspiran
porque a su lado retorne
para hacerles compañía;
y porque tienes paisajes
cuyo recuerdo acaricia
mi corazón, porque en ellos
la infancia dulce y tranquila
de mi padre deslizose
con bucólica delicia...

Por todas estas razones
y muchas más que mi lira
ha dejado entre sus cuerdas
ocultamente dormidas...
hoy Asturias, que el deseo
de estar en ti me atosiga;
hoy que suspiro por verte
más que suspiré otros días...
hoy, anulando distancias
y salvando perspectivas
y desafiando inmutable
todas las furias marinas,
en las alas intangibles
de mi rauda fantasía
llegar hasta ti quisiera;
pasearme por tus campiñas;
escalar el monte Sueve;
bajar después a tus minas,
que es cual si bajase, Asturias,
hasta tus entrañas mismas;
pescar truchas en tus ríos
correr por tus “pumaradas”
y, aguzando bien la vista
buscar entre sus manzanas
la más grande y la más “pinta”.

No perderme ni una sola
de las bellas romerías
con que a sus Patronos honran
tus aldeas y tus villas.

Y mientras que escucho en ellas
las tonadas compesinas
de mozos cuyos pulmones
notas de tan larga vida
lanzan al aire que pueden
cantar sin sentir envidia
de ese roncón de la gaita
que les hace compañías
junto a mis seres queridos
que tanto por mi suspiran,
de tu sidra generosa
saborear unas “copinas”.

Y, como remate excelso
de mis largas correrías
como término y reposo
de mis mentales fatigas,
subir hasta Covadonga
y, tras levantar la vista
para contemplar la cumbre
piadosa y devotamente...
¡postrarme ante la “Santina”!

José A. del Valle - 7 de Enero de 1964



A Lastres
Lastres de la costa verde
Pueblo industrial y pesquero
Es tu paisaje balsámico
Agrado del forastero.

Luis Busta Pis. (1920).