El secretario general de la FSA-PSOE y presidente del Principado, Adrián Barbón, señaló esta mañana en la Junta General que el Gobierno trabaja con el objetivo de «no dejar a nadie atrás, de que no pierdan los de siempre», y en esa intención enmarcó el hecho de que la ayuda de 400 euros para los autónomos vaya a llegar finalmente a casi 12.000 asturianos, frente a los 10.000 inicialmente previstos. Todas las solicitudes que cumplan los requisitos serán atendidas, anotó.
En un turno de preguntas al presidente en el pleno de la Junta General marcado por la actualidad del COVID-19, Barbón remarcó la apuesta del Ejecutivo por la reactivación económica de Asturias, siempre de forma «compatible» con el respeto a la salud. Porque, reflexionó, «no hay mayor amenaza para la economía que un rebrote del coronavirus». El reto es, pues, impulsar la actividad respetando la salud de los asturianos y trabajando para que el impacto de la crisis no se cebe «con los de siempre», con aquellos que suelen resultar más castigados en este tipo de circunstancias. El refuerzo de las ayudas a los autónomos va en esa línea de trabajo.
Destacó el secretario general y presidente la fortaleza que ante una crisis como esta ha mostrado la sanidad asturiana, que está siendo tomada como ejemplo en el conjunto del país. Trasladó su «reconocimiento» al conjunto del sistema, y defendió su buen funcionamiento como un «logro colectivo del pueblo asturiano» y de los sucesivos gobiernos autonómicos que han apostado por invertir y reforzar el modelo en lugar de aplicar recortes.
Barbón se comprometió a continuar por esa senda y garantizó que su gabinete hará «todos los esfuerzos presupuestarios necesarios» para, en esta etapa de desescalada, continuar la lucha contra el COVID-19 al tiempo que se asegura la asistencia sanitaria habitual. Citó como ejemplos de esta política el refuerzo de 30 personas en el servicio de epidemiología o el incremento de los test PCR, un capítulo en el que Asturias se sitúa a la cabeza de Europa.
En sus réplicas a los grupos, el presidente del Principado tendió la mano a la oposición a la hora de afrontar una necesaria reforma del sector público asturiano para acomodarlo a los nuevos tiempos. Negó con rotundidad, eso sí, que «haya estado o esté» sobre la mesa una rebaja del sueldo de los empleados públicos.
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