Carmen Fernández: “Asturias, junto con Cataluña y País Vasco, es la única CC.AA. donde no es obligatoria la vacuna antirrábica de ningún animal doméstico, con el riesgo que ello implica”

“Solicitamos la obligatoriedad de vacunar contra la rabia en el Principado a todos los cánidos, felinos y hurones domésticos mayores de tres meses de edad”

“El intenso tráfico de personas y animales que se mueven por nuestro territorio hacen necesario establecer los mecanismos que protejan frente a la enfermedad de la rabia”

La diputada y portavoz de FORO para asuntos de Desarrollo Rural, Carmen Fernández, a raíz de la iniciativa presentada en la Junta General sobre la vacuna antirrábica, ha justificado el impuso a esta propuesta porque “Asturias, junto con Cataluña y País Vasco, es la única CC.AA. donde no es obligatoria la vacuna antirrábica de ningún animal doméstico, con el riesgo que ello implica”.

“La rabia –ha explicado Carmen Fernández-, enfermedad vírica que afecta al sistema nervioso central de los animales, incluidos los humanos, mata en el mundo hasta 70.000 personas al año y los perros son los responsables en el 95% de los casos humanos, como principal vector trasmisor. Entre la profesión veterinaria, la profesión médica y las autoridades sanitarias hay consenso sobre cómo enfrentarse a la enfermedad de la rabia: vacunación anual y obligatoria en todo el territorio nacional de perros, gatos y hurones”.

La diputada de FORO indica que “en la mayoría de las comunidades españolas se establece la obligación de vacunar a los cánidos domésticos y se recomienda la vacunación para gatos y hurones, especies también sensibles a la rabia y capaces de transmitirla”, por eso desde FORO “solicitamos la obligatoriedad de vacunar contra la rabia a todos los cánidos, felinos y hurones domésticos del Principado, mayores de tres meses de edad”, añade.

Carmen Fernández advierte que “en países cercanos como Marruecos la rabia es endémica y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla se suelen dar casos de forma ocasional en animales importados de Marruecos u otros países del norte de África. También el tráfico de cachorros provoca que estén entrando en nuestro país miles de perros y gatos con una dudosa o nula inmunidad frente al virus rábico, lo que supone un problema sanitario que en algún momento puede estallar. El intenso tráfico de personas y animales que se mueven por nuestro territorio hacen necesario establecer los mecanismos que protejan frente a la enfermedad de la rabia”

“La profesión veterinaria constata que la peligrosidad de contraer la rabia y que causa gran alarma social dado que una vez contraída, en la mayoría de las ocasiones es incurable en parte por su largo período de incubación. Frente a este problema de seguridad sanitaria, la solución es sencilla y económica, protegiendo a la vez a la población humana y a nuestras mascotas”, concluye Carmen Fernández.