El consejero de Educación y Cultura, Genaro Alonso, ha presentado hoy el programa de actos que conmemora el 50 aniversario del descubrimiento de la cueva de Tito Bustillo, uno de los referentes mundiales de arte rupestre, Patrimonio de la Humanidad e importante foco de atracción turística para Asturias.

En el transcurso de una visita a la gruta, en la que ha estado acompañado por la directora general de Patrimonio Cultural, Otilia Requejo, Alonso ha recordado que el Principado ha invertido desde 2003 más de 2,5 millones en el conjunto rupestre, de los cuales 2.222.910 euros han contribuido a la financiación del centro de arte y 322.500 a la investigación geológica y arqueológica. “El compromiso del Gobierno de Asturias siempre ha procurado estar acorde con el indudable valor del enclave riosellano y, por extensión, con el del resto de las cuevas asturianas con arte rupestre”, ha indicado.

El titular de Educación ha calificado la dimensión cultural y el valor turístico que la cueva y el centro de arte rupestre han alcanzado en los últimos años como un hito de gran relevancia para el Principado. También ha recordado la trascendencia que la declaración de Patrimonio de la Humanidad del conjunto rupestre en 2008 supuso para la comunidad. “Fue un impulso para el conocimiento y reconocimiento internacional de Tito Bustillo y, al mismo tiempo, nos impuso una mayor responsabilidad en cuanto a la obligación de extremar la protección, la conservación y la difusión de la cueva, así como la promoción de los trabajos arqueológicos y científicos”, ha agregado.

En este sentido, ha explicado que la Dirección General de Patrimonio Cultural trabaja actualmente, en colaboración con la Universidad de Oviedo, en la elaboración de un plan para evaluar el estado de conservación geológico-ambiental de Tito Bustillo y de las otras cuatro cuevas asturianas declaradas Patrimonio de la Humanidad: La Peña (Candamo), La Covaciella (Cabrales), El Pindal (Ribadedeva) y Llonín (Peñamellera Alta).

El programa de actividades que conmemora el descubrimiento ha sido impulsado desde el Museo Arqueológico de Asturias y la Sociedad Pública de Gestión y Promoción Turística y Cultural del Principado. En el cronograma destaca la exposición 50 años de descubrimientos en la cueva de Tito Bustillo, coordinada, dirigida y comisariada por el catedrático de Prehistoria Rodrigo de Balbín.

La muestra se inaugurará el 29 de junio en el centro de arte rupestre, donde permanecerá los meses de verano. El montaje consta de diez grupos de fotografías originales, una serie de vitrinas con piezas de elevado valor y una transparencia retroiluminada del gran panel de la cueva. Algunas de los fondos forman parte de la exposición permanente del Museo Arqueológico de Asturias y otros se exhibirán por primera vez, ya que están incluidos en el archivo del equipamiento. La Consejería de Educación y Cultura editará un folleto a modo de catálogo de la muestra.

Paralelamente se desarrollará un programa de talleres didácticos vinculados a la exposición y dirigidos a público familiar e infantil.

Rodrigo de Balbín, considerado el principal investigador de la cueva, recibirá un doble homenaje en el marco de la celebración del hallazgo. El 24 de agosto se ha programado en el Centro Tito Bustillo una sesión en torno a los trabajos retrospectivos del catedrático en la que participarán miembros de su equipo. Además, el 19 de octubre, el Museo Arqueológico acogerá una segunda jornada centrada en su aportación científica al estudio de la caverna. En ambas sesiones intervendrá el homenajeado tras la presentación y los coloquios.

Por otro lado, el 17 de agosto se presentará el documental Tito Bustillo, 50 años del descubrimiento, de Pablo Casanueva y Dolores Álvarez, financiando por la Consejería de Educación y Cultura. El audiovisual incluye aspectos inéditos del entorno humano y la época del hallazgo y reproduce una visita a la cueva en condiciones similares a las reales.

El centro de arte rupestre, además de amoldar su programación en días señalados para celebrar el aniversario, albergará la proyección de películas, talleres temáticos, visitas teatralizadas y recorridos ornitológicos por el macizo de Ardines.

La cueva de Tito Bustillo, descubierta en abril de 1968, es uno de los conjuntos rupestres del arte paleolítico de referencia mundial y se ubica en el macizo de Ardines, en la desembocadura del río Sella, donde se encuentra un importante sistema kárstico en el que el modelado del río San Miguel ha jugado un activo papel en la configuración de algunas de las cavidades existentes.

La cueva presenta una planta de aproximadamente 700 metros de longitud, articulada en una única galería en la que se abren diversas salas anexas. La entrada original, localizada en la parte noroccidental del macizo y sobre el curso del San Miguel, se encuentra cegada por un derrumbe ocurrido con posterioridad a la ocupación paleolítica de la cavidad. El acceso actual, emplazado en el extremo opuesto del macizo, se realiza a través de un túnel artificial abierto en 1970 para facilitar el acceso a las visitas turísticas.

Tito Bustillo se protegió en 1970, con un expediente para declararla monumento histórico artístico; en 1985 se convirtió en Bien de Interés Cultural (BIC) y en 2009, merced a la Ley de Patrimonio Cultural de Asturias, se protegió también el entorno.

La caverna conserva doce conjuntos artísticos que hoy se interpretan como uno solo y en el que se diferencian dos etapas: una premagdaleniense, que comprende los conjuntos localizados en la galería larga junto con las primeras fases del panel principal, y otra magdaleniense, a la que pertenecen los conjuntos próximos a la entrada original y las últimas fases del panel principal.

La necesidad de mantener el equilibrio ambiental de la cueva y la dificultad de acceso a la mayoría de sus conjuntos artísticos motivaron que el Gobierno de Asturias promoviera la creación del centro de arte rupestre, inaugurado en marzo de 2011, en el que pueden descubrirse todos los secretos de la cueva.

Tito Bustillo se ha convertido en un gran centro de atracción turística. En 2017 tuvo 43.293 visitantes y 68.767 usuarios. Este año, la cueva, que se abrió al público el 1 de marzo, ha recibido ya 3.946 visitas. Desde la inauguración del centro de arte rupestre han pasado por allí 320.312 personas.

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