Por Luis Fernández, en La Voz de Asturias

La tendencia viene de lejos pero se ha acelerado con la pandemia del coronavirus. Las fusiones de bancos y la pérdida de rentabilidad en los concejos menos poblados ha provocado que el cierre de oficinas se haya acelerado desde marzo de 2020. En los dos últimos años, ha cerrado una sucursal cada semana en Asturias. La excepción es Caja Rural que, en esta desbandada generalizada de los municipios menos poblados, abrirá delegación en Somiedo.

Los datos del Banco de España no dejan margen a la interpretación. Asturias tenía en marzo de 2020, justo cuando estalló la pandemia del coronavirus, 589 sucursales bancarias. Dos años después, en marzo de 2022, la cifra se ha reducido a 487. Es decir, 111 menos en 104 semanas.

El proceso se ha acelerado, pero ya viene de lejos. Concretamente de 2008, cuando la crisis financiera obligó a la reestructuración bancaria y a intensificar las fusiones entre entidades. Desde entonces, los cierres han sido una constante. Por ejemplo, en el año 2016, el número de oficinas en Asturias era de 713. Es decir, en cinco años, el descenso en el número de sucursales es del 31%. Los bancos realizan los cierres para ahorrar costes y las oficinas suelen cumplir uno de estos dos requisitos: o se encuentran en zona rural y son poco rentables; o se encuentran en zonas urbanas y los servicios han quedado duplicados por las fusiones de bancos que tenían delegaciones cerca.

Los últimos cierres anunciados en Asturias fueron los de Unicaja, que cerrará 271 oficinas entre abril y junio en todo el país para completar su reestructuración tras la integración de Liberbank. 18 de estas delegaciones están en Asturias, según los datos recabados el mes pasado por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).

En este contexto generalizado de cierres, hay un concejo que ha recibido una buena noticia. Tras la fusión de Liberbank con Unicaja, Unicaja Banco decidió cerrar su oficina en Somiedo. Los vecinos se quedaban sin ningún banco y sin cajero. Pero a los pocos días, el alcalde, Belarmino Fernández, anunció que Caja Rural abriría oficina en el municipio. La entidad ha confirmado este punto, aunque no hay fecha para la inauguración.

En cuanto a los motivos de la apertura, Mónica Fernández Álvarez, directora de zona Caja Rural de Asturias, explica que «mantenemos desde hace tiempo un volumen muy importante de clientes en Somiedo. Tras un ejercicio de reflexión prospectiva y con la visión compartida de sumar dinamismo a la región, el Consejo Rector de la Caja determinó en su última reunión, como le hemos trasladado recientemente al alcalde de Somiedo, abrir una nueva oficina en el concejo».

La directora de zona añade además que «entendemos que se trata de un municipio que atesora profundas raíces de identidad, que es representativo de la imagen de nuestra comunidad hacia el exterior y que no podía quedar desatendido financieramente. Una apuesta valiente, esperamos rentable por la riqueza que atesora y su crecimiento exponencial».

La apertura de esta sucursal es la última anunciada, pero hay más casos en los últimos años. Desde Caja Rural  apuntan que «la apuesta por la especialización y profesionalidad alentó también la apertura de tres oficinas para empresas -una Oviedo, otra en Gijón y otra en Avilés- y a incorporar en varias oficinas gestores especializados en banca patrimonial». La Caja ha crecido desde 2018 en número de clientes, de socios y de empleados, y todos estos factores permiten que pueda tomar decisiones como la de abrir oficinas en circunstancias puntuales.

Además, desde la entidad apuntan otro factor. Su pay out, el porcentaje que una empresa dedica al pago de dividendos, es del 16,7%. Los grandes bancos que cotizan en bolsa dedican hasta el 50% a esta partida. Desde Caja Rural defienden que «somos una entidad financiera cooperativa, una banca cooperativa y no tenemos, al no cotizar en bolsa, la exigencia de retribución constante al socio que además comprende muy bien la visión social de la entidad al revertir el 10% de su beneficio anual, aprobado en la Asamblea, a Obra Social».

Por último, desde Caja Rural sostienen que este movimiento de aperturas y crecimiento «se está dando en todas las comunidades autónomas en las que está implantada la Banca Cooperativa».

El Gobierno del Principado ha destacado la disposición de las entidades financieras que operan en la región para atender la petición planteada por el Ejecutivo autonómico, que les ha expuesto su «preocupación» por la reducción de la presencialidad en las oficinas bancarias en las zonas rurales.

La consejera de Hacienda, Ana Cárcaba, y el vicepresidente y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, han participado junto con representantes de las seis principales entidades que operan en Asturias (BBVA, Sabadell/Herrero, Unicaja, Caja Rural, Banco Santander y Caixabank en una reunión para abordar la atención que prestan las oficinas bancarias a la ciudadanía de la zona rural.

Cárcaba ha señalado la «preocupación» del Gobierno regional por la situación que afecta a la zona rural, donde hay una parte de población envejecida que, además, tiene «más dificultad» para acceder a esos servicios financieros con las «alternativas actuales». A este respecto, ha abundado que «todas» las entidades financieras participantes en el encuentro se han mostrado dispuestas a «avanzar» en el compromiso con el territorio.

«Hemos puesto en común las posturas, las alternativas y las posibles soluciones», ha explicado la titular de Hacienda, que ha abundado que los interlocutores se han emplazado para ofrecer posibles respuestas a la situación, que abordarán en próximas reuniones presenciales, informa EFE.