El nuevo plan de vialidad invernal refuerza los protocolos de seguridad en la red de carreteras del Principado

El Principado ha puesto en marcha el plan de vialidad invernal con el que cada año busca garantizar la seguridad en las carreteras asturianas, tanto de las personas usuarias como de quienes trabajan para mantener en buen estado la red de titularidad autonómica. El plan estará en vigor hasta el 30 de abril.

El conjunto de actuaciones previstas, que se integran dentro del plan de Protección Civil ante el riesgo de nevadas, se centran en prevenir, evitar y minimizar los efectos que los fenómenos meteorológicos (nieve, hielo, granizo, lluvia, niebla y viento) ocasionan en las vías durante la temporada invernal.

La Dirección General de Infraestructuras Viarias y Portuarias cuenta para este fin con un equipo humano compuesto por más de 50 trabajadores y un parque móvil integrado por 28 quitanieves, 7 fresadoras y 2 vehículos todoterreno provistos con cuñas, a los que en las próximas semanas se sumarán otras 9 quitanieves y un camión-grúa.

Los recursos humanos y materiales están repartidos en nueve zonas de actuación por todo el territorio, especialmente preparados para intervenir en las carreteras que sufren con mayor frecuencia las consecuencias de fenómenos meteorológicos adversos. La red regional suma 374 kilómetros de viales ubicados a altitudes superiores a los 800 metros, de los cuales 175 se sitúan por encima de los mil metros.

El nuevo plan prevé facilitar las actuaciones de emergencia cuando los temporales tengan especial incidencia en vías situadas por debajo de los 800 metros. También clasifica los escenarios meteorológicos en tres tipos: temporales de nieve o de hielo sin peligro de aludes o con bajo riesgo; riesgo de aludes tras temporal de nieve y ventiscas, a los que asigna un conjunto de actuaciones singulares.

Otra novedad es que el personal responsable de la conservación y el mantenimiento invernal irá provisto de un sistema de rescate de víctimas de avalancha que se mantendrá operativo durante toda la jornada laboral.

El plan de vialidad invernal integra un nuevo protocolo de actuación ante situaciones de riesgo y/o emergencias meteorológicas como ventiscas, olas de frío, heladas, nevadas y aludes. Estará operativo en toda la red y prestará especial atención a cinco carreteras: el acceso a Sotres (AS-264) y los puertos de Tarna (AS-117), San Isidro (AS-112), Ventana (AS-227) y Somiedo (AS-228).

Para evaluar el riesgo de aludes se contará con el apoyo de técnicos especialistas en observación nivometeorológica y de aludes (nivólogos) que se coordinarán con el personal de la Dirección General de Infraestructuras Viarias y Portuarias. El funcionamiento se basará en el seguimiento de las alertas que genera la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que los nivólogos verificarán y ampliarán sobre el terreno.

Este protocolo incluye cuatro escenarios diferentes: riesgo bajo (nivel 1), previsión de riesgo en aumento (nivel 2), riesgo alto (nivel 3) y riesgo muy alto (niveles 4 y 5). Cuando se fijen niveles de riesgo superiores al 3 o nivel alto, la Dirección General de Infraestructuras Viarias y Portuarias procederá a dar aviso al 112 y se propondrá el cierre de la carretera a la Central Operativa de Tráfico (COTA), que será el órgano que tome la decisión.

Una vez evaluado el riesgo por la COTA, la Dirección General de Infraestructuras Viarias y Portuarias señalizará el tramo de carretera como abierto, abierto con precaución, abierto con cadenas o cerrado. En caso de cierre, se tomarán las medidas oportunas para restablecer el tráfico lo antes posible en condiciones de seguridad para usuarios y trabajadores.