¡Cambiemos Asturias!

Por Juan Carlos Fernández en Asturias Diario

 

Para qué nos vamos a engañar, todo el mundo lo sabía, sobre todo ellos,  los suyos, porque si no difícilmente se explica que al minuto uno Javier Fernández hubiera decidido la expulsión de la "mano que mece la cuna" sólo porque ahora, precisamente ahora, detestan la corrupción, la de hoy, la del tiempo presente, que la de ayer, la de los Riopedres, la del Niemeyer, la de la TPA, la de sus alcaldes imputados (Avilés, Aller, Pravia, Carreño, Teverga o Somiedo) o la de los condenados (Cudillero), les importaba bastante menos.

Sabían lo que faltaba porque bien supieron lo que les sobraba, lo despilfarrado, lo malversado por las cañerías del gasto desenfrenado, de la inversión improductiva gestionada por burócratas sin cualificación suficiente, sin plan estratégico alguno, desaprovechando la mejor opción histórica para el despegue de Asturias, esquilmando  los fondos mineros, las ayudas LEADER para el medio rural, los préstamos FOMIT para infraestructuras turísticas, los fondos FEDER para el desarrollo regional, y tantas y tantas ayudas públicas.

Se fundieron miles de millones en esta nuestra Asturias y no han servido para nada; y Asturias mientras tanto calla, acaso sedada, narcotizada de tanta filfa y desengaño, la Asturias de concertaciones inútiles, de planes de empleo subsidiados, de sindicatos anacrónicos, de regasificadoras sin uso, de ZALIA sin accesos, de polígonos empantanados, de aeropuertos sin aviones, de residuos sin reciclajes, de minas sin mineros, de prensa del movimiento, de túneles sin trenes en Gijón o trenes sin túnel en Pajares, de caladeros para los portugueses, de prerrománico sin recursos, de pactos de perpetuo socorro entre los viejos partidos de siempre.

De Asturias huyen los mejores talentos, aquí sólo quedan los enchufados de carnet, los empleados por sindicatos que hacen de empresarios pervirtiendo su razón de ser, ahítos de prebendas y de liberaciones, cómplices con la patronal del manejo de miles de euros distraídos por los desagües de los cursos de formación. Asturias se muere, víctima de una inexistente política de natalidad no sé si por progresismo del rancio o directamente por ignorancia. Paradójicamente, cuando más se necesita, se reducen las ayudas a la dependencia y se retrasan hasta límites insufribles los pagos del salario social. El campo asturiano se convierte en un erial, con la drástica reducción de las ayudas de la PAC o a la ganadería de montaña, con la supresión de las cuotas lácteas, con su perversa e ideologizada defensa del medio ambiente, la de los lobos y cormoranes en detrimento de los paisanos que durante siglos han defendido la naturaleza con sus propios modos y usos, cautivos ahora en reservas de parques naturales asfixiantes para cualquier tipo de desarrollo económico.

Asturias necesita de otra gente, de otra forma de gobernar la cosa pública, sin revoluciones trasnochadas ni corrupciones clientelares, sin subvenciones amiguistas ni prejubilaciones pagadas. Asturias necesita de liberalismo del bueno, de gestores eficaces, de fórmulas modernas, de apuesta por la innovación, de líderes con prestigio. Asturias necesita de los alcaldes y alcaldesas de FORO que contra todos los elementos han sabido gestionar de manera eficaz las finanzas, disminuyendo la deuda, desmantelando empresas públicas superfluas, preocupándose de los más débiles, pagando prestos a sus proveedores, sirviendo a sus vecinos sin debates estériles, ni opacidad alguna. Aunque ladren, griten o pataleen, aunque se empeñen una y otra vez en silenciar su voz, la gente de FORO está muy viva, aunque algunos se desmarquen en nombre de sus razones, aunque algunos se cansen de tanto caminar.

"Ojalá nos perdonen", así reza al título de la última novela de A.M. Homes y así lo deseo de las próximas generaciones pero entretanto no dejaremos de luchar para buscar la redención de esta tierra y de paso hacer buenos aquellos versos del "If" de Kipling: "Si puedes forzar tu corazón y nervios y tendones para jugar tu turno mucho tiempo después de que se hayan gastado y así mantenerte cuando no queda nada dentro de ti excepto la Voluntad que les dice: “¡Resistid!”". Si lo puedes hacer, ¡hazlo!, en el nombre de ASTURIAS.