Por Carlos Lamuño, en La Nueva España

Asturias sigue en la parte “media-alta” de la tabla española de la presión fiscal. Esa es la principal conclusión en clave regional del estudio “Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2022”, que se presentó ayer en la sede del Colegio de Economistas de Asturias (CEA). En el informe se refleja el desarrollo normativo en tributos cedidos y propios desplegado por las comunidades autónomas, así como la comparativa entre ellas. El análisis, elaborado por el REAF del Consejo General de Economistas de España (CGE), destaca cómo comunidades colindantes, como Galicia y Castilla y León, han introducido bonificaciones que implican una tributación menor que en Asturias. Cantabria, en cambio, mantiene una situación fiscal similar a la asturiana salvando las históricas diferencias en cuanto al impuesto de sucesiones, donde Asturias tiene –con mucho– la mayor presión del país siempre que se superen los límites exentos. “Asturias está a la cabeza, pero muy a la cabeza, no solo con las colindantes”, destacaba ayer Abel Fernández, decano del CEA en referencia al impuesto que grava las sucesiones.

José A. Sierra – Colegio de Titulados Mercantile

Los economistas pusieron como ejemplo el caso de un soltero que hubiese heredado 800.000 euros de uno de sus progenitores. De esa cantidad, 200.000 euros corresponderían a la vivienda habitual del fallecido. Si se diese este supuesto en Asturias el contribuyente debería pagar 103.135,48 euros. Si tuviese lugar la misma situación en la segunda región con mayor presión fiscal en este tributo, la Comunidad Valenciana, la cantidad a pagar sería casi la mitad: 63.193 euros. En cuanto a la comparativa con las comunidades colindantes, las diferencias de tributación son mucho mayores. En Cantabria la cuota líquida sería de 0 euros y en Castilla y León se deberían pagar, tan solo, 810 euros. Algo similar ocurre con las donaciones. Por una donación del mismo importe (800.000), un asturiano debería pagar 176.700 euros, mientras que a un cántabro le saldría gratis, un castellano leonés debería abonar 2.001 euros y un gallego 56.000. Los economistas recalcaron que utilizan importes elevados no porque sean lo más común, sino porque con herencias poco cuantiosas no caben las comparativas.

Abel Fernández – Decano del Colegio de Economistas de Asturias

El decano del Colegio de Titulados Mercantiles, José Antonio Sierra, abogó por actualizar el IRPF a la inflación para paliar su impacto en las familias, que en Asturias puede implicar un “sobrecoste” de unos 100 millones, según los datos aportados ayer por los economistas. “Con la inflación se recaudarán unos 4.000 millones más en España”, apuntó Abel Fernández.

En cuanto a las comparativas con las comunidades colindantes respecto del impuesto sobre la renta, que comenzó su campaña el pasado miércoles, Asturias solo está por detrás de Cantabria en presión fiscal para las rentas más altas. Los contribuyentes que menos ingresan (por debajo de los 45.000 euros) pagan más por el impuesto de la renta en Asturias que en Galicia, Cantabria o Castilla y León.

Los ponentes recalcaron en repetidas ocasiones que simplemente estaban exponiendo datos objetivos y no haciendo valoraciones políticas. El economista Agustín Santiago Fernández destacó que la coyuntura inflacionaria espoleada por la guerra en Ucrania está disparando el gasto público. Un gasto que los economistas creen necesario, así como la presión fiscal en un contexto en el que la deuda pública es elevada y son obligaciones que, recordaron, “hay que atender”. Sin embargo, José Antonio Sierra instó a las administraciones a recortar un “gasto superfluo” que algunos informes, aseguró, cifran en cerca de 60.000 millones de euros. “No todo son pensiones o sanidad”, señaló el decano de los Titulados Mercantiles.

P. Castaño

En la campaña del impuesto sobre renta de 2021, que comenzó el pasado miércoles, se espera un fuerte aumento de las declaraciones negativas, que son las de los contribuyentes que no tienen que realizar ingresos ni generan devolución. En Asturias ese aumento será del 21,7%, al pasar de 35.400 a 43.097 declaraciones, según las previsiones que ha hecho la Agencia Tributaria.

Según destacaron fuentes del Ministerio de Hacienda, ese fuerte aumento de las declaraciones negativas está vinculado a los perceptores del ingreso mínimo vital (IMV), que tienen obligación de presentar declaración, aunque se trata de una renta exenta hasta un máximo de 1,5 veces el IPREM.

Junto a las 43.097 declaraciones negativas, la Agencia Tributaria prevén en Asturias un total de 143.060 declaraciones positivas (a ingresar) y 338.660 devoluciones.

En la fotografía central, de izquierda a derecha: José Antonio Sierra, Abel Fernández, Agustín Fernández y Jesús Sanmartín. | LNE

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