“Y es que, a pesar de la situación de prorroga presupuestaria en la que nos hallamos y que afecta muy negativamente a los capítulos inversiones, el hecho de que tan solo se haya conseguido alcanzar un nivel de ejecución del 9,89% en inversiones directas y de un 14,55% en las transferencias de capital o inversiones indirectas, pone de manifiesto como la inversión municipal ha estado prácticamente paralizada durante el primer semestre del año”, explicó Pérez Carcedo.

A su juicio, este bajo nivel de ejecución augura un mal presagio “ya que va a ser muy difícil conseguir alcanzar un nivel de ejecución significativo a final de año, por lo que es más que probable la mayoría de las inversiones comprometidas y necesarias para la ciudad quedarán postergadas a otros ejercicios”

Además, mostró su preocupación por la incapacidad del gobierno de ejecutar con agilidad lo presupuestado, “no sólo en materia de inversiones, donde han mostrado su incapacidad para licitar las obras de barrios degradados, sino también por ejemplo en materia de ayudas económicas donde la ejecución de las ayudas a covid ha estado muy por debajo de las cuantías presupuestadas”. Una incapacidad que de no ser corregida puede suponer un problema a la hora de gestionar los fondos europeos que lleguen a la ciudad “al tener que devolver aquellas cuantías que no se ejecuten en el período comprometido”.

Por todo ello, reclamó al gobierno un cambio de rumbo, para que abandone su política de generar polémicas con las que tapar su inacción e incapacidad, y se ponga a trabajar para gestionar adecuadamente la ciudad, empezando por una buena ejecución presupuestaria que permita cumplir con los compromisos adquiridos y contribuir a generar actividad económica y empleo en Gijón, “que es lo que debería ser lo prioritario en estos momentos”.

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