Ecologistas de Asturias: Nos preocupan los elevados niveles de nitratos presentes en la cuenca de la ría de Villaviciosa

Hemos medido a lo largo del año 2023 en varios puntos de la cuenca de la ría de Villaviciosa y dentro de la Campaña de Control de los Nitratos, valores de hasta 720 miligramos por litro, pudiendo afirmar que son valores muy elevados ya que el valor de referencia para aguas superficiales está en 25 mg/l.

Hay que recordar que la ría lleva años cerrada al marisqueo, desde noviembre de 2011, por su elevada contaminación microbiológica (Escherichia coli, Enterococos intestinales), a causa de los vertidos que se producen en su zona alta, y a pesar de que se anuncia su mejoría todos los años, todavía sigue cerrada y, por lo que comprobamos, muy contaminada.

Es evidente que hace falta una actuación decidida para evitar estos vertidos en esta Reserva Natural, que además es Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Protección de las Aves (Zepa), donde hay serios problemas de calidad de las aguas por los constantes vertidos que están afectando no solo al ocio, sino a las labores de los pescadores/mariscadores profesionales que ven amenazada su actividad por la posible toxicidad de las aguas que imposibilita la comercialización de estos productos.

Con el vertido de nitratos en las aguas superficiales se produce un aporte importante y mantenido en el tiempo de nitrógeno y fósforo, provocando su incremento alteraciones de los microorganismos existentes. La calidad del agua, así, se degrada, disminuyendo la capacidad de autodepuración natural del medio receptor, dando lugar a procesos de eutrofización. Las algas proliferan, con lo que disminuye el oxígeno y aumenta la turbidez del agua, ocasionando daños a los organismos del hábitat.

Los efectos nocivos de los nitratos sobre la salud humana, aunque se conocen desde la mitad del siglo XX, no están totalmente claros. Así, en 1945 Comly relacionó la cianosis (falta de oxígeno en la sangre) de los niños, de 33 a 27 días de edad, con los nitratos del agua de un pozo, lo que dio pie a que se abriese una larga controversia sobre su toxicidad.

Los nitratos como tales no son tóxicos, incluso a dosis considerables, ya que son eliminados por el riñón. El problema es cuando en el organismo, (especialmente de personas con problemas gástricos o en niños de menos de tres meses) se reducen a nitritos y se absorben en los glóbulos rojos de la sangre, oxidando el hierro de la hemoglobina a metahemoglobina. Este proceso conlleva la disminución de la capacidad de los glóbulos rojos para transportar oxígeno. Por otra parte, se ha detectado algún tipo de cáncer del tracto gastrointestinal que ha sido atribuido a la acción de compuestos nitrosos, formados en el interior del cuerpo a partir de los nitritos por la reducción química de los nitratos consumidos.

De acuerdo a la actual normativa se consideran aguas afectadas por nitratos, las aguas superficiales continentales que presenten, o puedan llegar a presentar si no se actúa de conformidad con lo establecido en el artículo 6, una concentración de nitratos superior a 25 mg/l o, cuando resulte más exigente, la que se haya establecido para alcanzar el buen estado o el buen potencial en el anexo II del Real Decreto 817/2015, de 11 de septiembre, por el que se establecen los criterios de seguimiento y evaluación del estado de las aguas superficiales y las normas de calidad ambiental.

Es por lo que hemos pedido al Ayuntamiento, al Principado y a la Confederación Hidrográfica el control de los vertidos que se puedan dar en el cauce y en la misma ría.