Carmen Fernández: “El Centro Niemeyer, que nació con vocación de ser internacional, se ha convertido en una sala de cultura local que desaprovecha sus propias instalaciones”

“La torre sólo abre para eventos de Networking o publicitarios y se ha perdido la oportunidad de convertirla en un faro de la gastronomía asturiana, referente para atraer turismo”

“Pese a que el Consejero ha reconocido que la torre se va a abandonar, debe abrirse la explotación con una licitación que garantice la concurrencia de profesionales de referencia y con una concesión por un plazo lo suficientemente largo para amortizar inversiones imprescindibles”

La diputada de FORO, Carmen Fernández, tras preguntar al Consejero de Cultura, Genaro Alonso, por la apertura de la torre del Niemeyer como punto gastronómico para atraer turismo, ha manifestado que “pese a que el Consejero ha reconocido que la torre se va a abandonar, debe abrirse la explotación con una licitación que garantice la concurrencia de profesionales de referencia y con una concesión por un plazo lo suficientemente largo para amortizar inversiones imprescindibles”. 

Intervención de la diputada de FORO, Carmen Fernández, en el Pleno de la JGPA, tras preguntar sobre la restauración en el Centro Niemeyer :

La Fundación Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer-Principado de Asturias se constituyó a finales de 2006 y abrió sus puertas en 2011. El inicio de su historia está empañado por el descontrol y la mala gestión, que dio lugar a las exigencias de responsabilidad, luz y taquígrafos del gobierno de FORO, que tuvo que levantar alfombras, con muchas dificultades, porque la negativa a dar cuenta de lo que allí pasaba fue contundente. 

Por mucho que la hoy Consejera, Pilar Varela, culpase en su momento -y no dudo que aún hoy lo hará- exclusivamente a FORO y no hiciese ningún propósito de enmienda, ella se sentaba en los mismos patronatos en los que se podían haber detectado a tiempo los pufos y corruptelas que hoy se dirimen en los juzgados. 

En esta Junta General se desarrolló una comisión de investigación sobre los desmanes del Niemeyer que concluyó con responsabilidades políticas evidentes. Como es tradición, el PSOE no lo reconoció nunca ni pidió perdón, se quedó solo votando contra el dictamen sobre la gestión de la Fundación Niemeyer, lo que confirmaba su defensa de las tropelías cometidas.

Subvenciones indebidamente justificadas, que no se auditaron, se incumplió flagrantemente la ley de Fundaciones, que la entidad no presentaba ni plan de actuación ni presupuesto porque ni siquiera se registraban sus cuentas, que las facturas fueran rehechas continuamente a petición de la Fundación, que docenas de ellas presentaran incidencias... en definitiva, un desastre que no podría haberse dado sin el conocimiento y consentimiento de la clase política socialista que gobernaba y gobierna esta región. 

El Centro Niemeyer representa en Asturias un claro ejemplo de las oportunidades perdidas del grandonismo y la opacidad arecista. 

Hoy les pongo un ejemplo concreto de la gestión socialista, les aseguro que con un ánimo constructivo, porque todos queremos aprovechar lo invertido y revertir la imagen sombría y fallida derivada de la mala gestión. Un Centro que nacía con vocación de ser internacional se ha convertido en una sala de cultura local que desaprovecha sus propias instalaciones. 

Centrándonos en la hostelería en el Niemeyer resumo un poco su historia. Cuando se inauguró el equipamiento, tras aspirar vía concurso a la gestión del mismo un referente en la hostelería en la comarca y dos primeros espadas de la cocina asturiana, el 25 de marzo debutaban los Morán, de Casa Gerardo, de indudable buen nombre y profesionalidad indiscutible que poco después se van por “diferencias con la dirección del Centro”, dirección que ostentaba Natalio Grueso, de infausto recuerdo. 

A continuación, un año después, otro gran referente, Koldo Miranda, tras denegársele una prórroga, acaba mal con la dirección, como Enrique Martínez Ondina y su hija Laura, que acabaron en juicios para finalmente cerrar en mayo de 2016. 

¿Hay una maldición bíblica en la torre del Niemeyer o también es culpa de FORO? La culpa tiene un rostro y es el de la mala gestión, Consejero. 

Ahora nos encontramos con una torre cerrada, directamente gestionada por la Fundación y que sólo puntualmente abre para eventos de Networking o publicitarios y la oportunidad, como les decía, parece haberse dado por perdida, porque lo que podía haber sido referente para atraer turismo, un faro de la gastronomía asturiana, pasó de la excelencia, de traer a Arzak o la vanguardia al pincho de tortilla peor o mejor y a la postre, a abrir por horas. 

Tras este fiasco, es imprescindible que evalúen las posibilidades de futuro. Siempre desde el control férreo del Principado. ¿Qué propuesta le traigo hoy? Debe abrirse la explotación con una licitación que garantice la concurrencia de profesionales de referencia que garanticen la rentabilidad mediante la calidad y la atracción de clientes nacionales e internacionales y que, para que lo considere una apuesta atractiva, se le de una concesión por un plazo lo suficientemente largo para amortizar inversiones imprescindibles y con un modelo decidido, pues si hay una cafetería de menú, la torre debería ser un espacio placentero de buena cocina para que la gente acuda al Niemeyer y no a un expendedor de comida. 

Desconozco en que estado se encuentran las instalaciones del restaurante de la torre y de la cafetería de la plaza; lo que sé es que hace ya varios años esta diputada pudo comprobar los  problemas con los que se encontraba la empresa hostelera concesionaria de la cafetería y del restaurante de la cúpula, donde las instalaciones no eran las adecuadas para el desarrollo de la actividad, llegando incluso a ser un peligro para la seguridad debido a los fallos de las alarmas contra incendios. No fue fácil entender la negativa de la Fundación para el mantenimiento de las instalaciones del Niemeyer, obstaculizando continuamente a quien llevara las instalaciones, que terminaba por abandonar.

Me gustaría conocer el estado actual de las instalaciones, si se han hecho las reparaciones necesarias, porque convendrá conmigo que mantener cerradas estas instalaciones es un despropósito y una pérdida de oportunidad de atracción turística para la ciudad de Avilés.

Consejero, la potencialidad es más que evidente. Escuche al sector y otorgue esta oportunidad a la hostelería en Avilés y comarca, porque si nada hace, habrán invertido, en el que se pretendía que fuese el “polo gastronómico de España”, en un equipamiento de 60 millones de euros, para que la única gastronomía que pase a la historia sean 70 euros por un Beefeater del Director en Tánger. 

Si en su día aspiraron a la excelencia, aún pueden hacerlo en el ámbito gastronómico; culturalmente ya han tirado la toalla.

Muchas gracias.