Campo: “La consejera de Agroganadería debe explicar la posible presencia de trabajadores en situación irregular en la finca del SERIDA”

“El 18 de diciembre se produjeron  comparecencias de personal del SERIDA ante la inspección de trabajo”

“La gravedad de los hechos exige depurar urgentemente responsabilidades políticas”

El portavoz de agroganadería de FORO en la Junta General, Juan Ramón Campo, ha afirmado hoy que “el silencio que mantiene la consejera de Agroganadería, en relación con la presunta presencia de trabajadores en situación irregular en la finca del SERIDA en Villaviciosa, choca frontalmente con los hechos de los que hemos tenido conocimiento recientemente, y para ser exactos el pasado día 18 de diciembre se produjeron comparecencias de personal del SERIDA ante la inspección de trabajo, en relación con estos hechos. Por ello la consejera debe explicar la posible presencia de trabajadores en situación irregular en esta finca”.

Campo ha afirmado que “a finales del pasado mes de noviembre anunciamos  una batería de iniciativas parlamentarias en forma de preguntas y solicitudes de información para tratar de esclarecer las presuntas irregularidades del SERIDA, en la finca que el organismo gestiona en Villaviciosa, a raíz de haberse recibido una visita de la inspección de trabajo en cuyo trascurso podría haberse detectado la presencia en las instalaciones de trabajadores en situación irregular, realizando faenas de recolección de manzana”.

Campo ha calificado de “sumamente grave la situación”, y ha añadido que “la gravedad de los hechos exige depurar urgentemente responsabilidades políticas, que los socialistas pretenden omitir con el mismo silencio con el que pretenden que los mismos pasen inadvertidos”.

Para el diputado “no existe justificación para un Gobierno que, además de sostener constantemente una supuesta trasparencia en la gestión, se ejerce por el partido que en sus siglas contempla las palabras ‘socialista’ y ‘obrero’, cuyos hechos en la praxis contravienen gravemente estas circunstancias, al permitir, sin consecuencia alguna, la explotación laboral de trabajadores y el desprecio por los derechos fundamentales de los mismos, precisamente dentro de instalaciones públicas, y lo que resulta aún más grave, sin exigir las máximas responsabilidades políticas de quien o quienes, con sus acciones u omisiones, hayan podido permitir esta circunstancia, lacerante para el Estado de Derecho”.

Finalmente Campo ha concluido que “no cejaremos en el empeño de esclarecer estos hechos y de exigir las responsabilidades que correspondan, por más que ‘los de siempre’ parezcan tener un especial interés en ocultarlos, también ‘como siempre’”.