El Gobierno de Asturias cifra en más de 52 millones la primera valoración de los daños ocasionados por el episodio de incendios forestales del mes de octubre. Esta cantidad incluye una estimación económica de las pérdidas sufridas por los concejos y el balance provisional del coste de la restauración hidrológica y forestal necesaria para recuperar las 12.995,78 hectáreas afectadas.

Estos datos han sido facilitados hoy por el consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, durante su comparecencia ante la Comisión de de Presidencia y Participación Ciudadana de la Junta General del Principado. En concreto, Martínez ha estimado en 45.485.230 euros el coste de la recuperación medioambiental de la superficie calcinada y en más de 6,5 millones las pérdidas sufridas por los municipios del suroccidente más perjudicados.

La consejería ya ha remitido al Ministerio de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales este primer balance junto con la identificación y delimitación por áreas, con el propósito de agilizar al máximo la posible tramitación de ayudas por parte del Gobierno central.

Aunque todavía no se ha cerrado el cálculo detallado de las pérdidas ambientales y en arbolado que provocaron los fuegos, el primer paso del Principado ha sido impulsar los proyectos y contratos de restauración más urgentes. Según el análisis realizado por la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, habrá que actuar sobre el 70% de la superficie afectada –unas 9.000 hectáreas- con proyectos de restauración hidrológica y forestal. El coste medio por hectárea de estas intervenciones ronda los 5.000 euros.

El último episodio de incendios movilizó a 502 personas: 100 bomberos del Sepa, 70 operarios de empresas forestales, 100 miembros de la Guardería del Medio Natural, 32 trabajadores de las Brigadas de Refuerzo contra Incendios (Brif) y 200 soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME). A estos medios personales se sumaron 70 vehículos y ocho medios aéreos, aunque las adversas condiciones meteorológicas impidieron el normal funcionamiento de helicópteros e hidroaviones.

Los fuegos obligaron también a desalojar, de manera provisional, a cerca de 50 personas de las localidades de Gillón, Larón y Viliella, en Cangas del Narcea; suprimir las clases en 23 centros educativos, con más de 2.000 alumnos afectados, y modificar la programación quirúrgica del hospital de la zona. Asimismo, la situación motivó la declaración de prealerta por contaminación atmosférica en Gijón y el corte de dos carreteras autonómicas por parte de la Guardia Civil: la AS-15, entre Cornellana y el puerto de Cerredo, y la A-20, entre San Antolín de Ibias y Monasterio de Cangas del Narcea.

El Plan Especial de Protección Civil de Emergencias por Incendios Forestales (Infopa) se mantuvo activado desde las 12:49 horas del viernes 13 hasta las 14.54 del jueves 19 de octubre. Durante ese período, se produjeron 75 fuegos en 34 municipios que afectaron a 12.680 hectáreas entre terreno no arbolado (80,03%) y arbolado (19,96%). La comarca suroccidental fue la más perjudicada, con 27 incendios y una superficie quemada de 11.707 hectáreas. Esto supone que los cinco municipios de esta zona concentraron el 36% de los fuegos y el 92,3% del terreno calcinado.

Ante la gravedad de esta emergencia, el Gobierno de Asturias ha colaborado estrechamente con los cinco concejos más dañados, cooperando con sus alcaldes en el registro de la relación de daños, para explorar todas las posibilidades de financiación, tanto a nivel nacional como europeo. También ha mantenido contacto permanente con Galicia y Castilla y León con el objetivo de coordinar actuaciones.

“En el Plan Especial del Suroccidente, y dada la recurrencia del fuego en esta comarca, impulsaremos un programa integral para actuar sobre las condiciones y el entorno que propician los incendios forestales en este territorio”, ha avanzado el titular de Presidencia.