El miércoles 22 de Agosto y con 71 años a cuestas era homenajeado por su hijo, hijas, yernos, nueras, nietos, nietas y esposa, Eutimio Busta. Lo hacían en el Restaurante El Espacio de Luces, a la sazón propiedad de su sobrino-nieto Javier, que continúa con la saga en Luces.

Como se trató de un acto privado y familiar no queremos hablar de él sino lo justo, y sólo darle nuestra particular felicitación y ovación al mejor empresario hostelero de todo el oriente y parte de Asturias.

Quienes compartimos con él los entresijos de la promoción hostelera, de los planes de calidad, y demás temas que aún a muchos hosteleros les suenan a chino, sabemos que ha sido un gran innovador, una persona que siempre supo estar en su sitio y apostar por todo lo nuevo, pero siempre con vovación de servicio, la calidad como bandera y Lastres como enseña. Le apoyamos en cuanto pudimos para que su pueblo le reconociese pero una vez más el refrán se hace carne y habita entre nosotros.."Nadie es profeta en su tierra".

Sirvan estos versos que le ha escrito José Antonio Olivar, subdirector de la revista Hola y, ante todo, amigo suyo, como justo homenaje de quienes le apreciamos.

 

ME DICEN QUE TE VAS...PERO TE QUEDAS 

  Me dicen que te vas, que te retiras.
Te vas con los deberes muy bien hechos
porque siempre tuviste bien cargadas las pilas
y todo lo que has hecho lo hiciste por derecho.
   Así lo reconocen hoy tus hijos en fila.
Puedes irte orgulloso y satisfecho.

  Aunque te vas, tu nombre queda escrito
en el palo mayor de la gastronomía.
Tu en la vida tan sólo  cometiste un “delito”:
Trabajar como nadie de forma desmedida.

  Me dicen que te vas y me lo creo:
Tú te vas porque sabes que seguirás presente
en la piel de tus hijos a los que siempre veo
atentos al cariño que te tiene la gente.

  Me dicen que te vas pero lo dudo:
Tú estarás siempre aquí porque esto es “Casa Eutimio”
y porque tú en la vida fuiste tan testarudo
que empezaste de nada y alcanzaste lo eximio.

  Aunque no te hayan dado a ti el “Manín”,
eres, manín del alma, un caso aparte
pues, si se habla de Lastres, con frecuencia es por ti,
por la fama que tiene tu genial restaurante:
No estoy exagerando cuando digo
que mucha gente cuando viaja  a Lastres
lo hace por comer en “Casa Eutimio”.

  Aquí no escribo versos: sólo escribo verdades.
Y digo lo que pienso y escribo lo que siento.
Yo no doro la píldora por ganar amistades,
ni escribo cosas bellas que se las lleva el viento.
 Hago lo que me gusta y voy siempre a mi aire.
Y si a alguien le disgusta, lo lamento.

  Me dicen que te vas: te lo mereces.
Mas yo echaré de menos las mañanas
en que te sorprendía haciendo los “cruasanes”,
dándoles ese toque  de sabor a manzana,
o esos huevos de aldea , que te salen geniales,
o les mismes fayueles, perfecta filigrana
que son la tentación de los que están a dieta
pues con ese sabor  se despiertan las ganas
y la más dura dieta mandas  a hacer puñetas.

   Cuando estabas cenando con los tuyos
yo te estaba escribiendo estos sentidos versos.
Te vas pero te quedas, que es lo tuyo.
Te habrá que soportar: estamos para eso.
  

  Madrid: 22 de agosto de 2007

 

José Antonio Olivar