Un total de 271 socorristas vigilan este verano las 66 playas asturianas, 54 con servicio diario y 12 de fin de semana, que cuentan con puestos de salvamento al amparo del Plan de Salvamento en Playas (Sapla) 2014. A ellos se suma el dispositivo previsto para los siete arenales de Gijón, con servicio de salvamento propio, cuya organización y recursos corre a cargo del Ayuntamiento.

Dirigido y coordinado por el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) y organizado conjuntamente con los municipios costeros, el Sapla permanece activado, con carácter general, los meses de julio y agosto, coincidiendo con la época de mayor afluencia de visitantes. Este año, los ayuntamientos costeros han contratado 271 efectivos, entre socorristas y lancheros, que están a pie de playa entre las 12.00 y las 19.00 horas, horario que en algunos arenales puede ser  más amplio dependiendo de las particularidades de cada uno. Dentro de las actividades formativas contempladas en el plan, la mayor parte de estos equipos han asistido a un curso de nueve horas de duración con el objetivo de realizar un repaso sobre aspectos prácticos del trabajo que realizan en el arenal, entre otros, protocolos de actuación, comunicaciones o conocimiento del mar.  

El consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, como presidente del SEPA, y los alcaldes de los municipios costeros de Asturias han firmado esta mañana en el Ayuntamiento de Castropol los convenios de colaboración del plan, concebido para garantizar la cobertura de aquellas emergencias e incidencias que puedan surgir en los arenales del litoral asturiano durante este verano.

El Principado de Asturias aporta 375.468 euros a través del SEPA,  en los que se incluyen la adquisición de material y una contribución para las contrataciones del personal necesario para desarrollar las tareas de control y vigilancia. Esta cantidad se complementa con las aportaciones que realiza cada ayuntamiento a los que les corresponde la contratación del personal, la designación del coordinador, la reposición del material consumible, la aportación del material necesario para habilitar los puestos de salvamento y la aportación del combustible y aceite para las embarcaciones y motos náuticas, así como el mantenimiento y reparación de los equipos y material de salvamento.

El Sapla ha sido diseñado para garantizar la cobertura de todas las emergencias que puedan surgir en las playas asturianas. Sus principales objetivos son el rescate de bañistas en peligro de ahogamiento, asistencia sanitaria al público usuario de las playas, evacuación de personas heridas o enfermas e información y prevención a bañistas sobre riesgos innecesarios.

Tras la firma de los convenios, el consejero de Presidencia y los representantes de los distintos ayuntamientos presenciaron en la playa de Peñarronda un ejercicio práctico de rescate en el agua y atención sanitaria que corrió a cargo del equipo de salvamento de Castropol.

Balance del Plan Sapla 2013

El pasado año, los servicios de salvamento realizaron 13.754 intervenciones, un 13% menos que en 2012. Este descenso se debió a una mayor concienciación de los  bañistas y, fundamentalmente, a la efectividad de los socorristas que cada año realizan un control, cada vez más exhaustivo, de las incidencias.

El 88% de las intervenciones realizadas fueron actuaciones de asistencia sanitaria de primeros auxilios atendidas por los servicios ordinarios adscritos a las playas en los puestos de salvamento. Sólo en 112 ocasiones hubo que trasladar a los afectados a centros sanitarios; en 76 casos, con ambulancias movilizadas a través del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU), 34 en vehículos particulares y en dos ocasiones en el helicóptero medicalizado de bomberos del SEPA. 

También se contabilizaron 136 rescates en el agua, de los que 96 se llevaron a cabo directamente por los socorristas con el equipo adecuado, 39 con ayuda de embarcaciones y motos de salvamento, y uno más con ayuda del helicóptero medicalizado. En este último caso no se intervino en el agua, sino en un acantilado de la playa de Los Quebrantos, en Soto del Barco.

A lo largo del periodo de activación del plan, hubo que lamentar un fallecimiento, que se produjo en la playa de Cadavedo, en Valdés.