En este sentido, explicó que el PGO califica esta parcela como uso dotacional, concretamente como equipamiento de uso administrativo, un uso que, según la propia normativa urbanística, resulta incompatible con el de vivienda, por lo que la única posibilidad para ejecutarlo pasaría por modificar la calificación de la parcela.

“Una modificación cuya tramitación resulta compleja, ya que supondría un cambio sustancia del Plan al afectar a lo que urbanísticamente se conoce como sistemas generales, es decir equipamientos o infraestructuras que se consideran necesarios para atender las necesidades de toda la ciudad, lo que impediría que esta tramitación estuviera lista antes de la finalización del actual mandato”, explicó.

Además, esta circunstancia dificultaría que se pudiera financiar, como se pretende, con cargo a los fondos europeos Next Generation que gestiona el Principado, dados los plazos tan ajustados de ejecución que exige Europa, “por ejemplo, el parking disuasorio de la avenida de Portugal tendría que estar licitado en abril del próximo año, un plazo imposible de cumplir para el caso de peritos”.

Por todo ello, lamentó el estar una vez ante una ocurrencia, o cuanto menos una idea poco madura e improvisada, que se ha anunciado sin tener asegurada su viabilidad, en un intento claro de generar cortinas de humo con las que ocultar su incapacidad de gestión o simplemente para anunciar futuribles inciertos con fines meramente electoralistas, mostrando con ello poco respeto por la ciudadanía.

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